La Delegación del Gobierno se ha marcado dos objetivos para paliar la presión migratoria: Normalizar los niveles de ocupación del CETI y contener los nuevos intentos de entrada de subsaharianos a través del vallado.
Así lo aseguró en la jornada de ayer el máximo dirigente de esta institución, Abdelmalik El Barkani, quien remarcó que en breve habrá traslados de residentes del CETI en dirección a la península. “Espero que en tres o cuatro días haya muchos menos inmigrantes”, subrayó ante la prensa.
El Barkani explicó que las salidas se llevarán a cabo en cuanto se cumpla el protocolo establecido, que pasa por diversas revisiones médicas a los inmigrantes, como análisis de sangre. De igual modo, es necesario que haya espacio suficiente en los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIEs) a los que serán mandados muchos de los residentes del CETI. “Es necesario que haya traslados cuanto antes”, insistió.
Además, especificó que la mayor parte de los inmigrantes que saldrán del CETI tiene abierto un expediente de expulsión del país. No obstante, recordó que la orden de repatriación “a veces se ejecuta y a veces no”.
El delegado del Gobierno apuntó que el director del CETI, Carlos Montero, le ha comunicado que el centro está funcionando con normalidad, “dentro de lo que cabe”, habida cuenta de que alberga a unas 1.900 personas, cuando su capacidad máxima es para 480.
“El centro está saturado. Pese a ello, se están prestando todos los servicios con agilidad dentro de lo posible. Es normal que haya colas en áreas como la del comedor, porque no es lo mismo atender a 800 inmigrantes que a 1.900”, remarcó El Barkani.
Reunión con el director del CETI
El delegado del Gobierno señaló que hoy mantendrá un encuentro con el director del CETI para hablar sobre la situación que se vive dentro de las instalaciones. Apuntó que “imagina” que hay previsto un refuerzo de personal dentro de las instalaciones para dar la correcta asistencia a todos los residentes. “Se está haciendo todo lo humanamente posible para atender a estas personas en las mejores condiciones”, aseveró. “Es evidente que habrá dificultades a causa de la saturación, pero estamos intentando minimizarlas”.
Por otro lado, El Barkani señaló que desconocía si las autoridades de Marruecos están reforzando su parte del perímetro fronterizo para hacer frente a nuevos intentos masivos de entrada. “Hablo de lo que tengo información oficial. En caso contrario, mejor no decir nada, porque se puede malinterpretar”, señaló el delegado.
Vigilancia permanente
Además, remarcó que tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional están coordinadas para vigilar la valla fronteriza. Eso sí, señaló que “por cuestiones de estrategia y seguridad” no podía detallar los pormenores del dispositivo de seguridad que hay en torno al perímetro. “Las mafias están prestas a hacer uso de cualquier tipo de información”, aseguró.
Asimismo, señaló que desconocía si se estaban llevando a cabo arreglos en la parte del vallado por donde entró medio millar de inmigrantes el pasado martes, una zona próxima al río Nano.
En la jornada de ayer, los servicios operativos se encontraban examinando este tramo del perímetro. El delegado apuntó que esas cuestiones son competencia de la empresa que se dedica a reparar el vallado. “Supongo que si había algún desperfecto lo están arreglando. Además, se está completando la instalación de medidas anti intrusión anunciadas hace dos semanas por el Ministerio del Interior”, señaló en referencia a los 1.500 metros de malla antitrepa.