El pasado 1 de octubre el patrullero del altura Serviola (P-71) partía de la base naval de Ferrol para realizar una vigilancia y contribuir en la seguridad de los espacios marítimos que son de interés de España en el Estrecho de Gibraltar y en el mar de Alborán. El Faro ha tenido la oportunidad de poder visitar este patrullero de la Armada que hacía escala en Melilla hasta este sábado por la mañana.
Su comandante, el capitán de corbeta de la Armada Española, Francisco Delgado, explica que la misión de este patrullero se encuadra en todas las misiones permanentes del JEMAD (Jefe del Estado Mayor de la Defensa) dentro del ámbito marítimo. Estos días han parado en Melilla para poder hacer una parada logística para descansar tras pasar 15 días navegando.
Las misiones permanentes se encuadran dentro del Mando Operativo Marítimo (MOM), que está al mando del almirante de Fuerza de Acción Marítima en Cartagena, y consisten en contribuir al conocimiento del entorno marítimo en las zonas por las que navega como son el Estrecho de Gibraltar, el Golfo de Cádiz o el mar de Alborán; así como garantizar la seguridad en dichos espacios marítimos y realizar presencia naval en determinadas zonas para evidenciar la soberanía de España sobre las mismas.
El 'Serviola' fue el primero de una serie de patrulleros del mismo tipo que se construyeron a principios de los dos 90 para la Armada en los Astilleros de la antigua Empresa Nacional Bazán, actualmente conocida como Navantia. El buque fue botado en 1990 y entregado a la Armada el 2 de Octubre de 1992. De modo que además del buque 'Serviola' también están el 'Centinela', el 'Atalaya' y el 'Vigía'. Este último está basado en la estación naval de Puntales, en Cádiz; el resto tiene su puesto base en el Arsenal Militar de Ferrol, Galicia.
El comandante del 'Serviola' explica que el barco tiene una eslora de 68,65 metros, una manga de 10,40 metros y una cala de cuatro metros. "Tiene mucha cancha para poder acercarnos a costa", señala. En la visita también enseñaron que el buque está dotado también de dos embarcaciones semirrígidas, para realizar aproximaciones a otros barcos.
Además, es un barco que tiene una dotación pequeña. Son 46 personas, de las cuales 39 son de dotación permanente del barco. El comandante recuerda que el Tercio Sur de Infantería de Marina ha reforzado la tripulación con 7 infantes de Marina que embarcan exclusivamente para esta navegación.
El barco es un patrullero que lógicamente como buque de guerra tiene armamento fijo. Tiene un montaje manual de tres pulgadas y luego tiene armamento portátil de diverso calibre. "No estamos armados como por ejemplo una fragata o un escolta porque sus misiones son distintas y tienen que tener un armamento con más capacidad de combate", señala Francisco Delgado.
En el historial del 'Serviola' queda constancia que ha formado parte de diversas operaciones entre ellas estuvo haciendo presencia naval en Melilla en el verano de 2002 por la crisis del islote de Perejil; y al año siguiente participó en las tareas de control y separación del tráfico marítimo del cabo de Finisterre tras el hundimiento del buque 'Prestige' en 2003.
En el buque se toma la temperatura y se reparten mascarillas quirúrgicas dos veces al día, y al tratarse de un espacio reducido, se deben desinfectar y limpiar diariamente todos los lugares por los que pasan los miembros de la dotación como mamparos, las escalas, los pomos de las puertas estancas, los comedores y las cámaras de oficiales y suboficiales.
Asimismo, antes de comenzar la operación en el arsenal de apoyo la Jefatura de Sanidad realizó un test a toda la tripulación a fin de conocer si había algún contagiado. Afortunadamente nadie dio positivo, pero de haber alguno, esas personas no podrían realizar la navegación y se hubieran quedado en tierra.
Dentro de las medidas que se han tomado para prevenir el COVID-19 ha sido que en su visita a la ciudad no se han organizado jornadas de puertas abiertas para que el público pueda ver el buque.
Ante la pregunta de cómo es la vida a bordo del 'Serviola', el comandante indica que esta es muy bonita, pero "dura como la vida en la mar". Explica que el régimen del barco es navegar a guardias, lo que se traduce en que hay personas que están trabajando en determinadas funciones durante su turno como controlar las máquinas, hacer la comida, estar en el puente de mando o patear la embarcación para hacer una aproximación a un pesquero o un velero para preguntar si han visto cualquier actividad sospechosa. Mientras tanto a otras les toca descansar para luego relevar a los que están trabajando.
Tras hacer escala en Melilla, el 'Serviola' continuará unos días más su patrulla por el mar de Alborán y el Estrecho de Gibraltar. Tienen previsto finalizar el 19 de octubre, aunque aún no van a Ferrol. Pasarán antes por la base nava de Rota, en Cadiz, donde harían un adiestramiento de contraincendios con un simulador.
Allí estarán hasta el 22 y el posteriormente volverán a la base naval de Ferrol el 24 o el 25 de octubre, "dependiendo del estado de la mar, porque suele pegar bastante en el Atlántico".
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