Los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que trabajan en los puestos fronterizos continúan siendo objeto de atentados por parte de algunos individuos que transitan entre Marruecos y Melilla.
En esta ocasión ha sido el lanzamiento de piedras y otros objetos acompañados de insultos y una falta de respeto a la autoridad inconcebible en otras zonas del país. Los hechos ocurrieron en la noche del pasado sábado en Beni Enzar, cuando una multitud que esperaba para entrar en la ciudad y divertirse en la Feria se impacientó mientras los agentes cumplían con su deber y realizaban los trámites para controlar el acceso de personas y vehículos a Melilla.
Poco después se registraron unos hechos similares en el paso fronterizo del Barrio Chino. Allí el único agente de la Policía Nacional en servicio tuvo que salir tras dos menores que acaban de entrar a la carrera en Melilla y el transito de personas quedó interrumpido. A la vuelta, cuando regresó a su puesto, se encontró con una multitud alterada que lo recibió con insultos y amenazas.
Afortunadamente, el sábado no hubo que lamentar ningún daño personal, pero los responsables del Gobierno central deben poner de inmediato manos a la obra para impedir que este tipo de incidentes continúe sucediéndose porque existe un riesgo real para la integridad de los agentes.
La próxima reunión de alto nivel entre España y Marruecos incluye en su agenda la situación de los pasos fronterizos. Así, al menos, lo prometió el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, durante su viaje a la ciudad tras visitar Beni Enzar, precisamente uno de los dos pasos fronterizos donde se han registrado los últimos incidentes. Melilla no tiene más remedio que esperar al resultado de estas reuniones de alto nivel para resolver muchos de sus problemas, pero no todos. A veces basta con actuar con un poco de previsión (como reforzar los puestos fronterizos en determinados días de Feria) para evitar escenas como las de este sábado.