Periodista de profesión, Fadela Mohatar inició su andadura política de la mano del presidente regional del PP y entonces presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, en el año 2011, cuando ocupó la viceconsejería de la Mujer y presidió el extinto Instituto de las Culturas. Ya en 2015 ocupó la Consejería de Cultura y empezó a destacar en el seno del partido, formando parte de la dirección regional. Actualmente es diputada local del PP y se encarga de la Secretaría de Comunicación.
-¿Cómo se afronta el reto de llevar la comunicación de un partido del que siempre se ha dicho que falla precisamente en eso?
-A mí me gustan los retos, aunque no comparto que en la actualidad esto sea un problema, sí lo fue en el pasado. En los últimos años, el Partido Popular ha revolucionado su modo de comunicar y creo que la gente lo percibe. Me siento muy a gusto contribuyendo a ello, en la medida de mis posibilidades, y me siento a gusto intentando cada día que la ciudadanía sienta y perciba que estamos ahí, trabajando sin descanso, persiguiendo el objetivo compartido de que Melilla resurja.
-Se avecina una campaña electoral en la que su Secretaría de Comunicación es clave fundamental…
-Sí; es importante, además de lo que haces, cómo lo comunicas. Por suerte o por desgracia, nos formamos la primera impresión a golpe de titulares y es un desafío lograr que un trabajo ambicioso y de calado, como el que desarrolla el Partido Popular, despierte la atención de la gente a través de un canal ágil y atractivo. Tenemos un buen equipo y comprometido. Intentaremos que esta parte de nuestra labor, también fundamental, logre seducir a la ciudadanía, que es a quienes nos debemos.
-¿Qué papel juegan las redes sociales para un partido político?
-Un papel importante, la verdad. La inmediatez ha copado nuestro día a día y los partidos políticos no podemos sustraernos al modo en el que la gente consume información, si no correremos el riesgo de ser invisibles. Al mismo tiempo, es fundamental que esas redes sean, precisamente, como la gente: comunicar de modo fresco e inteligente; constante, pero no cargante. No es fácil, cada día es un reto.
-¿Es más difícil comunicar ahora con las nuevas tecnologías y todas las técnicas del marketing digital?
-No, precisamente es más fácil. Las tecnologías te abren un mundo de posibilidades y creatividad. Lo difícil es no perderte con tanta innovación y no caer en lo vulgar. Es apasionante comprobar cómo evoluciona todo y, sobre todo, la versatilidad para lograr convencer, emocionar, explicar o definir en pocos segundos una situación. El riesgo, como digo, la vorágine de formarnos opiniones a golpe de impresiones instantáneas. Eso nos está impactando para mal. No todo son segundos ni titulares. No hay que perder el hábito de leer con detenimiento un buen artículo de prensa, que te contextualiza y ayuda a formarte, con más aristas, una opinión sólida de los temas que nos preocupan.
-Si tuviera que definir al Gobierno con una sola palabra, ¿cuál sería y por qué?
-La tormenta perfecta. En uno de los peores momentos de nuestra reciente historia, ha sido la peor de las opciones para afrontarlo: unos partidos a los que solo les ha unido el rencor y la revancha contra Juanjo Imbroda, precisamente por ser el líder con más éxito de los últimos años. Enfrentados, sin programa, compitiendo entre sí y sumamente incompetentes. Una lástima. Hemos perdido 4 años de nuestro progreso.
-¿Cuál es en su opinión la peor de las acciones que ha llevado a cabo el Gobierno en este año que termina?
-Sin duda, hipotecar nuestro futuro medio ambiental y de progreso firmando 35 años más para que Endesa se queden en la Plaza de España. ¿Se imaginan una central de energía en la calle Larios? Se cargaron que pudiéramos tener el equivalente a 50 campos de fútbol más suelo para Melilla con la ampliación del puerto. Allí nos hubiésemos llevado Endesa, la incineradora y todo lo contaminante y liberado muchísimo suelo para crecer. Es un castigo para Melilla y no lo merecemos
-¿Cómo afronta el PP el año electoral que se avecina?
-Tal y como lo hemos hecho todos estos años en la oposición. Constantemente atentos a que no se adopten políticas que nos perjudiquen, denunciándolo e intentando evitarlo. Buscando las mejores propuestas para la ciudad e impulsándolas con ilusión y compromiso. Así lo hacemos porque así lo sentimos. Nos duele Melilla y estamos en una defensa constante de la ciudad y nuestra gente. ¿Con elecciones en el horizonte? simplemente, insistiendo más porque nos jugamos muchísimo este mes de mayo.
-Diga su deseo para los melillenses en 2023
-Deseo una ¡ciudad luminosa! Una ciudad que vuelva a brillar con su encanto, su enriquecedora diversidad, que recupere la esperanza por resurgir, porque potencialidades las tiene todas. Solo necesitamos que nadie nos vuelva a poner palos en las ruedas como lo han hecho estos cuatro años. Melilla es luz, que vuelva a brillar con fuerza. Ese es mi deseo.
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