Categorías: Cultura y Tradiciones

“No somos costaleros, sino cargadores”

En uno de los locales de la Plaza de Toros se encuentra trabajando un grupo de amigos a diario para que la Semana Santa de Melilla sea una realidad cada año.

Entre el montaje y la fijación de la candelería y el cálculo de altura y asignacón de puestos en el paso, un grupo de hermanos de la Cofradía del Nazareno atiende a El Faro. En Melilla hay una variedad de estilos a la hora de sacar adelante los tronos o pasos procesionales. “Llevamos un paso de estilo jiennense. Somos cargadores, no somos verdaderamente costaleros”, aclara el jefe de cuadrilla y vocero de la hermandad, Christian Ramos.
 No era así en los comienzos de esta hermandad, que cuenta con siglos de historia. El Nazareno estuvo celebrando durante el año pasado el 350 aniversario de su primera salida procesional documentada. También contó con portadores, pero ante la falta de los mismos, un problema común en la mayoría de las cofradías melillenses, tuvo que cambiar el modo de llevar los tronos.
Tanto dio de sí el problema que el paso de la Sentencia “se tuvo que cambiar del Miércoles al Lunes Santo por falta de portadores”, recuerda Ramos. La transición de estilo se realizó hace algunos años. “Tenemos la suerte de que Álvaro Guzmán tuvo una idea y se la transmitió al Hermano Mayor de entonces, y la aceptó. Fue lo mejor que pudo hacer”, explica en referencia a actual la forma de llevar los pasos.

Cuadrilla de cargadores
“Somos cargadores, no somos verdaderamente costaleros. En el paso de la Virgen de las Lágrimas cargamos mixto, con costal y hombros”, reconoce el jefe de cuadrilla. En el caso de la Sentencia no es así. Cargan únicamente sobre hombros. Esta situación podría cambiar, porque el pensamiento de la cofradía es otro. “Para el año que viene una vez que pase Semana Santa hablaremos con Paqui, la Hermana Mayor, para quitar las pletinas en el paso de la Virgen de las Lágrimas, y dejar las trabajaderas enteras para cargar el costal”,anuncia.
Esto desembocaría, según Ramos, en que sería “más bonito”, porque la forma de trabajar “es muy diferente”. “Estaría muy bien que en Melilla hubieran pasos con costal”, reconocía.
Mientras el jefe de cuadrilla atiende a El Faro, el resto de hermanos y amigos de la cofradía continúan manos a la obra. En ese momento, procedían a instalar y fijar toda la candelería del “paso de las Lágrimas”,  como ellos lo llaman, y a colocar calzos para igualar la altura de los cargadores. “No tenemos la misma altura, entonces lo arreglamos con calzos, un poco de madera para igualar el paso a la altura de la persona más alta”, aclara.
Son en total entre 50 y 60 personas las que forman las cuadrillas. En el caso de la Sentencia está compuesta por 40 cargadores y en el de las Lágrimas, por 28. “Hacen falta cargadores y portadores, porque lo suyo es tener dos o tres cuadrillas para repartir”, afirma Ramos, aunque reconoce que ellos tienen un buen número para poder relevarse.

Un trabajo posible por todos
En cuanto al trabajo diario, a pesar de situaciones que hay que solventar y aguantar, para ellos es bastante cómodo. “Lo bueno que tenemos es que venimos todos los miembros de la Junta de Gobierno, además, ya ves que los cargadores, el capataz, estamos todos. Todos venimos a ayudar y hacer que todo salga lo mejor posible”.
Christian Ramos es hoy jefe de cuadrilla en la Cofradía del Nazareno, que aglutina a nada más y nada menos que seis pasos distintos, repartidos de Lunes a Viernes Santo, pero hasta ostentar este cargo pasó por varias ocupaciones. “Llevo en la cofradía desde que nací, tendría dos o tres años cuando vino Paqui, (hoy en día la Hermana Mayor de la cofradía) a mi casa a hacerme el traje de nazareno para salir con mi vela”, recuerda. Actualmente, como él mismo nos cuenta, podría ser capataz, se lo propuso la propia Hermana Mayor, “pero yo mientras mi cuerpo aguante estaré bajo el paso”, sentenciaba.

De lunes a jueves, ensayos de las cuadrillas

La Cofradía del Nazareno lleva ensayando desde el mes de octubre de 2015 con los pasos de la Sentencia y de la Virgen de las Lágrimas, como cuenta el jefe de cuadrilla de la hermandad, Christian Ramos. Tras ciertos parones en estas prácticas, por diversos motivos, desde el mes de enero están ensayando con los pasos de lunes a jueves. “Lo suyo sería hacer seis ensayos, tres para los pasos de misterio y tres para los de palio, pero como tenemos el hándicap todos los años de que tenemos entre 10 y 12 personas nuevas, pues hay que enseñar el paso que llevamos”, comenta el jefe de cuadrilla y vocero. No obstante, la talla continúa abierta y cualquier persona que quiera acudir de cargador sólo tiene que pasarse por la Plaza de Toros y preguntar por esta cofradía.

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