La COA, cooperativa adjudicataria del servicio público de transporte urbano, no gana para disgustos en las últimas semanas. A las pedradas que suelen recibir frecuentemente los autocares y los intentos de robo se suman ahora otros escollos que afectan gravemente a una de sus líneas más rentables, la que conecta con el paso fronterizo de Farhana. El máximo dirigente de la cooperativa, José Fuentes, señaló en la jornada de ayer a El Faro que con las colas vehículos de la Operación Paso del Estrecho (OPE) y la nueva señalización existente en la zona para canalizar el tráfico, en ocasiones es materialmente imposible llegar hasta la correspondiente parada, situada a escasos metros del control de seguridad del lado español de la frontera. Cuando los vehículos de la COA no pueden llegar hasta el paso de Farhana, se ven obligados a cargar y descargar pasajeros en la puerta del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). El resultado es la consiguiente molestia para los usuarios y cuantiosas pérdidas económicas.
El problema radica en los embotellamientos que producen los cientos de coches de la OPE que intentan llegar a Marruecos a través de Farhana. La caravana de vehículos es desviada hacia la Circunvalación, en dirección al paso de Mariuari, formándose largas colas.
Cuanto se produce esta situación, los autocares de la COA tienen que esperar “horas” para llegar hasta la parada de Farhana. Los retrasos acumulados que sufre esta línea han llegado a provocar que coincidan en la misma cola varios autocares de la cooperativa. Cuando el tráfico no es muy denso en la zona, intentan ganar algo de terreno a través de la carretera principal, pero el caos circulatorio es inevitable, ya que se trata de una vía de doble sentido, con un alto flujo de coches procedentes del paso fronterizo.
En estas ocasiones, la COA se ve obligada a parar en la puerta del CETI. Así pues, los autocares únicamente hacen la parada en el lugar adecuado cuando no hay cola alguna en dirección a Farhana. Con la OPE en marcha, son contadas las ocasiones en las que pueden llegar al final de la ruta.
Además, hay que recordar que este año el tráfico hacia dicha frontera está más restringido a causa de los pivotes instalados en el cruce entre la Circunvalación y la carretera de Farhana para regular el flujo de vehículos y evitar que los más avispados adelanten indebidamente en la cola tomando un atajo.
Fuentes señaló que durante el recién comenzando mes de julio “la cosa irá a peor”. En la cooperativa están acostumbrados a que esta situación se produzca cada verano y cuando llegan las fechas estivales miran con preocupación hacia Farhana. “Parece una tontería, pero a final de mes se nota en caja”, señaló.
Sin problemas en Beni Enzar
Farhana es la única línea donde la COA está sufriendo problemas a causa de la OPE. La situación en el paso fronterizo de Beni Enzar es bien distinta gracias a que el tráfico se desvía en dirección a la naves del SEPES. Asimismo, Fuentes reseñó que la apertura de los terrenos de Valenzuela como zona de descanso han servido para canalizar adecuadamente el tránsito de coches sin molestar a los autocares. Por el momento, desde la COA solamente pueden resignarse y esperar que las pérdidas de este verano no sean demasiado elevadas.
El otro gran escollo con el que se ha topado la COA en Farhana es el de los taxistas sin licencia, que recogen pasajeros justo al lado de la parada de autobús. Para el máximo dirigente de la cooperativa, la situación en la zona es insostenible, ya que además del daño económico que provocan los taxis piratas a la COA, los conductores de los autocares han sido amenazados en muchas ocasiones por los que se dedican a esta práctica ilegal.
No es la primera vez que la COA se enfrenta a estos vehículos sin licencia. Hace un par de meses, la situación se pudo controlar gracias a una mayor presencia de agentes de Policía Local en los aledaños fronterizos. Sin embargo, “ahora hay el doble de taxistas piratas”.
“En cuanto desaparecen los agentes de Policía, vuelven a la carga. Tienen una parada en Farhana y otra al lado del Mercado Central. Nos roban a los clientes en nuestra cara y encima tenemos que soportar las amenazas de los conductores”, lamentó.