En lo que va de año se han registrado 1.300 ingresos de menores en la Purísima. Así lo afirmó ayer el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que indicó que en las últimas semanas en este centro de acogida ha llegado a haber 440 chicos, una cifra muy superior a la habitual. Ventura dijo que la situación que vive la ciudad es “extrema” y que actualmente hay acogidos en los diferentes centros alrededor de 600 jóvenes, una cifra récord que nunca antes se había visto en Melilla.
El consejero señaló que este incremento en la entrada de menores ha provocado que el volumen de trabajo de los técnicos sea muy alto. “Estamos desbordados”, apuntó.
El consejero indicó que desde 2015 la situación de los menores en Melilla se ha ido complicando poco a poco, y señaló que si no se adoptan medidas en origen el futuro puede ser peor. Las entradas son cada vez más constantes, muchas de ellas de mayores que se hacen pasar por menores de edad. Ventura indicó que da la sensación de que se ha convertido en “una moda” y que la mayoría de estos jóvenes son migrantes económicos, es decir, no están en situación de desamparo en su país de origen, sino que vienen a Melilla a buscar nuevas oportunidades o la utilizan como un puente para lograr llegar a la península que es su objetivo final.
Ventura indicó, como ya ha dicho en otras ocasiones, que muchos de estos niños llegan con sus padres hasta Melilla y son estos los que los dejan en nuestra ciudad.
El consejero dejó claro que desde la Administración se va a seguir atendiendo a estos chavales, por mucho que se incremente la cifra de entradas, pero dijo también que cuantos más sean resultará más complicado y más costoso.
Ventura no quiso aclarar si para el próximo año será necesario aumentar el presupuesto, ante el incremento de niños acogidos. Sí precisó que la atención a menores requiere de mucho presupuesto, no sólo por la acogida en el centro, sino también para cubrir otras de las necesidades que tienen los chicos, como es la formación. Señaló que la Ciudad seguirá dando respuesta, aunque reconoció que no es lo mismo atender a 600 niños que a quince.
En este punto, el consejero de Bienestar Social se preguntó qué opciones son las que baraja la oposición o las ONG que critican la gestión que hace la Consejería de Bienestar Social de la acogida de niños y reiteró que la Ciudad hace todo lo que puede con los recursos de los que dispone.
El responsable del área de Bienestar Social dejó claro que este asunto no se puede resolver en Melilla, sino al más alto nivel. Dijo que hace falta que el país de origen de la mayoría de estos menores actúe y aseguró que el presidente de la Ciudad y el Gobierno central están trabajando para tratar de llegar a acuerdos con Marruecos que permitan cambiar esta situación.
Mientras tanto, la llegada de jóvenes continuará siendo constante, con altas casi diarias en los centros. El consejero de Bienestar Social aseguró que nunca se había dado una situación tan complicada como la que hay ahora. Indicó que a los más de 600 menores acogidos hay que sumar las decenas de jóvenes, aunque en este caso algunos son mayores de edad, que viven en la calle porque no quieren aceptar la tutela de la Administración.
Ventura confía en que los pasos que se están dando desde el Ejecutivo central den sus frutos y dejó claro que Melilla tiene una capacidad limitada para acoger a menores.
La comunicación cada vez más sencilla entre los menores hace que cada vez sean más los que llegan a la ciudad. El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, aseguró ayer que hay cálculos de que en zonas cercanas de Marruecos puede haber pululando alrededor de 3.000 menores que quieren entrar en Melilla. El consejero apuntó que resulta complicado saber cuál es la razón que ha provocado que aumente tanto el número de chicos acogidos, pero dijo que entre los motivos está el hecho de que cada vez exista más comunicación entre ellos. Los que consiguen entrar a Melilla o incluso colarse en un barco para llegar a la península informan a amigos y familiares que están en Marruecos y los animan a realizar el mismo viaje. Antes la gran mayoría de los niños llegaban de localidades muy cercanas, pero ahora muchos vienen de ciudades del interior de Marruecos. La fluidez en las comunicaciones en la actualidad influye directamente en la evolución de un problema que cada vez resulta más difícil de gestionar por parte de la Ciudad y que se ha convertido en una de las principales preocupaciones del Gobierno local.
El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, consideró ayer que hace falta que se revise la legislación a nivel español o incluso europeo en la gestión de los menores extranjeros no acompañados. Ventura dijo en declaraciones a El Faro que muchos de los chicos que llegan no se encuentran en situación de desamparo, por lo que no necesitan la protección de la Administración. Las razones por las que estos jóvenes deciden viajar a nuestro país no están relacionadas con ausencia de familia, sino con unas expectativas de mejora de condiciones de vida. Muchas veces son los propios padres, afirma el consejero, los que ayudan a los menores a llegar a nuestra ciudad. Ventura entiende que la legislación tiene que tener en cuenta esta situación, algo que hasta ahora no sucede.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…