Categorías: Editorial

Otro accidente en la misma curva

Otro coche volvió a empotrarse ayer en la curva del Paseo Marítimo con la Plaza Adolfo Suárez.

El mes pasado hubo un siniestro igual de aparatoso en el mismo escenario. Lo único que cambia en esta ocasión es que en Feria los ocupantes del vehículo accidentado se estamparon contra una farola y en la tarde de ayer el impacto arrancó de cuajo una palmera.
Según fuentes policiales, detrás del accidente ocurrido ayer, en torno a las cinco de la tarde, está el exceso de velocidad que supuestamente llevó al conductor del coche en el que viajaban otros dos jóvenes a perder el control del vehículo y colisionar con la palmera.
Basta con darse un paseo por Melilla para comprobar que cada vez hay más conductores incívicos que pisan a fondo el acelerador. Ahí están para dar fe de ello, los vecinos del Tesorillo o los del Paseo Marítimo, por ejemplo.
Pero el incivismo no es una seña de identidad exclusiva de los conductores de la ciudad. Los peatones también tienen su parte de responsabilidad. Lo mismo cruzan la calle en diagonal, que no miran al cruzar y creen que basta con que haya un paso de cebra para tener la prioridad absoluta.
En Melilla hace falta un poco más de respeto por las normas de seguridad vial y, sobre todo, más rigor a la hora de conceder un carné de conducir.
Para nadie es un secreto que muchas personas que cogen el coche a diario en la ciudad, no se atreven a conducir en la península. Entre otras cosas, porque supondrían un peligro para el resto de vehículos que circulan.
A diario vemos motocicletas adelantando por la derecha y encima, preguntando al conductor que les increpa, que qué les pasa.
Pasa que hacemos la vista gorda con las decenas de coches que a diario aparcan en doble fila en la ciudad; con los conductores que aceleran al acercarse a un paso de peatones para amedrentar al transeúnte o con los vehículos que los fines de semana hacen carreras de coches en pleno centro.
Los tiempos no están para que de pronto tengamos una lluvia de multas en el parabrisas del coche. Pero, desgraciadamente, el incivismo se cura con sanciones.
Melilla, a diferencia de muchos ayuntamientos españoles, se apunta a la mayoría de controles que Tráfico realiza en todo el territorio nacional. Y es de agradecer porque parece que porque estamos del otro lado del Mediterráneo, aquí las cosas van de otra manera. No os olvidéis, estamos geográficamente cerca, pero esto no es Marruecos.

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