Con más de veinte peñas y asociaciones presentes en el evento y miles de melillenses participando activamente, la Romería del Rocío logró ayer demostrar que no deja de ser una tradición consolidada que gusta y atrae a numerosos melillenses.
En esta su presente etapa, dentro del recinto acotado del Fuerte de Rostrogordo, la Romería sigue en auge pero también demanda novedades con vistas a seguir absorbiendo nuevos participantes, como las asociaciones que, caso del Club Scorpio o la de Costaleros, ayer participaban por primera vez con nombre e instalaciones propias.
De hecho, dado que la romería nocturna se perdió y pasó a la historia, en la Ciudad Autónoma no se descarta organizar una fiesta rociera complementaria que pudiera servir de antesala a la Romería. Se trata de una idea que aún hay que madurar, pero que bien organizada podría servir para llenar de mayor contenido un festejo que atrae a amplios sectores de melillenses.
La idea es un reto, ha sido el propio presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, quien la ha lanzado, y ahora sólo queda madurarla con vistas al año que viene.