Las ONG acogen con optimismo el anuncio del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de estudiar la eliminación de las concertinas de las vallas de Melilla y Ceuta. Sin embargo, consideran que hace falta una actuación desde una perspectiva más amplia. Estas organizaciones hablan de la necesidad de que cesen las ‘devoluciones en caliente’ y se garantice el derecho al asilo a todos los migrantes.
En este sentido, la responsable de Investigación y Política Interior de Amnistía, Verónica Barroso, dijo ayer que confía en que el anuncio del ministro del Interior no sea “una declaración pública sin más” y que la ponga en marcha “lo antes posible”.
Consideró que esta medida debe ir acompañada de otras que garanticen el acceso individualizado al procedimiento de asilo en la frontera sur, “vetado” especialmente a las personas subsaharianas, denuncia la organización de derechos humanos.
Por su parte, la secretaria general de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), Estrella Galán, también celebró la retirada de las concertinas y urgió al ministro a que los nuevos medios que vayan a sustituirlas “sean respetuosos con los derechos humanos y la integridad física de las personas”.
Galán reclamó además que las oficinas de asilo de Melilla y Ceuta "funcionen realmente" garantizando que las personas de origen subsahariano puedan acceder a ellas.
Asimismo, CEAR aguarda a el anuncio de que cumpla el compromiso socialista de derogar la disposición adicional segunda de la Ley de Seguridad Ciudadana, que trataba de regularizar las devoluciones en caliente.
El “gesto definitivo”, añadió Galán, sería la retirada del recurso que presentó España ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos que condenó a España por las ‘devoluciones en caliente’, un hecho que "en un Estado de derecho no se pueden volver a producir".
En una línea similar se pronunció el portavoz de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), Carlos Arce, que aseguró en declaraciones a El Faro que la retirada de cualquier elemento que suponga un riesgo para la integridad física de las personas y vaya en contra de los derechos humanos será bien acogida por su entidad. No obstante, indicó que le llama la atención que Grande-Marlaska hable ahora de la realización de un estudio previo para la eliminación de estas concertinas. La ONG entiende que no hay mucho que analizar y que si realmente existe voluntad de retirar este elemento, se hará, porque se trata de una decisión administrativa.
En cualquier caso, Arce reconoció que si la intención del ministro se hace realidad, por parte de su entidad será bien acogida. Consideró que estas declaraciones, así como el gesto de dar acogida al buque ‘Aquarius’, con más de seiscientos migrantes a bordo, son gestos positivos que pueden apuntar hacia un cambio en las políticas migratorias de nuestro país. No obstante, apuntó que aún hay que ver qué camino toma el Gobierno, al margen de estas actuaciones puntuales.
Arce consideró que es necesario ir al núcleo del problema y buscar una forma totalmente distinta de la que se ha elegido hasta ahora para abordar las cuestiones migratorias. Derogar la Ley de Seguridad Ciudadana sería uno de los pasos, pero el responsable de APDHA va más allá. Señala que si bien es cierto que hay que eliminar esta norma, más aún lo es que hay que evitar que en la práctica se sigan produciendo devoluciones ‘en caliente’. Recordó que el rechazo de los migrantes se producía antes de que existiera esta ley.
Asimismo, consideró que desde la Unión Europea es necesario analizar qué línea quieren tomar en sus políticas migratorias. Si quieren ir hacia donde están marcando gobierno como el italiano, con un control cada vez más férreo, o si eligen otra opción.
El líder de la ONG local Prodein (Pro Derechos de la Infancia), José Palazón, aseguró ayer que las ‘devoluciones en caliente’ son mucho más peligrosas para los migrantes que las concertinas que quedan instaladas en la valla. Palazón valoró la buena intención que parece tener el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pero afirmó que hay otras medidas que son más importantes, como derogar la Ley de Seguridad Ciudadana, en la que se incluye una disposición adicional que ampara la práctica de estas devoluciones. Palazón explicó que donde están colocadas la mayor parte de las concertinas es en lado marroquí. Dijo que en su momento, en el otro lado de la valla se construyó una fosa y se puso alambre de espino para impedir la entrada de los migrantes. Ahí es donde se hacen las mayores heridas los subsaharianos y en ese punto poco puede hacer el Gobierno central para eliminar esta estructura. Insistió en que es importante que la actitud del Ejecutivo sea distinta a la del saliente, pero reiteró que es necesario otro tipo de actuación y un cambio definitivo en las políticas migratorias de nuestro país. Además, Palazón recordó que desde hace algunos meses también hay concertinas instaladas en otro punto de la ciudad, en referencia a las que se pusieron en la zona de la escollera del puerto para evitar que los menores se cuelen en el puerto, y que consideró que son incluso más dañinas que las de la valla perimetral.
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