Las gafas de sol son ahora un accesorio de moda más que una necesidad para muchas personas. El Faro ha salido a la calle para comprobar cuáles son los modelos de gafas que más se llevan entre los melillenses.
"Las tengo de pasta claritas, negras y de varios estilos", dijo Estrella, una melillense a la que le encantan los complementos y las gafas de sol no podían ser menos. Estrella confiesa que en su casa puede tener por lo menos 10 gafas de sol. "Yo voy siempre muy complementada".
"Voy completita, tengo gafas de todas las variedades", confesó Nani. Aunque ella no vive en Melilla está pasando unos días de vacaciones en la ciudad ya que tiene familia aquí.
"Tan pronto las llevo cuadradas, como las llevo de espejo o tipo ochenteras". Ella sabe que no tiene un estilo definido de gafas. "Soy muy versátil", reconoció. Además le gusta ponérselas haga falta o no. Nani confiesa que muchas veces se ha puesto las gafas de sol aunque no hiciera sol.
En cuanto a estilos de gafas de sol, se considera clásica. Para ella es un complemento que le gusta mucho. Nani tiene varias gafas de sol, sobre todo, porque su hermano es el propietario de una tienda de gafas de la ciudad, y cada vez que viene a Melilla se lleva uno o dos pares.
"A mí me gustan grandes, que te tapen la cara y sobre todo que no te de el aire y la arena, que te proteja", comentó Nieves. Esta melillense, al contrario que las demás, utiliza gafas de sol no solo como complemento sino por necesidad. Nieves cree que las gafas de sol se tienen que ajustar a la cara y que no entre arena ni sol por los laterales.
"En moda de gafas yo voy a lo práctico, a lo que me cubre", dijo Nieves. Ella tiene los ojos claros y necesita ir por la calle con las gafas puestas.
Pablo Estremera, dependiente de la tienda de gafas Multiópticas, explicó a El Faro que este año se llevan una multitud de modelos, estilos, colores y monturas.
En cuando a las monturas, este año están muy de moda las de pasta, aunque Estremera avisa de que las monturas de metal se siguen llevando. "Hay un abanico impresionante de estilos", reconoció el dependiente.
Si nos fijamos en los colores, el espejo ha perdido un poco de importancia para dejar paso a los colores sólidos y los degradados. Los tamaños grandes son ahora muy vistosos y las formas redondas siguen siendo tendencia.
"Teniendo unas gafas con un espejo verde o azul es normal que uno se canse de llevarlas", comentó. Por ello, las lentes llamativas se han abandonado en pro de las monturas más sofisticadas.
Los colores en tendencia esta temporada son colores que no se suelen llevar mucho. El naranja y el fucsia se ven mucho por los escaparates de las tiendas y en la calle, y colores atrevidos como el blanco o la pasta transparente se ven por la calle más que nunca.
Se llevan tantos estilos y formas de gafas, no solo de sol, que Estremera reconoce que sus clientes no pueden decidirse por una sola. Normalmente los clientes suelen llevarse, dijo, unas gafas que no son para el día a día, como las monturas muy grandes que se llevan ahora, y unas de metal para diario.
Las gafas de sol de hombre siempre han sido más clásicas, pero Pablo Estremera explicó a El Faro que este año se han introducido en el mercado un sinfín de modelos "muy estilosos".
Los accesorios como cordones con abalorios o fundas para gafas convertidas en bolsos, son los complementos estrella de la temporada para las gafas. "Son número uno en ventas este año", reconoció.
Debido a la pandemia y la obligatoriedad de utilizar mascarilla, estos accesorios para gafas se han utilizado para llevar colgadas las mascarillas y las fundas de gafas para meter no solo las gafas sino el móvil.
Aunque se hayan vendido muchas gafas de sol este año, las lentillas han ampliado su mercado. Al estar tan de moda las gafas de sol y el tener muchos modelos diferentes, las personas que necesitan graduarlas se ponen lentillas y así pueden comprarse gafas sin graduar, mucho más baratas. Si tuvieran que graduarlas, el precio sería mucho más alto.
"Siempre se ha visto que las gafas de vista eran más pequeñas, pero ahora la moda en ese sentido está igual que en las de sol", explicó a este diario Estremera, dependiente de una tienda de gafas. Las gafas de vista siempre se han utilizado por necesidad, pero ahora también son un complemento más. Incluso hay personas que la utilizan para taparse detrás de ellas.
Es el caso de Paloma. "Te hacen la nariz más chiquitita y todo, es como hacerse una rinoplastia", comentó esta melillense. Ella no se atreve a operarse los ojos para quitarse las gafas, pero además es que le gusta llevarlas puestas. No le parecen feas.
"Tengo tres gafas de vista", comentó. Esta melillense tiene varias gafas de vista y se las cambia según la ocasión. Unas gafas muy de moda el año pasado, redondas y con la montura de metal, y otras dos de pasta. Las de metal las utiliza más cuando sale o en ocasiones especiales y las de pasta para el día a día. "Hay modas en las gafas de vista".
"Las que son planas y gradecitas", explicó Lucía. Lo malo para esta melillense es que cada uno tiene que comprar las gafas que le sientan bien y no las que están de moda.
Alguien que sí se atreve a operarse pero no por ahora es Francisco. "Con la edad hace que lleve gafas de cerca y de lejos", confesó este melillense.
Francisco se considera tradicional en cuanto a estilos de gafas. Él las suele comprar polarizadas y le van muy bien. En cuanto a forma las prefiere de pasta porque dice que lo metálico se le daña más con el sudor. Además, son más ligeras y cómodas de llevar, dijo.
"Las gafas no me gustan", confesó Quique. Este melillense prefiere las lentillas por su trabajo. Él es bombero y no le viene bien utilizar gafas de vista para poder ver, así que las de sol mucho menos. Lo peor de llevar gafas es el sudor, que pesen un poco y que tenga que estar subiéndoselas todo el rato. "Acostumbrarte nunca te acostumbras a llevar gafas".
"De modelos no tengo ni idea", reconoció. Cuando Quique tiene que comprarse unas gafas, es su mujer la que le elige el modelo.
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