Editorial

Otra renuncia en la Gerencia de Atención Sanitaria de Melilla

El gerente de Atención Sanitaria de Melilla, José Antonio Martínez Peña, dimitió este viernes "por motivos personales", según las palabras que usó para justificar su renuncia a un alto puesto del Ingesa en la ciudad, que él asumió hace ahora justo un año.

Martínez Peña, con una amplia experiencia profesional a sus espaldas, llegó a la Dirección Territorial del Ingesa tras la dimisión de Antonia Vázquez, la anterior gerente, que llevaba años en el cargo.

Dos dimisiones de altos directivos del Ingesa en Melilla en apenas 12 meses dicen mucho de la gestión sanitaria en nuestra ciudad. A eso hay que sumar la huelga de médicos que se inició este jueves debido a la imposibilidad de alcanzar acuerdos entre el Ingesa y el Sindicato Médico. Los facultativos de la sanidad pública exigen poder compatibilizar su trabajo con la privada como pasa en el resto del país, donde las competencias están transferidas a las autonomías. Seguir adelante con las posiciones esquinadas repercutirá en la suspensión de consultas e intervenciones quirúrgicas. Al final, el damnificado es el de siempre: el ciudadano.

Desde el Gobierno de España se critica abiertamente la gestión de la sanidad pública en Madrid. Allí, en la capital, los problemas de plantilla y la externalización de servicios se atribuyen, sobre todo, a la agresiva bajada de impuestos de la presidenta Isabel Díaz Ayuso.

Pero en Melilla no baja la presión fiscal y tenemos una situación similar en Atención Primaria con consultas que cambian continuamente de médicos; listas de espera para ver al especialista; colas para pedir cita médica o para esperar los resultados de las analíticas y quejas de los candidatos a ocupar plazas en el Ingesa por supuestas irregularidades en la adjudicación de puestos de trabajo.

Es una pena que después de tantos años esperando la inauguración del nuevo hospital universitario veamos cómo se enturbia el ambiente. Esas obras que ya han terminado llevaban mucho tiempo paralizadas. Se ha hecho un esfuerzo económico importante en esta legislatura y lo que antes eran cuatro ladrillos, hoy ya es un hospital. Pero lo falta el alma: los médicos y el equipamiento. Todo eso debe llegar a Melilla, como se ha prometido porque las cosas hay que empezarlas y terminarlas. Hay que cumplir las promesas que se hacen en campaña electoral.

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