Era 2017 y como cada día, miles de personas cruzaban el puesto fronterizo de Beni Enzar entre Melilla y Nador. A un agente de la Guardia Civil le llamó la atención una de las mujeres que cruzaba y al registrarla descubrió un bebé recién nacido dentro del bolso que llevaba. Así comenzó la Operación Vástago, tal y como explica a El Faro el jefe del Grupo de Personas de la Unidad de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Melilla, cuya identidad ha sido preservada por seguridad. Esta operación ha destapado un trama por la cual se alteraba la paternidad biológica de recién nacidos en el Hospital Comarcal de madres marroquíes para que los bebés obtuviesen la nacionalidad española y ellas el permiso de residencia.
Desde las oficinas de la Comandancia del la Guardia Civil de Melilla, el jefe del Grupo relata que la mujer que llevaba el bebé no era la madre biológica, esta se encontraba por detrás y tras unas diligencias, fueron detenidas. A raíz de este hecho, el Juzgado de Instrucción número 5 de Melilla les oficia para que esclarezcan los hechos. “Empezamos a investigar y pudimos comprobar que el mismo padre de ese niño tenía inscritos en el Registro Civil a seis hijos más de diferentes mujeres, todas ellas de Marruecos”, dijo. El modus operandi consistía en que mujeres que estaban a punto de dar a luz, cruzaban la frontera desde Nador hacia Melilla y de ahí se dirigían al Hospital Comarcal, el único que hay en la ciudad. Una vez que alumbraban, les daban un documento que atestaban que habían dado a luz ahí. Valiéndose del boca a boca entre el círculo de delincuencia, comenzaban a buscar hombres de nacionalidad española que tuviese escasos recursos financieros y aceptaran acudir con ellas al Registro Civil, donde les dan el Libro de Familia, y a Comisaría, donde hacen el DNI, para que hicieran de padre de cara a la Administración y así conseguir que el bebé obtuviese la nacionalidad española y la madre el permiso de residencia. Una vez obtenida la documentación, “ese hombre se olvida del niño y la madre es ya la gestiona los papeles para ella obtener la documentación de extranjeros que le permite quedarse en España y viajar por todo el país”.
Además, “posteriormente, puede que pidan la reagrupación familiar del verdadero padre de Marruecos o de otros hijos que pueda tener allí”, explicó.
El jefe detalló que la mayor dificultad que han tenido ha sido la documental, ya que tras consultarlo con la Fiscalía, les dijeron que no aglutinaran la investigación en un solo caso porque eran muchas ramas y no era una única organización la que organizaba la alteración de la paternidad, sino que se trataba de diferentes tramas. “Se iban judicializando según iban surgiendo los hechos porque nosotros, de una investigación pasábamos a otra y así sucesivamente. No habíamos terminado una y comenzábamos otra”, aseguró.
Ahora, gracias al cierre de la frontera entre Marruecos y Melilla el pasado marzo por la pandemia del coronavirus y por consecuencia, que no han habido más alumbramientos de este tipo, han podido concluir la investigación y sacarla a la luz.
“La única investigación que más nos han impactado de este caso es el de una señora que entra al hospital para dar a luz y da la documentación de otra mujer”, relató.
Así pues, esta entró rápidamente por urgencias, los médicos la ingresan y los acompañantes da la documentación de otra mujer. La embarazada da a luz y en la documentación aparece con el nombre de otra mujer. “Gracias a que en el paritorio toman las impresiones dactilares de la madre y los dos bebés, pudimos constatar que la madre que constaban en el Registro como biológica, no lo era”, explicó. El objetivo de este cambio era que la mujer cuyo nombre fue entregado en el hospital obtuviese la documentación necesaria para residir en España. Se trataba de una familiar de la mujer que dio a luz.
¿Y cómo afecta esto a los menores? El jefe asegura que al menor al recién nacido al que se le ha cambiado la paternidad “ha perdido su identidad”. “Hemos tenido un caso de otra operación en la que la madre acudió a nosotros buscando un hijo que dejó a cargo de una familia de Melilla cuando era bebé hace unos 25 años”; los agentes comenzaron a buscarlo y tras localizarlo en la península y saber que está viviendo con una familia española, “el hombre ya es adulto y no ha querido ponerse en contacto con la madre biológica”, dijo. “Le rompen el vínculo familiar, hay que darse cuenta de que los padres que constan en el Registro Civil se desentienden totalmente de esos niños. Cobran el dinero y se olvidan, pero en la documentación del menor, siempre va a constar ese padre”.
El caso está ahora mismo en manos de las autoridades judiciales y entre las diligencias que han solicitado desde la Guardia Civil está que se sea revocada la nacionalidad a dichos menores y se le retirara la documentación a las madres implicadas.
En este momento, con la frontera cerrada, es complicado que se den más casos de este tipo y entienden que con la repercusión que ha tenido el caso, las personas que pensansen en utilizar esta vía para obtener la documentación o dinero para residir en España, se lo van a replantear.
Por otro lado, la Guardia Civil ha querido subrayar la enorme ayuda que ha supuesto la colaboración con el Registro Civil y el Hospital Comarcal. Explican que al no estar la documentación del Registro informatizada, han tenido que cotejar manualmente la información que les facilitaban las dos instituciones, lo que implica revisar las anotaciones, los asientos, etc.
La importancia de esta investigación se basa primero en la protección del menor, asegura. “La finalidad es que estos menores no pierdan su identidad, es un nacional de Marruecos, no de España, sin embargo, su madre le altera dicha nacionalidad para garantizarle un bienestar u otro motivo”, explicó.
Otro punto importante es evitar el efecto llamada de estas madres del país vecino para saltarse la ley de extranjería de esta forma para obtener la documentación española.
El Faro pudo hablar con la única agente de la Unidad de la Policía Judicial, quien explicó que las mujeres investigadas que forman parte de la Operación Vástago han pasado a disposición judicial y será la justicia la que decida su futuro. La agente expone que estas mujeres han estado motivadas, además de por obtener la documentación para ellas, para darle un futuro mejor a sus hijos pues en España pueden darles la oportunidad que quizás no tengan en su país. Sin embargo, este no es el mejor escenario para el menor porque se les está negando su nacionalidad original. “Aunque ellas lo han pensando que es por el bienestar de sus hijos, le están negando a una persona su derecho a su propia nacionalidad”, dijo la agente, además de que estas madres “están utilizando” a sus propios hijos para el beneficio propio y el efecto llamada que crean estos hechos. “A lo mejor hay mujeres que sí que lo hacen por el futuro de sus hijos y otras que no y estén utilizando a sus hijos, como el caso de la señora que utilizó a su bebé para que le dieran la nacionalidad a una familiar”.
En su último informe, el Observatorio de Ceuta y Melilla indica que la cifra de mujeres de la provincia de Nador que dan a luz en la ciudad española han pasado de suponer el 61% de los partos totales al 17% por el cierre de la frontera.
Explican que el descenso durante el periodo de cierre de la frontera por la pandemia es significativo y muestra, una vez más, que Melilla, al igual que Ceuta, provee de servicios y asistencia social a una gran parte de la población marroquí de las localidades limítrofes.
A primera hora de la mañana, la oficina de prensa de la Comandancia informaba a los medios de comunicación sobre la Operación Vástago, en la cual se desarticula una trama por la que se altera la paternidad de los recién nacidos de madres extranjeras en el Hospital Comarcal con la finalidad de obtener la residencia en España.
En total, se ha detectado que la paternidad biológica de 36 recién nacidos ha sido cambiada por la de un hombre de nacionalidad española a cambio de entregarle a este entre 1.000 y 3.000 euros. Como explicó el jefe del Grupo de Personas, el perfil del nacional español se ajustaba al de un hombre de escasos recursos económicos e incluso con antecedentes.
Seguidamente y tras obtener el libro de familia, se solicitaba en la jefatura de Policía Nacional el DNI para el recién nacido y en la oficina de extranjería de la Delegación del Gobierno el NIE para la madre.
Judicializado ya el caso, a los investigados se les ha tomado muestras de ADN para poder comprobar la veracidad de la paternidad acreditada mediante cotejo de las muestras biológicas.
Son en total 40 las personas investigadas o imputadas por presuntos delitos contra el derecho de los ciudadanos extranjeros, falsedad documental y alteración de la paternidad.
Cabe señalar que la frontera entre Melilla y Nador es la que presenta más desigualdades de renta de todo el Mundo. Son numerosos los casos de personas que arriesgan su vida para poder venir a la Ciudad Autónoma y labrarse una vida que creen que no encontrarán en su país.
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