Muy cara le puede salir la última de las jornadas disputadas por la UD Melilla en el grupo IV de la Segunda División B puesto que a la pérdida de las posiciones para la disputa del playoff por el ascenso a la Segunda División A, tras la derrota sufrida este pasado fin de semana por el cuadro de nuestra ciudad frente a la Balompédica Linense tras el desastroso arbitraje del colegiado castellano manchego Mohamed Massat hay que sumar todo lo que el colegiado puso en el acta de este choque, que a buen seguro será revisado por el comité de competición de la Real Federación Española de Fútbol.
Muchos fueron los quebraderos de cabeza de este colegido hacia los intereses unionista puesto que a lo largo de todo el choque desquició por completo a cada uno de los futbolistas de la UD Melilla.
Una vez terminó el partido, el árbitro Mohamed Massat rellenó el acto donde en el anexo de público puso literalmente que “en el minuto 28, tras sancionar una infracción en contra del equipo local, estando el juego detenido, saltó un aficionado desde la banda del terreno de juego corriendo hacia el lugar donde se produjo la infracción, tras verlo el capitán número 5 del equipo local, se dirigió a él y lo sacó del terreno. Tras tal hecho se comunicó al delegado del campo que anunciara por megafonía que cesaran tales hechos”, lo que se le olvido poner fue la rápida intervención de la policía y los vigilantes de seguridad para la expulsión de este aficionado del estadio municipal Álvarez Claro.
En otras observaciones puso que “tras finalizar el encuentro, al entrar en el vestuario arbitral, nos encontramos con la cerradura del mismo rota sin poder identificar el autor”.
Una vez que se marchó al hotel tras la conclusión de este choque parece que se lo pensó mejor y agregó unas ampliaciones a las anteriores, creando este acto a las 00:08 horas y donde expuso que “tras abandonar el vestuario arbitral estando en la puerta del estadio municipal Álvarez Claro, cuando nos dirigíamos a subir al taxi, unos aficionados de la UD Melilla aproximadamente unas cinco personas, nos estaban esperando en dicho ligar, una vez nos vieron salir del estadio se acercaron hacia nosotros dirigiéndose al trío arbitral en los siguientes términos; “hijos de puta”, “ojalá amanecieras con una trombosis”, repitiéndolo varias veces, sin la presencia de la seguridad privada ni Fuerza del Orden Público, sólo acompañados del delegado de campo”.
Una de las curiosidades de este colegiado castellano manchego es que buen entrada la noche se acuerda del minuto de silencio por el fallecimiento del abuelo de Alex Cruz y lo agrega a estas ampliaciones.
Los melillenses han caído hasta la quinta posición de la clasificación general y se encuentran a dos puntos de la cuarta plaza de la tabla por lo que los pupilos dirigidos por Juan Moya no tienen margen de error en cada uno de los cuatro partidos que restan.
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