Nueva jornada, misma polémica e idéntico resultado. Ha pasado otro día y los contendientes se mantienen atrincherados en sus posiciones. La concertina, como el alambre de espino en la Primera Guerra Mundial, se interpone entre ambos bandos e impide cualquier tipo de acercamiento en el asunto de la inmigración. Entre tanto, Melilla ha vivido un nuevo episodio protagonizado por menores y jóvenes que arriesgan sus vidas en la aventura de llegar a la península. Otra vez la fortuna estuvo del lado de los inmigrantes. Miembros de la Policía Nacional descubrieron en el puerto a los polizones ocultos en camiones que se disponían a embarcar. Unos ruidos procedentes de los vehículos hicieron sospechar a los agentes y se evitó la tragedia. De otra manera, el escondite elegido para al menos seis de ellos probablemente se hubiera convertido en su tumba.
El suceso ha tenido lugar con la polémica de la concertina como sonido de fondo en forma de reproches, acusaciones y demagogia. El día que ocurra alguna desgracia, asistiremos a un episodio más criticable todavía. Veremos cómo unos y otros se arrojan los muertos a la cara sin la menor señal de arrepentimiento por el tiempo perdido entre tanta palabrería.
Este asunto, el de la concertina y la inmigración, hizo que Melilla conservara ayer su cuota de pantalla que últimamente tiene reservada en los informativos nacionales, una presencia que ha aumentado con la polémica sobre la supuesta privatización de la sanidad pública. En este asunto tampoco se registró ningún movimiento. Unos ven que el Comarcal se convierte en un ‘negocio’ donde otros afirman que mejora la atención y la gestión. Hasta ahora este debate era cosa de dos: populares y socialistas. Ayer se unió el resto de grupos de la oposición local (salvo PPL, que aún no se ha posicionado). Todos se situaron frente al Ministerio de Sanidad. Al igual que el PSOE, se mostraron temorosos por el futuro de la sanidad pública en nuestra ciudad, pero no supieron expresar los motivos de sus miedos. A pesar de lo cual, varios de ellos afirman que no descartan emprender movilizaciones en defensa de lo que consideran amenazado.
Así transcurrió el día para finalizar como empezó. En el asunto de la inmigración, continúa la instalación de la concertina en Melilla y siguen sucediéndose los intentos desesperados de los inmigrantes por llegar primero a nuestra ciudad para luego saltar a la península.
En el tema de la sanidad, aumentan las críticas de quienes lo ven todo oscuro frente a los que dicen querer garantizar el sistema.
Ayer no se avanzó nada, pero lo peor es que hoy tampoco se espera ningún movimiento.