Melilla continúa con el proceso de cambio de las calles del centro de la ciudad y va a destinar 1.060.040 euros para reordenar las calles Roberto Cano, Cándido Lobera y Cervantes entre las calles Ejército Español y la avenida Juan Carlos I.
En concreto, se proyecta una plataforma única en las calles objeto de proyecto, mejorando la accesibilidad. En general, se dispone un vial rodado central con velocidad limitada a 20 kilómetros por hora, aparcamientos en línea a uno o dos lados del vial, y anchos acerados jalonados por arbolado, luminarias y mobiliario urbano. Se aumenta así el espacio destinado al peatón, en detrimento del espacio destinado a los vehículos, según se recoge en la memoria del proyecto publicada en la Plataforma de Contratación del Estado.
La empresa que opte a este contrato tendrá 10 meses para realizar las obras. Se trata de un proceso abierto con tramitación ordinaria. El proceso para presentar las ofertas finalizó el pasado 29 de noviembre. La parte económica tendrá una valoración de un 60% y la parte técnica un 40% en las ofertas que se presenten.
El proyecto también recoge que las obras se harán en tres fases, aunque pueden ser diferentes y deja libertad al constructor para su redefinición. En la memoria publicada en la Plataforma de Contratación del Estado se propone que la primera fase sea en la calle Roberto Cano y que se ejecute en dos tramos, de forma que se permita el acceso a los aparcamientos residenciales mientras duren las obras.
La segunda fase sería en las calles Cervantes y Cándido Lobera y la propuesta es que reordenar el tráfico rodado por calle Ejército Español y Roberto Cano, una vez finalizada ésta y con el sentido de circulación definitivo. Se desplazará la parada de taxis a la calle Ejército Español, para lo cual se deberá desplazar previamente el punto de llamada de teléfono, apunta el proyecto.
Y la tercera fase tendría la intervención en la calle López Moreno y en la plaza Menéndez Pelayo. Se indica que se ejecutará en primer lugar el vial, minimizando al máximo el tiempo de corte al tráfico, el cual se desviará por la calle Roberto Cano, ya finalizada. Las reparaciones en el pavimento de la plaza se realizarán en la fase final.
El proyecto interviene sobre varios viales situados al norte de la avenida Juan Carlos I, dentro del barrio Héroes de España, y paralelamente se acometerán las obras de reparación del pavimento deteriorado de la plaza Menéndez Pelayo.
En la actualidad, las calles se componen de un vial central para circulación rodada en aglomerado asfáltico, con sentido único y aparcamiento en línea o batería en uno y otro lado. Las aceras tienen una anchura comprendida entre 1,80 metros y 2,50 metros, reduciéndose puntualmente por la presencia de luminarias, papeleras o por la invasión de los vehículos estacionados.
El proyecto recoge que, si bien, el estado de conservación es bueno, se hace necesaria la renovación de las distintas redes de abastecimiento y servicio públicas.
La actuación proyectada es la continuación de la actuación global iniciada en el Barrio Héroes de España tendente a mejorar el sistema de movilidad previsto en el Plan de Movilidad Urbana y Sostenible (PMUS) de marzo de 2014.
Con la intervención se pretende la potenciación de la movilidad del peatón frente al tráfico rodado, favoreciendo los desplazamientos a pie de forma segura.
Al igual que en las intervenciones anteriores se proyecta una plataforma única en las calles objeto de proyecto, mejorando la accesibilidad. En general, se dispone un vial rodado central con velocidad limitada a 20 kilómetros por hora aparcamientos en línea a uno o dos lados del vial, y anchos acerados jalonados por arbolado, luminarias y mobiliario urbano. Se aumenta así el espacio destinado al peatón, en detrimento del espacio destinado a los vehículos.
El proyecto destaca que la calle Cervantes ahora consta de un carril rodado central de único sentido con aparcamiento en línea a un lado y en batería al otro lado, con anchos de acerado variables.
La propuesta de este proyecto consiste en mantener el carril rodado central en sentido único con aparcamientos en línea a ambos lados, ampliando el ancho de acerados a 3,40 metros, todo ello en plataforma única. Se dispone arbolado en ambos acerados, así como bancos, luminarias y resto de mobiliario urbano.
Por otro lado, la calle Cándido Lobera consta de un carril rodado central de único sentido con aparcamiento en batería a un lado del vial y parada de taxis en el opuesto, con anchos de acerado entre los 1,85 y 2 metros.
Pero Medio Ambiente lo que propone es la eliminación del tráfico rodado, creándose una calle exclusivamente peatonal como antesala al tramo siguiente, también peatonal, situado frente al Teatro Kursaal. Para ello se deberá trasladar la parada de taxis a la calle Ejército Español, en la alineación norte de la misma.
Aunque se mantiene la configuración general de carril central con doble caz, según apunta el proyecto, la pavimentación se realizará en toda la calle con granito rosa porriño con el fin de darle relevancia como ‘calle-salón’ . Se dispone arbolado en ambos lados, así como bancos, luminarias y resto de mobiliario urbano.
Otra de las calles que se modificará con este proyecto es Roberto Cano. En la actualidad consta de un carril rodado de único sentido con aparcamiento en línea al lado izquierdo según el sentido de la marcha.
Presenta acerados de ancho variable, llegando en algunos casos a ser impracticables por su escasa dimensión y presencia de obstáculos. El proyecto destaca la diferente pavimentación del acerado junto a la Iglesia, realizada con bordillos y losas de granito.
En este caso, la intervención mantiene el carril rodado central de sentido, pero invirtiendo el sentido de la marcha, de tal forma que se permita, tomando la calle desde Ejército español, volver hacia Pablo Vallescá cuando se peatonalice completamente el tramo frente al Teatro Kursaal.
La escasa anchura del vial y la presencia de locales en planta baja obliga a eliminar el aparcamiento existente del primer tramo, con el fin de ampliar el ancho de banda peatonal de ambas aceras, posibilitando por otro lado la creación de terrazas para los locales.
También a causa de la estrechez del vial se decide prescindir de arbolado y bancos, minimizando así los elementos de mobiliario urbano que puedan entorpecer el tránsito peatonal.
En el segundo tramo de la calle se mantiene el aparcamiento en línea existente, desplazando el eje del vial para ganar anchura en el acerado situado al sur, con mayor uso.
Asimismo, en la memoria del proyecto se indica la necesidad de intervenir sobre los paramentos verticales del muro de contención donde se encuentra el Centro de Transformación y hasta la Iglesia, por su mal estado de conservación.
En cuanto a la calle López Moreno, ahora consta de un carril rodado central de único sentido sin aparcamiento en ninguno de sus lados. Sin embargo este carril, de ancho excesivo, discurre demasiado próximo a la escalinata de la Iglesia, aumentando el riesgo de atropello.
El proyecto propone crear una plataforma única de carácter predominantemente peatonal, con velocidad reducida y preferencia para el peatón en todo el ancho de la plaza Menéndez Pelayo.
El carril rodado se desplaza hacia el sur de tal forma que aumente la distancia desde éste hasta la escalinata de la Iglesia.
Para ello es necesario reconfigurar el tramo final de la calle Ejército Español, haciendo desaparecer los aparcamientos en línea del lado izquierdo, lo que permitirá ampliar el acerado en ambos lados de la calle y corregir el eje del vial desplazándolo hacia el sur. Ello implicará la reconfiguración de este tramo en el tiempo de transición entre ambas obras, sustituyendo los aparcamientos del lado derecho por aparcamientos en batería.
El nuevo vial queda delimitado a izquierda y derecha por una línea de pavimento de granito gris que lo separa de la plaza Menéndez Pelayo, donde la intervención se limita a reparar el pavimento deteriorado.
Por otro lado, la plaza Menéndez Pelayo está configurada de forma distinta a un lado y a otro de la calle López Moreno, de tal forma que en el lado sur se pavimenta con loseta cerámica en tonos grises, blancos y salmón, mientras que en su lado norte, rodeando la Iglesia, se pavimenta mediante losas de granito gris y piedra caliza con acabado abujardado.
En ambos casos existen multitud de piezas de pavimento deterioradas, siendo las de material cerámico las más afectadas. Se contempla la sustitución de todas las piezas deterioradas.
En todos los casos, se aprovecha la ocasión para renovar las distintas redes de infraestructuras urbanas, saneamiento, suministros de agua y red de riego, electricidad y alumbrado, fibra óptica, telefonía, etc, apunta el proyecto.
En consonancia con la reordenación global del barrio ya iniciada, se mantienen diseño, materiales y acabados utilizados en las intervenciones anteriores.
Así, para la vegetación se utiliza el Brachychiton Acerifolius de floración roja.
Para el alumbrado público se utilizarán luminarias de mayor eficiencia energética, Schreder Mod. Albany LED, con báculos de doble brazo a doble altura, con la disposición adecuada para mejorar la uniformidad lumínica y evitar zonas oscuras.
Los materiales de acabado en general serán de losa de granito rosa ‘porriño' para las zonas peatonales y de estacionamiento, y adoquín de hormigón bicapa para tráfico rodado denso en el vial central, sobre solera de hormigón armado. Se respetarán los modelos utilizados en el resto del barrio para mobiliario urbano, bancos, papeleras, vallados, etc, añade el proyecto.
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