{jaimage crop="TC" /}Entre las revindicaciones de la Asociación de Familiares de Personas con Enfermedad Mental de Melilla está la creación de un centro de internamiento a medio y largo plazo y una unidad más amplia para ellos en el nuevo hospital.
“Nunca se sabe cuándo un familiar por cualquier motivo, como un fracaso sentimental o en los estudios, puede sufrir un brote psicótico. Luego hay otras cosas que lo justifican, como las enfermedades infantiles o el consumo de drogas”, indicó el presidente de la Asociación de Familiares de Personas con Enfermedad Mental de Melilla (Feafes Melilla), Juan José Pérez.
No hay datos objetivos de la cantidad de enfermos mentales que hay en Melilla. “Esto se debe a que existen muchos prejuicios y la gente no quiere identificar que tiene a un familiar enfermo por temor a su reacción y se quedan en silencio en casa”, aseguró Pérez, añadiendo que incluso hay familias que tienen a un enfermo violento que lleva sin ir a revisión mucho tiempo y no quieren ni comentarlo con los médicos.
El presidente de la asociación indicó que siempre tienen que tener cuidado a la hora de hablar en público sobre sus familiares enfermos porque Melilla es una ciudad pequeña y todo el mundo se conoce y pueden ser señalados por el resto de los ciudadanos.
La vicepresidenta de Feafes Melilla, Belén Méndez, indicó que el cuidado de sus familiares les lleva mucho tiempo.
“Atender a un enfermo mental es muy complicado, incluso llega a desestructurar a toda la familia y eso explica la falta de constancia en el trabajo con la asociación”, apuntó Pérez, quien comentó que durante mucho tiempo ha estado al cuidado de un familiar, lo que le impidió continuar luchando de forma más activa desde la asociación. En este sentido, explicó que aunque esta persona ahora está estable e incluso integrada, no es siempre completa su inclusión en la sociedad.
“La estigmatización de estos enfermos perdura. La enfermedad mental es muy desagradecida porque nunca los ves recuperados e integrados del todo”, comentó Pérez.
Además, indicó que la falta de voluntarios y de gente implicada en la asociación ha hecho que todos los trámites que siguen con la asociación sean más lentos.
Origen de Feafes
Esta entidad nació a raíz de tres personas en el año 2001-2002 con el nombre de Asociación Melillense de Enfermos Mentales (Amelfem), aunque no fue hasta el 2007 que comenzaron a realizar actividades de cara a la sociedad melillense, año en el que se unió más gente. Así, realizaron unas jornadas e instalaron una mesa en la plaza Menéndez Pelayo para informar sobre este colectivo y los objetivos que perseguían.
Un tiempo después, con la adaptación a las nuevas normativas de las asociaciones, esta entidad aprovechó para cambiar el nombre a Feafes Melilla, ya que estaban integradas en la Federación Española de Familiares de Enfermos Mentales (Feafes) y se sumaban así a otras que habían adoptado este nombre.
Hasta el año 2011, entre los estatutos y otras cuestiones, la asociación ha ido trabajando de forma interna, aunque el lunes 10 octubre realizaron la lectura de un manifiesto en el centro de salud de la zona centro por el Día Nacional de los Enfermos Mentales. Un acto en el que contaron con el presidente de la Federación y en el que estuvieron respaldados por la Ciudad, el Imserso y el Ingesa.
Otro de los temas que animó a estos melillenses a asociarse fue que en Melilla no exista ningún centro o residencia de media o larga estancia para este tipo de enfermos.
“Intentamos paliar las necesidades que tienen y denunciar abiertamente las carencias que hay en Melilla para que se impliquen todas las instituciones. La idea es que estas personas estén mejor y se integren en la sociedad”, comentó Pérez.
La mayor parte de las patologías que trata un psicólogo o un psiquiatra podrían incluirse dentro de las enfermedades mentales, desde la esquizofrenia a la depresión, la bulimia o los trastornos obsesivos compulsivos (TOC). En este sentido, Feafes Melilla aseguró que la intención de la entidad no es realizar una lista con el número de enfermos en Melilla y sus patologías, sino que se aumenten los recursos de atención especializada para estos melillenses.
La atención de los pacientes
El Ingesa cuenta con una Unidad de Salud Mental, aunque desde Feafes Melilla se insistió en que los recursos con los que se cuentan son insuficientes. Así, la vicepresidenta de la entidad comentó que la población de enfermos ha aumentado estos años y que desde el Ingesa se escuda en que por cada 30.000 habitantes debe haber un psiquiatra, dos psicólogos y cuatro enfermeras especializadas. De forma que en Melilla se cumpliría esta normativa al contar con tres psiquiatras.
Una de las promesas de las jornadas realizadas en 2007 a esta entidad fue que se iba a aumentar el número de psiquiatras y durante unos años hubo cuatro médicos especialistas en esta materia en Melilla, aunque de nuevo se ha vuelto a reducir a tres. Feafes comentó se trataba de un logro que habían perdido por culpa de la crisis económica.
Desde la Confederación Feafes se destacó que en Melilla el aumento de personas con enfermedad mental era más alto que en otras zonas de la península, y que el consumo de drogas estaba muy relacionado con este tema. También lo confirmó Pérez, quien a puntó la facilidad con la que los jóvenes melillenses acceden a las drogas y que su uso continuado provoca un gran deterioro de la salud de la persona llegando incluso a padecer brotes psicóticos.
El trabajo de Feafes
La entidad ha llevado fichas de la asociación a la Unidad de Salud Mental, para que sean los propios enfermos o familiares los que contacten con este colectivo.
Uno de sus proyectos en poner en marcha un curso de formación para estos enfermos, ya que si acaban reconociendo su patología y aceptando su tratamiento, pueden estar estables y aprender a desarrollar un trabajo. De esta forma, conseguirán una mayor integración social y que sean contratados como cualquier otra persona.
El presidente de Feafes indicó que otro de los problemas que tienen estas personas es que a penas se les reconoce su minusvalía, entre un 5 ó 6%, pero durante determinadas etapas de su vida su dependencia es mucho más elevada.
“Hay verdaderos dramas que se han vivido en casas con enfermos que no tienen higiene, que hay que engañarlos para que tomen la medicación o que no salen de su cuarto”, destacó Pérez, añadiendo que muchos de ellos no saben cocinar ni cuidar de sí mismos y cuando sus cuidadores enferman o envejecen se llegan a situaciones sociales muy complejas.
Una de las intenciones de la asociación es que estos enfermos se puedan valer por sí mismos en la medida de sus capacidades, y si no pueden estar solos, que estén en un piso tutelado o con una entidad.
Los objetivos pendientes
Feafes tiene mucho trabajo por delante, tal y como aseguraron a El Faro sus componentes, y entre estas tareas está la de crear más departamentos dentro de la entidad para llevar a cabo más proyectos.
Entre las demandas que realiza esta entidad está una unidad de rehabilitación y un centro de media y larga estancia para los enfermos que están en la península o que se deben trasladar porque en Melilla no se cuenta con ningún lugar donde puedan estar ingresados.
Pérez comentó lo traumático que es para estos enfermos el ser trasladados contra su voluntad cuando para ellos la vinculación familiar es muy importante. En el caso de que se construyera aquí un centro, estos enfermos podrían recibir la visita de sus familias más a menudo y de esta forma, los lazos entre ellos no se romperían.
Además, se insistió en la necesidad de que en el nuevo hospital que se está construyendo haya más camas en la unidad de recuperación de agudos y que estos enfermos sean atendidos por personal especializado.
En este sentido, se comentó que si un enfermo mental violento entra por urgencias es recogido por un vigilante de seguridad, cuando es preferible que en los casos en los que hay que utilizar la fuerza lo haga alguien especializado.