La Confederación de Empresarios de Melilla explica hoy en El Faro la necesidad de que la formación esté orientada a las necesidades del mercado laboral de la ciudad. La CEME alerta sobre las dificultades que tienen los empresarios de Melilla para encontrar personal cualificado que cubra los puestos de trabajo vacantes y el impacto negativo que tiene esto sobre la competitividad de las empresas y su posible crecimiento.
Uno de los grandes hándicaps a los que se enfrentan los empresarios es la dificultad de los ciclos de Formación Profesional para proveer al mercado del número suficiente de trabajadores para determinados puestos de trabajo.
Es llamativo que con 9.000 parados en Melilla, las empresas encuentren dificultades para completar las plantillas. Parece evidente que existe un desajuste entre los estudios que están recibiendo los trabajadores y las necesidades reales del mercado de trabajo.
Además, a este desequilibrio se le une el cierre de la aduana comercial por parte de Marruecos, lo que ha afectado al comercio y ha hecho que se desplace el eje de la economía melillense.
Ahora, es necesario buscar alternativas para una parte de la economía tradicional de la ciudad y hay que localizar nuevos yacimientos de riqueza. Mejorar el turismo puede ser un buen objetivo, Melilla tiene potencial para convertirse en un destino relevante, pero para ello es necesario que todos los agentes sociales de la ciudad remen en la misma dirección y se forme a trabajadores en este sector.