Ernesto Carbonell es uno de los siete artistas de ‘Lunáticos’, un espectáculo de circo que hará ver al público que el cuerpo humano puede ‘volar’, ‘saltar’ y soportar un gran peso.
‘Lunáticos’ es la historia de siete personajes que expresan sus locuras a través de sus cuerpos. La gimnasia acrobática es lo que permite a estos artistas hacer figuras sorprendentes que dejan al público con la boca abierta. Ernesto Carbonell, componente de este espectáculo, explica a El Faro que el truco para que sus compañeros ‘vuelen’ y ‘salten’ es el trabajo duro. Muchas horas de entrenamiento son necesarias para que no haya accidentes en este espectáculo de circo que llegará a Melilla el sábado y el domingo a las 18:30 horas y a las 12:00 horas, respectivamente. Los ‘superhombres’ que consiguen impresionar con este ‘show’, además de Carbonell, son Álvaro Chiner, Violeta Giménez, Guillem Martínez, Javier Martínez, Jorge Navarro y Julia Pérez.
–¿Qué es ‘Lunáticos’?
–Es un espectáculo que surgió a raíz de otro anterior, que fue el que utilizamos para darnos a conocer en el programa ‘Tú sí que vales’. La música de este show era muy solemne y queríamos cambiar de registro. Pensamos en hacer algo más cercano al público y que nos permitiera hacer el tonto. Estamos muy cómodos con este papel. Un día, en los entrenamientos, comenzamos a jugar y salió ‘Lunáticos’.
–¿Se vuelven locos en este espectáculo?
–Más o menos. En ‘Lunáticos’ exageramos mucho los perfiles de cada artista hasta llegar casi a la enfermedad psiquiátrica. La ventaja de este número es que nos lo pasamos muy bien y eso al final llega al público..
–¿Qué tipo de lunáticos nos encontramos sobre el escenario?
–Hay un poquito de todo. Hay un narcoléptico que se va durmiendo por todas partes, un maniático de la limpieza, una chica que se asusta de cualquier cosa, un neurótico y un bipolar. En el espectáculo también contamos con una doctora, que parece que es la más cuerda, pero al final se vuelve muy loca. Bueno, y el ayudante de la doctora, un loco que intentó curarse y comenzó a realizar actividades en el hospital, pero al final se comprueba que es un lunático como el resto.
–¿El espectáculo surge de cualidades que tienen los actores que están actuando?
–Sí. Se propusieron muchos papeles, pero al final elegimos estos porque son con los que estamos más cómodos. Cuando hemos intentado cambiar de personaje, no ha salido bien. Hemos potenciado los papeles que sin querer ya están en nuestra personalidad.
–¿Cuál es la sensación que se lleva el público tras ver ‘Lunáticos’?
–Hasta ahora lo que más le impacta al público es precisamente que sea una actuación muy cercana a ellos. Los espectadores ven una obra de teatro en la que un niño está andando y dos segundos más tarde está volando por los aires. También es interesante que nuestros personajes están interactuando con el público. Estamos muy pendientes para improvisar sobre la marcha con él. La dificultad técnica de las figuras acrobáticas que hacemos sumado al hilo argumental de la obra son otras dos piezas que llaman la atención de los espectadores.
– ‘Lunáticos’ nace en un entrenamiento. Vuestro trabajo va más allá de un ensayo de interpretación, ¿es como practicar deporte?
–Bueno es que ‘Dinamic’ se divide en dos. Por un lado está el Club de Gimnasia Acrobática y por otro, está la empresa de espectáculos. Aunque todo está más o menos unido porque la mayor parte de los artistas de ‘Lunáticos’ somos entrenadores del club. Hay otro dos chicos de nuestro ‘show’ que forman parte de los alumnos del club que se dedican a participar en competiciones deportivas nacionales e internacionales. Estos dos jóvenes son octavos del mundo en esta modalidad de gimnasia y la chica forma parte de un trío que está pendiente de entrar en la selección nacional para participar en los europeos. Deportivamente hay un nivel alto. A partir de ahí, lo que hicimos con la empresa cultural fue llevar la gimnasia acrobática al mundo del espectáculo. ‘Lunáticos’ se creó en entrenamientos porque nos machacamos como mínimo tres horas al día.
–¿Tres horas al día sólo para mantener en forma al cuerpo?
–Sí. De hecho los niños entrenan más horas. Los mayores no competimos, pero nos reunimos para estar en forma.
–¿La idea de hacer espectáculos nace para ganar dinero para el club o como una forma de dar a conocer vuestro trabajo a nivel nacional?
–Realmente la parte de espectáculos estuvo muy ligada desde su nacimiento a la del club. Los fundadores venían del mundo de los pasacalles y al competir en gimnasia acrobática vieron que era un deporte que se podía llevar a un escenario. Comenzaron con pequeñas exhibiciones y con el tiempo se constituyó la empresa.
–¿Se siente más deportista o artista de circo?
–Todo está ligado. Para los entrenadores del club, que somos los que estamos en los espectáculos, como es mi caso, somos artistas de circo. Es la vida después de la competición. Ante la opción de dejar de hacer gimnasia acrobática salió lo de hacer espectáculos. Todos nos consideramos artistas de circo, pero los niños siguen siendo deportistas de élite. En definitiva son cosas compatibles aunque por los horarios sea complicado.
–¿No hay que ser un poco lunático para salir de un mundo tan competitivo como es el deportivo, y entrar en otro, el de los artistas, que está en crisis y el nivel también es alto?
–La verdad es que sí. En más de una ocasión tras un duro entrenamiento o con varios espectáculos en las espaldas nos planteamos las horas que se invierte en esto. Es un tiempo que no estás ni con la familia ni con los amigos. Pero al final haces una evaluación de la situación y de momento, nos compensa tanto esfuerzo. No se trata sólo de ganar dinero o ser famoso, sino de sentirte realizado con lo que haces ante el público. De momento no nos interesa la fama. Sabemos que no nos vamos a hacer ricos con esto. Tienes la satisfacción de que la gente se da cuenta de lo que estás haciendo y el tiempo invertido en ello lo agradecen.
–¿Lo importante es el aplauso?
–Es el aplauso. Pero también que cuando acabes, todo haya salido bien. Hay pequeños fallos que el público no detecta. Suele ser muy agradecido y cuando ve una de nuestras figuras se impresiona, pero nosotros somos muy exquisitos y si hay un titubeo lo notamos. La sensación buena es cuando has terminado todo sin fallos y ves que el público se levanta para aplaudir.
–Los niños y jóvenes con los que trabaja no se parecen en nada a ‘la generación ni-ni’.
–No. De hecho, nosotros inculcamos que lo primero son los estudios y luego ya está el deporte o el circo. Como le he comentado antes, no te haces rico ni puedes vivir de un sueldo de espectáculos. Todos los que estamos trabajando como artistas tenemos licenciaturas y estudios superiores. Esta mentalidad la trasmitimos a los niños. En el deporte de élite hay que invertir muchas horas, pero si no destinan el mismo tiempo a los estudios, repercute negativamente en la competición. Los alumnos que no tienen todas las asignaturas aprobadas no compiten e incluso se ha llegado a mandar a casa a los estudiantes para que subieran las notas, lo que les hace perder entrenamientos y no poder competir. La parte de los espectáculos para los más pequeños es un premio. Los niños entrenan tres días a la semana en el club y los que van bien en los deportivo y en los estudios pueden venir a los ensayos de la parte de espectáculos. No todo el mundo del club puede participar en los ‘shows’.
–¿Con qué se queda de la parte deportiva y con qué de los espectáculos?
–Está todo muy ligado y es muy difícil separar una cosa de la otra, quieras o no, la filosofía de un sitio se aplica en el otro. Pero de la parte competitiva me quedo con el esfuerzo y los sacrificios que hacen los niños para una sola competición, como es el campeonato de España. Se la juegan a una sola carta. Los que están en el grupo de élite se pierden cumpleaños de amigos, excursiones de colegio o viajes de fin de curso por venir a entrenar. Muchas veces te lo dicen y a nosotros nos toca recordarles que ellos van a participar en un campeonato.
–Seguro que le han dicho que los niños pierden su infancia en estos entrenamientos.
–Claro que nos han dicho que se están perdiendo cosas de las que disfrutan otros niños de su edad. Pero en broma, yo a mis alumnos les digo que son superhéroes, que no son niños comunes. Tienen una responsabilidad y eso implica sacrificio. Por contra, reciben unos premios que nunca sus amigos van a conseguir. Además, sus compañeros de clase se quedan alucinados cuando ven los vídeos del tipo de gimnasia que practican y eso sólo es posible si hay muchas horas de entrenamiento detrás.
–¿Y de la parte de empresa? ¿Con qué se queda?
–Me llevo el querer ser el mejor cada vez que hacemos un espectáculo. Somos muy exigentes. Es una de las características más relevantes de Dinamic y gracias a ella, estamos hoy en una buena posición. Hilamos muy fino. Cuando sale algo mal se analiza y se buscan opciones para mejorar. La filosofía es dar un paso más. Cuando acabamos una coreografía, siempre le damos una vuelta más para que sea más difícil y por lo tanto, sea más impresionante.
–Hacen figuras acrobáticas muy peligrosas. ¿Llegan a estar en peligro? El público llega a temer que alguno de ustedes caiga al suelo.
–La gimnasia acrobática tiene un componente de riesgo más elevado que otros deportes, pero también se reduce el peligro al entrenar mucho una figura. En los ensayos es donde ves los riesgos. Hay muchas caídas. Pero la filosofía de los portores es que los ágiles no pueden caer al suelo. Con la experiencia de los entrenamientos, en los que utilizamos colchonetas, protecciones y cuerdas para evitar que alguien pueda tener un accidente, vemos por dónde cae la persona y cuál es la parte más débil de la figura. As, los portores sabemos cómo coger a los ágiles. El riesgo se minimiza por los portores.
–¿Cómo fue la experiencia de ir a la televisión?
–El jefe de la empresa no quería. Nos propusieron ir a la versión anterior de ‘Tú sí que vales’ y no fuimos. La televisión puede ser muy positiva, pero a la vez muy negativa porque te puede hacer mucho daño. Si en la primera fase, nos mandan a casa o Risto Mejide (jurado del programa) nos cruje y nos dice que es horrible, se hubiera complicado nuestra situación. Pero luego llegó una época en la que había muy poco trabajo debido a la crisis. Los jefes de la empresa cambiaron de opinión y pensaron ‘de perdidos al río’. La experiencia al final fue muy positiva. Ganamos el concurso y fue una situación muy surrealista cuando vinieron a felicitarnos tanto Risto como Merche y José Corbacho (dos miembros del jurado).
–Les tocará adaptarse a mil escenarios diferentes.
–La dificultad técnica de los espectáculos que llevamos nos lleva a adaptarnos, pero cuesta en muchas ocasiones. En un teatro, por ejemplo, nos dicen que hay una determinada altura, pero cuando haces una figura de tres personas o lanzamos a un niño a siete metros del suelo, no hay suficiente espacio. Otro problema que tenemos es la iluminación. Sin querer ponen focos que nos impiden ver a la persona que está cayendo. Aunque la verdad es que en teatros hemos tenido suerte porque los técnicos nos aconsejan sobre cómo usar la iluminación.
–¿Qué planes tiene Dinamic para los próximos meses?
–A corto plazo, lo que más funciona, la gira con ‘Lunáticos’. Al ser un espectáculo pequeño, con poco decorado y con siete artistas, es más asequible y nos programan más en los teatros. También nos está ayudando el Plan Platea. Pero además hay en marcha otro espectáculo mucho más grande que se ha realizado en Marbella: ‘Aihua’. Se trata de la historia de dos hermanos que entran en una casa. Allí encuentran un juego que cobra vida a través de un duende. Ése es el personaje que les lleva a varios mundos. El show tiene escenas con cama elástica, gimnasia acrobática, música en vivo y malabares. La intención es, entre ‘Lunáticos’ y ‘Aihua’, seguir durante un año más.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…