Continúa la vacunación contra la COVID-19 en Melilla y lo hace a buen ritmo. Este lunes el IES Leopoldo Queipo acoge la vacunación a las personas nacidas en 1976. Centenares de melillenses acuden al centro para recibir la primera dosis que en esta jornada de lunes ha sido de Moderna. El Faro se ha aproximado al centro y ha charlado con algunas personas que han recibido esta primera dosis, y dejan ver su optimismo y cierta esperanza con los avances en vacunación.
Desde la pasada semana el IES Leopoldo Queipo acoge en sus instalaciones a un equipo del Ingesa para administrar las dosis y avanzar en el calendario de vacunación a lo largo de los próximos días. Por otro lado, cabe recordar que el CIFP Reina Victoria Eugenia también mantiene una parte de sus instalaciones para vacunación pero lo que allí se realiza es la “repesca” para personas de entre 1952 y 1961 que no pudieron vacunarse cuando le correspondía.
Según los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad, cuyo informe está actualizado el 24 de mayo, unas 24.471 personas ya habrían recibido al menos una de las dosis que le corresponden y 8.021 tendrían la pauta de vacunación completa. De las 35.450 dosis recibidas se administró un 89,5%, lo que son unas 31.725 dosis administradas.
Este lunes la previsión marcada en el calendario de vacunación que los nacidos en el primer semestre de 1976 acudían al instituto Leopoldo Queipo a partir de las 9:00 horas, y a las 11:00 horas los que nacieron en el segundo semestre de aquel año.
El Faro también ha tenido la oportunidad de poder charlar con Francisco José Aguilar González, el director de Enfermería de Atención Primaria del área de Sanitaria de Melilla. Ha destacado que como ha ocurrido a lo largo de todos estos días, el equipo de enfermería, que se compone de unos siete u ocho enfermeros, está trabajando a gusto y con muchas ganas.
Aguilar describe que la respuesta por parte de los usuarios también es positiva. Antes de recibir el pinchazo, o también después, el usuario pregunta cuál es la vacuna que se le ha administrado.
“Están muy contentos, hacen sus preguntas, se las respondemos, y ellos salen con una nota con la próxima fecha de vacunación”, explica. Más tarde los administrativos del Ingesa gestionan todas los datos, y más tarde a las horas, los usuarios reciben un mensaje de texto con el informe de Salud Pública correspondiente de que han recibido una dosis y están pendiente de la siguiente.
Solo realiza un apunte: que quienes acudan a ponerse la vacuna lo hagan con el formulario completado. Sostiene que si los usuarios vienen con el formulario completado, ayudaría mejor y se evitarían las colas a la entrada. Pero indica que, ante cualquier caso de duda, los sanitarios están ahí para echar una mano.
Entre la pasada semana y esta que empieza, “se ve prácticamente el mismo ritmo”, indica el director de la Enfermería de Atención Primaria. Por eso, esperaban poner cerca de unas 600 vacunas en esta jornada, al igual que en días anteriores.
En las pistas del centro muchas personas aguardaban a la cola de forma ordenada para poder recibir la primera dosis, y algunas que ya la habían recibido esperaban, con el algodón en hombro por el reciente pinchazo. Tenían que mantener diez minutos de espera en el recinto por si se produjera alguna reacción adversa.
Rosalía es una de esas personas que aguarda sentada dentro del recinto deportivo porque ha recibido la primera dosis. “Pensaba que me iban a llamar para julio o agosto, como en principio tardaban tanto las vacunas, yo decía que para el ritmo que llevamos me van a vacunar en verano, pero me ha sorprendido la verdad, porque llevamos dos semanas con una vacunación muy rápida”, expresa esta melillense.
La esperanza es lo último que se pierde, y lo que se está viendo estos días con el arduo trabajo del personal sanitario que está haciendo todo esto sea posible hace que el optimismo de la ciudadanía se incremente cada vez más. Rosalía asegura que “vamos a ganar la batalla”, aunque lamenta la pérdida de muchas personas a causa de la COVID-19, cree que tendría que haberse realizado vacunaciones masivas desde el principio.
Por otro lado, Raquel tampoco esperaba que la fuesen a llamar tan pronto porque veía en las noticias que en otro comunidades como Madrid estaban poniendo vacunas a usuarios mayores de cincuenta. Esta melillense asegura no tener miedo ninguno con la vacunación, es más, estaba esperando ya a que la llamasen “para poder estar un poco más tranquila”. Espera que este ritmo de vacunación aumente, parece esperanzada.
Por otro lado encontramos a Fuad, al igual que Rosalía y Raquel, acaba de recibir la primera dosis de la pauta de vacunación. Tampoco esperaba poder vacunarse ya y explica que una amiga le envió este sábado un mensaje con la información acerca de la vacunación a personas del 76, su año. Así que Fuad se acercó a preguntar.
Él es un trabajador transfronterido y por eso supuso que quizá le llamarían más adelante, pero este lunes le han ido que pasase para vacunarse. “Yo soy transfronterizo, cotizo a la Seguridad Social aquí y todo, no me ha hecho falta más, de momento. He rellenado el papel, se lo he entregado a la muchacha, y a la cola estamos”, comenta. En cuanto a las expectativas que puede generar ver que avanza la vacunación, Fuad expresa que “ojalá se arregle todo” y pide a Dios, porque es creyente, que se pueda “volver a la vida de antes”.
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