Editorial

No podemos permitirnos un traspié

El Ministerio de Sanidad ha dado luz verde a que Melilla pase, el próximo lunes, a la fase 1 de la desescalada. Después de semanas de confinamiento y de un parón de la actividad económica, poco a poco, las restricciones impuestas para intentar acotar la propagación del coronavirus se van relajando y avanzamos hacía la recuperación de la normalidad. Una normalidad que durante un tiempo no será como la que veníamos disfrutando tiempo atrás pero que nos permitirá retomar el pulso de nuestras vidas.

A partir de la semana que viene, podremos visitar a nuestros familiares, asistir a los lugares de culto, acudir a comprar sin cita previa e incluso sentarnos en la terraza de un bar. Se trata de un pequeño avance más, tras la decisión de permitir los paseos y la práctica del deporte, que servirá para aliviar la presión que supone permanecer encerrados en el domicilio y que también permitirá arrancar nuestra economía, muy perjudicada por las medidas que han tenido que tomarse debido a la emergencia sanitaria.

Así, Melilla se suma a la mayoría de regiones de España que dejan atrás los estadios más severos del estado de alarma decretado por el Gobierno el pasado 14 de marzo, lo que pone en valor el trabajo realizado tanto por el área de Salud Pública de nuestra ciudad como por parte de la Delegación de Gobierno en la contención del COVID-19, un plan “muy bien diseñado” tal y como lo calificó ayer el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. Una gestión tan buena como la de otras comunidades que también pasan de fase pero que cuentan con un sistema sanitario mucho más potente que el que tenemos en nuestra ciudad. También, hay que reconocer la labor, que no nunca será suficientemente agradecida, de los sanitarios de Melilla y de aquellos ciudadanos, la mayoría, que disciplinadamente han cumplido con las indicaciones de la autoridades sanitarias.

Ahora, lo que toca a partir del lunes es mantener el mismo respeto a las normas que durante estas semanas, no se puede caer en el error de creer que esto ha terminado. Un rebrote de la enfermedad es probable y debemos seguir con el mismo rigor que hasta ahora. Necesitamos seguir subiendo los escalones marcados para esta desescalada y no podemos permitirnos dar un traspié. Es cosa de todos, seamos responsables.

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