Paseo por la Tánger del Protectorado de la mano de Carlos Azcárraga

La Asociación de Estudios Melillenses ofreció ayer una nueva ponencia, esta vez centrada en dicha ciudad de Marruecos.

La Asociación de Estudios Melillense ofreció ayer por la tarde una nueva ponencia, que en esta ocasión corrió a cargo de Carlos Azcárraga Gómez, miembro de esta organización y gran conocedor del Protectorado de España en Marruecos. En la jornada de ayer, Azcárraga cerró el círculo abierto el pasado mes de enero, cuando ofreció una charla sobre cómo se llegó a establecer esta forma de administración territorial en el país vecino por parte de Francia y España. En esta ocasión, la temática de la ponencia versó sobre la zona internacional de Tánger y sus peculiaridades.
La intervención de Carlos Azcárraga fue fundamentalmente un paseo a lo largo de más un siglo de historia reciente. Se centró especialmente en el devenir de esta ciudad marroquí a partir del año 1912.
Se daba así una situación peculiar, con un territorio administrado por países extranjeros pero cuya soberanía residía en el sultán de Marruecos, quien la había cedido “voluntariamente” a las potencias internacionales. Desde un principio, fue Francia la que tuvo mayor peso en la gestión de Tánger.
Asimismo, Azcárraga recalcó lo singular de la situación de este territorio, habida cuenta de que se encontraba, en cierta forma, al margen del protectorado francés y del español con Marruecos.

Segunda Guerra Mundial
Avanzando en el tiempo, detalló que con la Segunda Guerra Mundial en ciernes, la España franquista se hizo con el control de la ciudad aprovechando la ocupación alemana de Francia. Con el fin del conflicto bélico y la derrota de Hitler, Tánger volvió a su anterior estatus jurídico y siguió siendo administrado por países extranjeros hasta el año 1956, cuando Marruecos obtuvo su independencia.
“Desde Primo Rivera hasta Franco, Tánger siempre fue una cuestión incómoda para nuestro país. Siempre ha quedado esa imagen algo romántica de que era suelo fértil para espías y contrabandistas, además de un destino turístico de lujo, una suerte de Mónaco en Marruecos”, aseveró Azcárraga. En la misma línea, hizo especial hincapié sobre el pulso que mantuvieron las potencias internacionales sobre esta zona a lo largo de toda la Guerra Fría.
Fue, en definitiva, una velada ideal para descubrir un poco más sobre la historia de esta ciudad marroquí de mano de un estudioso en la materia y gracias a las ponencias que cada sábado suele organizar la Asociación de Estudios Melillenses en su sede del casco antiguo.