Paciencia, clave para aguantar las obras en el barrio Industrial

• Los vecinos se quejan del ruido por las obras de construcción del nuevo Mercadona y de mejora de las aceras

• Otros critican la falta de plazas de aparcamiento en la zona por todos los cambios urbanísticos actuales

Los vecinos del barrio Industrial están entusiasmados con la próxima apertura de un Mercadona en el antiguo edificio de Casa Montes, que actualmente está en obras para albergar este supermercado. Sin embargo, el ruido de taladros y excavadoras son la pesadilla de algunos melillenses, que aseguran tener paciencia con tal de conseguir un entorno renovado.

El barrio no sólo cuenta con esta construcción de gran magnitud, sino que las calles colindantes a este edificio (Comandante aviador García Morato, Álvaro de Bazán, Carlos V y Marqués de los Vélez) también están inmersas en pleno proceso de mejora para ampliar las aceras a la altura de los pasos de cebra y así facilitar la visibilidad tanto de peatones como conductores en estas áreas de cruce.

Mucho ruido

Nesma es una joven estudiante que acude por las tardes a una academia con sus compañeros. “Tenemos que dar toda la vuelta por las obras y nos cuesta mantener la concentración con tanto ruido”, explica a FaroTV. Zaira es otra adolescente, también vecina del barrio, que reconoce que también les molesta el ruido “porque empiezan muy temprano”, pero dice que lo aguanta porque “es para mejorar el barrio”. Bidel es otro joven más optimista: “El ruido molesta un poquito porque está todo el día de fondo, pero mientras quede todo bien, da igual”.

El arquitecto director de ejecución, Leandro Fidel, dice que la mayoría de los vecinos conocen al personal de la obra y nunca se han quejado. Las veces que se han dirigido a él o a algún otro trabajador ha sido para preguntarle por la apertura del supermercado, que se prevé para mediados del próximo mes de diciembre. Fidel comenta que los fines de semana bajan el nivel de intensidad para que el ruido no afecte al descanso de los vecinos y recuerda que trabajan los siete días de la semana para que todo vaya según lo previsto.

Pocos aparcamientos

Cristian es otro vecino que está más preocupado por la posible falta de aparcamiento, algo en lo que coincide Souad: “Teníamos más de 300 plazas de aparcamiento en esta zona de atrás y ahora todo son obras, entre la del Mercadona y las calles de las esquinas y transversales”, relata y añade: “Con las obras del Paseo Marítimo, los coches que aparcaban allí, ahora aparcan en el poco espacio que hay aquí”. No obstante, agradece los trabajos de adecuación: “Las obras me parecen muy bien porque el barrio las necesita y son para ponerlo bonito. Pero hay que ir poco a poco, no hacerlas todas de golpe, porque así van a asfixiar al vecindario y esto es una locura”.

El arquitecto director de obra, Rafael Guerra, entiende esta queja, pero asegura que con el sótano del nuevo edificio del supermercado no sólo se van a recuperar las plazas perdidas con sustitución del aparcamiento en batería por otro en cordón, sino que se va a incrementar el número.

Además, recuerda que estas obras son fundamentales para recuperar el edificio histórico que estaba declarado en ruina técnica y que se sumaba a la degradación del área adyacente, evidente en la dejadez del pavimiento, que también se recuperará con la inversión de la actual obra.

Este arquitecto señala que la obra final será un edificio mixto con una zona comercial y un aparcamiento rotativo público en el sótano, así como otro aparcamiento de dos plantas destinado a los clientes del supermercado. Guerra asegura que estas obras son necesarias por el bien del barrio.