Categorías: Sociedad

Ocho niños participan este año en el tradicional campamento de Adimel

Una monitora y un ayudante acompañarán a estos pequeños hasta Arcos de la Frontera, donde estarán una semana conviviendo con otros niños con diabetes.

Belén Díaz es la monitora que cada año acompaña a los niños de la asociación Adimel al campamento de Arcos de la Frontera, donde compartirán una semana de actividades con otros pequeños con diabetes. Este año tan sólo irán ocho niños de esta entidad a esta tradicional actividad. Salen mañana y volverán el 23 de agosto.
Desde hace unos años, los niños que forman parte de la Asociación de Diabéticos de Melilla se van de campamento a la Granja Escuela Bellavista. En este lugar no sólo disfrutan de múltiples talleres, sino que conocen a un gran número de niños que como ellos tienen diabetes y otros  que no padecen esta enfermedad.
Díaz indicó que esta experiencia es muy positiva para ellos porque les permite hacer amigos nuevos, ver que pueden disfrutar de hacer todo tipo de actividades y que su enfermedad no es un  impedimento, y además, aprenden a controlar ellos solos esta patología. En este campamento reciben talleres de alfarería y otras manualidades, pero también de las diferentes formas de pincharse, de cómo alternar la toma de insulina, a controlar los niveles de azúcar, a conocer mejor los alimentos y cómo deben tomarlos. Por este motivo, cuando estos niños vuelven tras esta semana son mucho más independientes y conscientes de su diabetes.  Estos ocho niños tienen edades comprendidas entre los diez y 16 años y muchos de ellos han estado otros años en este mismo campamento.
Los padres tienen la seguridad de que hay una enfermera y un médico en esta granja escuela que pueden atender en cualquier momento a los niños. Además, la monitora que les acompaña desde Melilla también es enfermera, con lo que estos niños van bien vigilados durante todo el viaje hasta Arcos de la Frontera.
A través de un convenio de colaboración con Adimel, la Ciudad es la que aporta el dinero para que estos niños puedan ir al campamento, desde el coste del avión hasta la matrícula de esta actividad. Lo único que deben pagar los padres es el autobús que cogen desde Málaga hasta Algeciras.
Las actividades que más gustan a los melillenses son las relacionadas con el agua, ya que muchas tardes disfrutarán de una piscina que hay en estas instalaciones. Pero también harán tirolina, plantarán árboles, harán su propio pan y jugarán a un sinfín de deportes con el resto de los compañeros del campamento.

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