La candidata al Congreso por el PP analiza la situación política en Melilla de cara a las elecciones del 26-J. Asegura que siempre hay nervios hasta que se conocen los resultados.
La candidata al Congreso del PP por Melilla, María del Carmen Dueñas, analiza la situación política a menos de diez días de las elecciones generales. Reconoce que no esperaba tener que enfrentarse a unos nuevos comicios tras el 20 de diciembre y asegura que el Partido Popular nunca ha temido a la candidatura socialista en Melilla.
–Finalmente ha sido necesario convocar unas nuevas elecciones por la falta de acuerdos. ¿Cómo se afronta esta nueva campaña?
–No esperábamos hacer una nueva campaña. No era lo lógico. El PP fue la formación más votada y no hemos podido llegar a acuerdos porque el principal partido de la oposición se negó por activa y por pasiva a llegar a acuerdos. Pero las campañas siempre se afrontan con ilusión porque el contacto con los ciudadanos siempre es bueno. Es más, esta cercanía tendría que trasladarse los 365 días del año, no sólo estos quince. Tenemos ilusión y confiamos en que el 26 de junio los ciudadanos den su apoyo mayoritariamente al PP. Es importante, España se la juega en todos los sentidos, en seguir adelante o volver atrás.
–En Melilla da la sensación de que el diputado está prácticamente asegurado para el PP. Pero, ¿cómo se afronta la noche electoral en la sede popular, hay nervios?
–Los nervios son inevitables. Es verdad que las encuestas, el último CIS, arrojaba un resultado positivo para la candidatura del PP, pero eso no quita que haya nervios hasta el último segundo de conocer los resultados electorales. Nunca hay que dar nada por ganado, si nos falta la humildad de poco servimos en las responsabilidades públicas. Las encuestas son las encuestas, así que hasta el último segundo los nervios no desaparecen. Y eso es importante, porque no hay que relajarse, todo depende de lo que pase ese día. Cuántas encuestas dan magníficos resultados. En las últimas, por ejemplo, se daban muy buenos resultados para el partido de Albert Rivera y luego no fue como se esperaba. Así que lo definitivo es el 26 de junio y no hay que relajarse, hay que seguir trabajando con ilusión y con ganas.
–Para lograr un diputado en la ciudad hacen falta entre 11.000 y 12.000 votos, más o menos la misma cifra de parados que hay en Melilla. ¿Cómo se convence a esos desempleados de que el PP es la mejor opción?
–Se le convence con el mismo argumento. Es verdad que no han sido años fáciles. Somos conscientes de la situación de Melilla y de los problemas estructurales. Quien diga lo contrario engaña. Seguimos apostando por proyectos como la ampliación del puerto, que es verdad que es un proyecto ambicioso, pero que podemos hacer y que va a generar empleo. Vamos a seguir apostando por todas esas políticas que en Melilla van a generar empleo. Yo sé que es difícil, porque el que lo está pasando mal te dice sí, pero yo quiero trabajo ya, y es comprensible. Pero estamos convencidos de que si España va bien, Melilla va a ir bien y los hechos han demostrado que si seguimos en el camino podremos invertir en vivienda, en Educación o en proyectos ambiciosos como la ampliación del puerto y en medidas que consigan revertir en crecimiento en la ciudad.
–La imagen de María del Carmen Dueñas es la única de un candidato local que hay en los carteles. Usted parece una persona discreta. ¿Se acostumbra uno a ver su rosto cuando pasea?
–En esta campaña hemos mantenido el compromiso de no poner banderolas, a excepción del cartel de Plaza de España. Pero el 20 de diciembre mi imagen estaba en toda la ciudad y tengo que reconocer que me daba cierto pudor. Quien me conoce del día a día lo sabe. Me fui acostumbrando, aunque mi hija adolescente no tanto. Soy una persona discreta y no me gusta mucho figurar, pero bueno entra dentro de una campaña. Y también me decía algo el otro día un melillense, de todas las formaciones que nos presentamos en Melilla la única que da la cara soy yo. Las otras formaciones presentan a sus candidatos nacionales. Sólo mi imagen como candidata popular está en los carteles. Ya bien, a todo se acostumbra uno.
–¿Y la para la gente por la calle para pedirle cosas?
–Ayer mismo, montamos varios stands del PP y hay uno en la Avenida al que se acercó una chica joven que no tenía muy claro el voto. Me planteó determinadas cosas. Esos es fundamental, el contacto personal. Estamos para escuchar y para resolver inquietudes. Qué mayor satisfacción que la de que esa persona salga convencida. Pero sí, claro que te conocen, aunque sea un domingo cuando vas andando por el Paseo, pero eso también es de agradecer. La gente me trata con mucho cariño y respeto.
–El PP se ha mantenido más o menos en la misma línea que en las anteriores elecciones, pero el PSOE ha tratado de llegar a algún pacto que ha salido adelante aunque con obstáculos. ¿Cómo ha visto este intento de acercamiento?
–Efectivamente pudimos ver cómo el PSOE y CpM querían reeditar ese pacto que tan nefastos resultados tuvo, no sólo en los resultados electorales, sino también en el conocido ‘voto por correo de 2008’. Al final ha sido un pacto fallido y no fue culpa del PP, porque fue el PSOE el que dijo que el pacto no podía ser. Hemos visto que en las últimas declaraciones que finalmente hay un pacto tácito, un documento, que parece no convencer mucho al líder de CpM. En fin, lo cierto es que ellos apoyarán a CpM, pero yo creo que les va a servir de poco, porque yo creo a estas alturas que los melillenses tienen muy claro lo que ha hecho el PSOE. Cuando los socialistas gobernaron en Melilla, se triplicaron las cifras de paro. Cuando hablan de inversiones, yo siempre digo que no fueron tantas porque si hubiera sido así las cifras de desempleo no habrían sido tan altas. La credibilidad del PSOE para con Melilla es muy poca. En Andalucía lleva gobernando más de treinta años y arroja resultados muy negativos. Pedro Sánchez promete el cielo, Pablo Iglesias dice que asaltará el cielo, pero el PP está preocupado de lo que de verdad ocupa a los ciudadanos, que es la necesidad de que se siga generando empleo.
–Está claro que no es responsabilidad del PP la salida de Almansouri, pero también es cierto que fue Miguel Marín quien dio el aviso de la situación judicial de la cepemista. Hay quien cree que ustedes temían a Almansouri, ¿qué opina de esa visión?
–No. Es verdad que por parte del PP y de la persona que coordina la campaña se pusieron de manifiesto determinadas situaciones judiciales de Dunia Almansouri. (…) También es verdad que al PSOE se le llena la boca dando lecciones de moralidad y nosotros lo pusimos en conocimiento, pero fue el PSOE el que tomó una decisión. Y miedo, ninguno a lo que podía representar esa candidatura. Si tenemos que tener algún miedo es no ser capaces de trasladar nuestro mensaje a los ciudadanos, que son los que deciden. Ellos son los que deciden quién quieren que lidere el Gobierno.
–La oposición ha criticado muchas veces que los representantes parlamentarios de Melilla trabajan poco por la ciudad. ¿Qué les diría?
–Cuando no se tiene nada que decir es fácil usar ese argumento, que no es nuevo y no sólo se usa en Melilla. Probablemente ha habido algún problema de comunicación. Yo no soy de las personas que diga constantemente lo que se hace, pero sí se ha trabajado mucho. Tanto en el Senado como en el Congreso, aunque en esta extraña legislatura no ha dado tiempo a nada, apenas hemos podido llevar el trabajo a comisión. Pero sí se ha trabajado, ha sido un trabajo silencioso. No todo se traduce en iniciativas parlamentarias. El trabajo se realiza con los ministros cuando nos visitan en las cámaras. Hablar y pedir cosas que son necesarias para la ciudad. En estos años atrás hemos visto a muchos ministros visitar Melilla y no vienen de casualidad. Que Melilla necesita más cosas, claro que sí. Que tenemos cifras de desempleo alto, sí. Pero no hemos estado quietos. Hemos llevado adelante muchas iniciativas. En el ámbito de igualdad me siento orgullosa de que se haya conseguido que los menores sean considerados víctimas en las situaciones de violencia de género y eso es un trabajo silencioso. Pero bueno, yo respeto las críticas, pero discrepo de ellas.
– ¿Cómo se sintió usted cuando entró por primera vez en el Congreso de los diputados?
–Mucha emoción. Yo defiendo mucho el trabajo del Senado, pero el Congreso es diferente, te das cuenta de que centraliza la vida política. Ha sido una legislatura breve, pero intensa por los debates que se han hecho. Escuchas cosas muy interesantes. Como experiencia personal es muy buena y como parlamentaria se aprende mucho.
–¿Qué les diría a los electores?
–Pido que confíen en el PP. Hemos demostrado que a pesar de lo difícil que fue, porque nos encontramos una situación tremendamente complicada, hemos conseguido que este país comience de nuevo a andar, a crear empleo, pero hay que seguir haciéndolo y para seguir la tarea necesitamos una amplia mayoría en las urnas. Hemos conseguido crear empleo y nuestro objetivo es que en 2019 haya 20 millones de personas trabajando. Votar al PP es saber que su voto va al PP. Hemos sido capaces de llegar hasta aquí y estamos convencidos de que seguiremos creciendo.
–Está claro que usted va a defender el programa del PP, pero también que probablemente no haya mayoría absoluta. ¿Le van a transmitir a los ciudadanos que esta vez, pase lo que pase, sí habrá un acuerdo?
–Sí,claro que se le puede decir. Nosotros siempre hemos trabajado por lograr un acuerdo. Pero si tu encuentras una persona enfrente a la que le planteas quiero hablar contigo y esa persona no quiere, difícilmente va a haber diálogo. Y esa persona es Pedro Sánchez y el PSOE, y ahora se une Albert Rivera a esa política del no. Pero yo puedo decir que el PP va a trabajar por llegar a acuerdos. Por eso insistimos en la necesidad del voto útil, si votas PP va a ir al PP
– Y la abstención. Imagino que es otra de sus preocupaciones.
–La abstención en Melilla es siempre una asignatura pendiente. Hay gente que se confía, yo quiero animar a la gente a la participación. Para poder hablar es fundamental que hayas votado. Animo a que los ciudadanos confíen en el proyecto que presentamos para Melilla. Esto que ha pasado no puede volver a pasar.
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