Cientos de pasajeros se quedaron ayer, de nuevo y por segundo día consecutivo, tirados durante horas en la Estación Marítima de Melilla... ...por los retrasos registrados por los barcos de Acciona Trasmediterránea.
Según la compañía, la rotura del casco y la inundación de la sala de máquinas del barco rápido Milenium Dos, que dejó en tierra durante más de ocho horas a 850 pasajeros, trastocó los horarios de salida del resto de barcos de la naviera, que hacen los trayectos a la península en ocho y seis horas.
Acciona achaca el caos que vivió ayer el puerto de Melilla a que muchas personas que tenían billete para el Milenium Dos cogieron plaza en otro barco. Digamos que la gente hizo lo normal que se hace en estos casos.
Si usted está en Melilla, tiene que trabajar en la península o en Francia o en Islandia y el barco que tiene que coger no sale, lo normal es intentar conseguir billete para el siguiente buque, teniendo en cuenta que ayer Acciona Trasmediterránea tenía sólo dos empleadas para informar a cientos de pasajeros de lo que estaba sucediendo.
Y todo eso, en plena fase retorno de la Operación Paso del Estrecho. Obviamente cabe preguntarse cuántos de los viajeros que el domingo y ayer se quedaron atrapados en la Estación Marítima de Melilla repetirán el año que viene y volverán a encomendar su vuelta al trabajo o el regreso a casa a esta compañía naviera.
Al final, no se trata sólo de que Acciona Trasmediterránea deje tirado a un pasajero en un puerto, sino de que está en juego la imagen de la ciudad.
¿Pudo evitarse el caos? El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, cree que sí y asegura que lo que ocurrió el domingo y lo que pasó ayer no volverá a repetirse con el nuevo contrato marítimo que se publicará a finales de este mes.
El jefe del Ejecutivo local también ha aconsejado a las personas que no tienen intención de viajar en el día, que no se acerquen a la Estación Marítima para evitar que se junten los pasajeros que están ahí, porque no les queda otra, con los que tienen intención de viajar más adelante.
Imbroda también abordó un tema fundamental en situaciones como la registrada ayer en el puerto de Melilla: La falta de civismo de las personas que, a sabiendas de que su situación es igual a la del resto, intenta reventar la cola para pasar primero por taquilla a comprar o a pedir información. Lamentable.
La Autoridad Portuaria, para ayudar a controlar el caos que sembró ayer Acciona en el puerto, distribuyó varios trabajadores por la Estación Marítima para que dieran explicaciones a las personas que tardaron hasta tres horas en embarcar.
A estas alturas, los argumentos de la naviera son insuficientes y cojean. Esperar otra versión de los hechos sería pecar de ingenuos. Sólo podemos aspirar a que hoy todo vuelva a la normalidad. No puede ser tan difícil que la naviera consiga ser puntual. Ya lo hacen otras compañías de transporte. Por tanto, sí se puede.