Tras la rúbrica de los convenios entre las casas Árabe, Sefarad y Mediterránea y la Ciudad Autónoma, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, visitó Melilla La Vieja acompañado por el presidente Juan José Imbroda, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, y varios dirigentes del Ejecutivo local. El ministro entró en el casco antiguo por el Foso del Hornabeque, siguiendo por la Plaza de Armas hasta subir a la de Pedro de Estopián. En su camino, mostró interés por visitar los aljibes.
La primera parada de su periplo por el Pueblo fue el Museo de Las Peñuelas, que tiene fondos de las distintas culturas que habitaron la vieja Rusadir. Con la inestimable ayuda de un guía, García-Margallo conoció de primera mano la historia de Melilla.
Acto seguido fue a la Iglesia de La Purísima Concepción y a la sede de la Fundación Melilla Monumental, situada en el viejo faro del casco antiguo. Allí, el ministro firmó un texto de apoyo para el nombramiento de la ciudad autónoma como Patrimonio de la Humanidad, una vieja pretensión por parte del Ejecutivo local que ha ido perdiendo fuerza con el paso de los años y que es de esperar que la recobre con el respaldo de García-Margallo.
Sin más preámbulo, el ministro bajó de Melilla La Vieja, aprovechando el camino para disfrutar de las vistas que ofrece el casco antiguo. Durante su paseo por el Pueblo, tuvo la oportunidad de conocer más de cerca cómo se ha transformado en los últimos años una de las partes más emblemáticas de la ciudad autónoma y actual corazón cultural y turístico de la misma.