El principal problema que azota al barrio del Hipódromo es el paro juvenil. Son muchos los chicos que no tienen empleo y también muchas las familias en las que ningún miembro trabaja. De hecho, hay familias que casi están en la “indigencia” y un empleo es la principal demanda de los vecinos cuando se acercan a pedir ayuda a las entidades que hay en la zona. Así lo aseguró a El Faro el presidente de la Asociación de Vecinos Hipódromo, José María Aznar, que destacó que junto a esto también hay inseguridad en esta zona de Melilla.
Aznar explicó que esta área de la ciudad es el barrio “olvidado”. Dice esto porque es el “único” que no tiene un parque infantil, las zonas de acceso para las personas con movilidad reducida “brillan por su ausencia” y no se repone el acerado desde hace años.
El presidente de la Asociación de Vecinos Hipódromo aseveró que la droga ha vuelto al barrio cuando hacía años que ya no veían a gente drogándose. De hecho, achacan a esta situación que se hayan producido actos vandálicos, como la rotura de cristales de vehículos en la zona.
La presencia de menores extranjeros que duermen en los soportales es otro de los factores que genera inseguridad, afirmó Joaquín, otro vecino de la zona.
Y en el caso de Macu, otra melillense, lo que destacó es que hay una “whiskería” en la zona y hay muchas peleas de madrugada.
En la plaza de la Goleta también hay “follones” aseguró Aznar. Por las tardes se reúnen personas que van de camino a la frontera y montan en esta plaza “una especie de rastro” con las cosas que han encontrado en la ciudad. “En cuando tienen dinero, se compran cartones de vino”, afirmó el presidente de la asociación que indicó que luego se acaban emborrachando y armando jaleo.
Es una plaza que se ha perdido para el uso de los vecinos porque no hay ni juegos infantiles ni un banco ni nada que sirva para recuperar ese espacio para ellos.
Y a la sensación de inseguridad se une otro factor. Los vecinos critican la falta de alumbrado en todo el barrio. Las farolas son antiguas y están muy sucias. Se preguntan por qué allí no se cambian si se está poniendo iluminación led en toda la ciudad.
De hecho, hay tan poco cuidado en este aspecto que hay farolas en la calle General Casaña que están siendo tapadas por las palmeras que han crecido mucho en estos últimos 20 años, desde la creación de los edificios de Minas del Rif.
La inseguridad se podría revertir. Aznar aseveró que fue policía local y sabe de la escasez de agentes ahora que se han jubilado unos 30 compañeros, pero espera que se ponga remedio cuanto antes.
Para reducir la tasa de paro, Aznar se pregunta si las familias en la que ninguno de sus miembros trabaja podrían entrar en los Planes de Empleo o Promesa podría ejecutar ayudas para jóvenes emprendedores del barrio con formación y seguimiento de sus proyectos y empresas.
La falta de un espacio para que los niños puedan jugar es otro tema que denuncian los vecinos. Aznar dijo que cuando se entregaron las viviendas había dos parques infantiles. En lugar de arreglar los desperfectos se echó cemento en el terreno y desde hace muchos años no han vuelto a ver un columpio o un tobogán en la zona.
Otro vecino, Kamal, denuncia que la falta de mantenimiento hace que el barrio parezca que tiene 100 años. Hay losas rotas en todas las aceras, escaleras también en esta situación e incluso las jardineras que hay frente a Emvismesa.
Kamal es un vecino del barrio que lleva casi 30 años viviendo en la zona. Afirmó que uno de los principales problemas que sufre es que no hay acceso para los minusválidos. Su padre está en silla de ruedas y tiene que dar un rodeo por la carretera para poder llegar a su casa. También lamentó la falta de mantenimiento del mobiliario urbano, puesto que hay barandillas de las que se supone que hay para ayudar a bajar escaleras que no se han repuesto en años. “Son espacios públicos que no se mantienen ni cuidan”, añadió indicando que son situaciones que llevan sufriendo mucho tiempo sin que se haga nada al respecto. Además, el presidente de la Asociación Hipódromo aseguró que las aceras del barrio son muy estrechas y tienen un bordillo muy alto. No cabe ni una silla de bebé por ellas, ni es fácil subir esas aceras. De hecho, hay pasos de peatones que no están adaptados a personas con movilidad reducida.
“Las tuberías rotas es el cuento de nunca acabar”, aseguró el presidente de la Asociación de Vecinos Hipódromo, José María Aznar, que mostró a El Faro uno de los locales que hay en la zona junto a esta entidad que está inundado día sí y día también porque hay una tubería rota y se filtra el agua a esta zona. “Las tuberías parecen bicicletas morunas de los parches que tienen”, ironizó Aznar.
Agradeció a Valoriza Agua que siempre que se les llama, acuden los operarios, pero la orden que tienen es de arreglar la avería puntual. El presidente de la asociación aseguró que se precisa de una inversión importante de dinero para cambiar toda la red de tuberías por unas nuevas y evitar que se pierda tanta agua potable por dichas roturas.
De hecho, como en el ‘Mago de Oz’ siguen las baldosas amarillas, en Minas de Rif se puede seguir el camino de las roturas de tuberías por el cambio de losas y son tantas que también casi llegan a hacer un camino por el que andar.
Aznar también comentó que los problemas que había en el edificio de Minas del Rif de filtraciones de agua por los techos se está arreglando poco a poco.
Y cuando llueve, es cierto que deben tener cuidado porque se inundan muchas zonas del barrio. En Minas del Rif las alcantarillas están puestas más altas que otras zonas del pavimento y se forman charcos.
Abdeselam, que es otro vecino de la zona, indicó que las rotura de tuberías está cada dos por tres presente en el barrio. “No se soluciona bien. Vienen, se arregla, lo tapan y ya está”, dijo.
También hay muchas diferencias entre los bloques de vecinos de este gran edificio. Unos están más cuidados que otros y Macu, una de las habitantes del barrio, aseguró que hay quien paga la comunidad y puede atender mejor las necesidades y quien no aporta ni un euro para ello.
También Kamal, que lleva 30 años viviendo aquí, aseveró que tienen “cortes de agua cada cierto tiempo por la rotura de las tuberías en el subsuelo”.
Macu, una de las vecinas del Hipódromo aseguró que este barrio es “el mejor sitio de Melilla”. Destacó que están rodeados de bares, cafeterías y de la playa.
Otro de los vecinos de esta zona, Joaquín, explicó que no se iría de este barrio.
Abdeselam, que tiene un quiosco en una de las plazas, explicó que ahora mismo están tranquilos en el barrio y se puede vivir bien.
También Kamal es de esta opinión. Subrayó que es una zona “privilegiada” porque está en segunda línea de playa, tiene todo tipo de comercios, farmacias, colegios e institutos.
Hakim es propietario de una de las cafeterías de Minas del Rif. Explicó que los vecinos salen a tirar la basura a cualquier hora del día. Ahora, que aún hace mucho calor, el olor es insoportable junto a los contenedores. Él tiene una terraza y llega todo esa peste hasta sus clientes. También es muy incómodo tener tantas moscas alrededor de los contenedores. De hecho, aseguró que no se puede ni pasar por el lado porque apesta y los insectos se echan encima.
Aseguró que el pasado martes estaba todo “lleno de mierda”. Es más, ha tenido que echar más de una vez lejía y fregasuelos con perfume para evitar que sus clientes estén molestos. Pide que se limpien con más frecuencia esos contenedores.
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