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“No podemos dejar al azar la lucha por nuestra riqueza cultural”

La directora del Instituto de las Culturas, Fadela Mohatar, asegura a El Faro que la población de Melilla debe cuidar su modelo de convivencia porque son muchos los peligros que la acechan a diario.

Fadela Mohatar cumple un año de gestión política al frente de la Viceconsejería de la Mujer y un mes como nueva directora del Instituto de las Culturas. Dos grandes proyectos que le han permitido conocer la política desde dentro tras muchos años analizando estas áreas desde el punto de vista periodístico. Asegura que esta experiencia está siendo muy enriquecedora y que en septiembre se darán a conocer todas las nuevas ideas que van a llevar el timón del Instituto de las Culturas. Mohatar destacó a El Faro la importancia de esta entidad en la ciudad para velar por la protección de las diferentes comunidades y culturas y de la convivencia pacífica entre ellas.
–¿Cómo llega a sus manos el proyecto del Instituto de las Culturas?
–Pues por la confianza que depositan en mí tanto el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, como el presidente de honor del Instituto de las Culturas, Abdelmalik El Barkani. Me piden que considere la posibilidad de poder seguir sacando adelante un proyecto de ciudad que, como he dicho en otras ocasiones, no debe tener marcha atrás. Creo firmemente en él, que nació con la génesis de trabajar por la interculturalidad y la multiculturalidad, que es innegociable en la ciudad. Me lo plantean y lo acepto e intento coordinarlo de la mejor forma posible con otro gran proyecto, como es la Viceconsejería de la Mujer. Tras este mes intenso de actividades por Ramadán que nos ha dejado exhaustos en energía por el intenso trabajo, será el momento de organizar los tiempos con el gerente del Instituto, Fernando Belmonte, y así no desatender la Viceconsejería de la Mujer.
–Ya conocía el Instituto de las Culturas, pero ¿cómo es esta entidad desde dentro?
–El trabajo es similar a cuando yo comparaba mi trabajo como periodista con la responsabilidad política. Es ver las cosas desde dentro o desde fuera. Lo que traigo ganado es que llevo un año de gestión política. He podido familiarizarme con las cuestiones inherentes a los cargos políticos,  como son la atención pública, la gestión de equipos y la visión general de los proyectos. Modestamente, creo que en la Viceconsejería de la Mujer hemos podido encauzar una serie de proyectos en estos meses interesantes. Y desde el Instituto de las Culturas, aunque he tenido poco tiempo porque llegué justo en la vorágine de las actividades organizadas por el mes de Ramadán, se ha estado esbozando las líneas de actuación sobre las que vamos a trabajar a partir de septiembre.
–Las actividades de esta entidad seguirán la línea de los objetivos marcados, pero ¿cómo se trasladan esas ideas en actividades? ¿Y cómo llegar a la ciudadanía?
–Las líneas de actuación que se marca el Instituto de las Culturas, como bien se refleja en sus estatutos, se materializarán en tres aspectos, como por ejemplo, incentivar la investigación sobre los fenómenos multiculturales y los peligros que pueden acechar a la convivencia y el pluralismo cultural. Una segunda línea de actuación será emprender acciones, experiencias y proyectos que favorezcan el diálogo cultural y el respeto por la diferencia. En este sentido, queremos poner el énfasis en que esperamos que el proyecto sea palpable para la ciudadanía y sean cómplices de lo que hacemos. Estos proyectos promoverán la participación de la población. Como tercer gran bloque de objetivos está salvaguardar el patrimonio inmaterial de Melilla. Desde el cambio de los estatutos de la ciudad, el Instituto de las Culturas es el responsable de esto.
–¿Mujer y multiculturalidad serán dos conceptos más unidos ahora en la gestión política de la Ciudad?
–Hay muchas actividades que tendrán objetivos comunes. Tanto género como la protección cultural son temas transversales que en casi todas  las actuaciones que realiza un político debería tener en cuenta la perspectiva de género y al menos en una ciudad como la nuestra, la salvaguarda de la diversidad y el pluralismo.
–El presidente de la Ciudad aseguraba que la libertad y la igualdad eran valores que debían  transmitirse a los jóvenes. ¿Desde las dos áreas que dirige se puede actuar sobre estos ámbitos?
–Hay que impregnar todas las actuaciones que hagamos de respeto y de todos los principios y valores que da nuestro estado de derecho, como son la igualdad, la pluralidad o la libertad. En la participación ciudadana los jóvenes tienen que estar presentes porque al fin y al cabo son los que van a transmitir la semilla que consigamos plantar en nuestra sociedad. El trabajo que hagamos ahora en estos ámbitos será fundamental. Las generaciones venideras no nos perdonarían que teniendo un patrimonio de incalculable valor no trabajáramos ahora, lo estimuláramos y lo pusiéramos en valor para que puedan vivir en una sociedad libre de prejuicio, con respecto a los demás y en una sociedad plural.
–¿Qué opina sobre las críticas que se hacen al Instituto de las Culturas por dedicar más tiempo a aspectos que tienen que ver con la cultura bereber?
–¿Por qué la población cree que nos estamos dedicando más a actividades de la tradición bereber o de la comunidad musulmana? Quizás es porque hasta ahora no lo habían visto. Esto se puede llamar discriminación positiva. Si en una ciudad todavía no estamos acostumbrados a ver actividades pertenecientes y reactivas a una comunidad es que algo no funcionaba bien. Pero también aseguro a las personas que hacen esta crítica que ya hemos mantenido reuniónes con la comunidad judía y a punto de entrevistarnos con la comunidad hindú. Incluso ya nos preocupamos de escuchar las demandas de los colectivos iberoamericanos de la ciudad. El Instituto de las Culturas pretende hacer una radiografía y ser un laboratorio de experiencia y poner en valor todas las culturas. El problema era que antes no se visibilizaba la tradición o cultura de una importante comunidad.  En estos primeros años ha habido una intensidad especial en las actividades de Ramadán porque deseábamos que se incorporara a las festividades de la ciudad como algo cotidiano. Además, el Instituto de las Culturas financia actividades como la celebración de la Virgen del Rocío o la del Carmen.
–Al ser un proyecto de ciudad, ¿se intentará convencer a la oposición de la importancia de estas actividades?
–No vamos a adelantar el grueso de los proyectos que tenemos en mente hasta que no se convoque el consejo rector de esta institución en el que está representado todos los partidos de la oposición. Cuando se nombró al gerente, Fernando Belmonte, se llamó a todos los dirigente de la oposición para ofrecer su colaboración con independencia de las tendencias ideológicas de cada uno y así trabajar en un proyecto común. La idea clara que tenemos es que es un proyecto común y de ciudad. Difícilmente va a tener la oposición no apoyar los esbozos de los proyectos que vamos a presentar. Pueden poner problemas en la forma, en el fondo, en las inversiones pero difícilmente no van a poder apoyar la finalidad de los proyectos que se van a emprender en pro de la cohesión social de nuestra ciudad.
–Dejar el periodismo por la política fue un cambio sin duda difícil, pero ¿qué valoración hace de este primer año de trabajo en la Viceconsejería de la Mujer?
–El balance es positivo. Ha sido muy enriquecedor. Jamás me había planteado dedicar un periodo de mi vida, o al menos hoy por hoy pienso que tiene principio y fin, a esta responsabilidad. Pero una vez que acepto este proyecto, que me inspira un gran respeto, le dedico todo mi tiempo y mi esfuerzo. Estamos en una época en la que los políticos estamos muy mal vistos. Lo entiendo porque soy política pero a la vez ciudadana. Tengo hijos, padres y amigos que están afectados por lo que está sucediendo. Sin embargo, no creo que sea de recibo generalizar. Ni todos los políticos somos malos ni los médicos excelentes ni los estudiantes son fatales. Somos seres humanos y somos buenos, malos o regulares en todas las actividades a las que dedicamos nuestro tiempo. Yo rompería una lanza a favor de las personas que tanto del Gobierno local como de la oposición dedicamos esfuerzo, trabajo y horas de preocupación. Tanto el área de Mujer como la del Instituto de las  Culturas se ven como causas perdidas y constantemente tienes que convencer a la gente de la necesidad de estas instituciones. El tema de la igualdad es fundamental si se desea tener una sociedad avanzada y con la protección de las culturas es idéntico. No podemos dejar al azar la lucha por nuestra riqueza cultural ni podemos andar presumiendo de una multiculturalidad sino la trabajamos. Podemos perderla. Hay peligros que nos acechan. La globalidad está a la vuelta de la esquina intentando eliminar todas las  identidades culturales. Melilla es un sitio paradigmático donde poder trabajar. No nos engañemos, no podremos decir dentro de unos años que deseamos exportar nuestro modelo intercultural, sino trabajamos seriamente y definitivamente con un órgano autónomo como éste, que le dedique los esfuerzos de forma exclusiva.
–Siempre que habla sobre su trabajo, hace referencias al equipo que le rodea.
–Me gusta inspirar mi trabajo en equipo. Siempre estoy en contacto con las personas que trabajan conmigo en la Viceconsejería. Y en el Instituto de las Culturas el equipo es muy escaso, pero trataremos de suplir esas carencias conforme se vayan desarrollando los proyectos y no antes. Ni tampoco antes de demostrar a la oposición y a la ciudadanía que el Instituto de las Culturas es importante. Trabajar en equipo y con los colaboradores es principal, ya que cuando algo sale bien es gracias al esfuerzo de todos y es un éxito de todos.
–Esto es cómo vive a nivel profesional esta parte de su vida, pero ¿cuál es su experiencia personal?
–Creo que me está ayudando. Soy una persona muy empática, y me gusta ponerme en el lugar de los demás aunque eso me cause algunos problemas. Por ejemplo, cuando trabajas en temas sociales como Mujer, lo primero que hacen es advertirte de que tengas cuidado y analices las cosas desde fuera porque llegan temas terribles. Hay que ser empática y a la vez poner un espacio para que no te afecte. Pero sí me ha hecho bien. Me siento una persona privilegiada y afortunada de poder diseñar proyectos y hacerlos posible.
–En la primera entrevista que tuvimos indicó que ser periodista y político no eran trabajos tan alejados y que la gestión política le iba a permitir ir en la dirección de trabajos que como informadora había visto posible.
–Sigo pensando lo mismo. Para mí la política era una continuidad de nuestro trabajo como periodistas. En el periodismo ponemos voz, tinta o imagen a determinadas situaciones que se viven en la ciudad. Los periodistas trabajamos pegados a los políticos y a los problemas que surgen a las personas y sólo podemos llegar a la denuncia o la exaltación pública de esto. Sin embargo, desde atrás de la mesa de un despacho, en la política se tiene la capacidad de intentar ponerles remedio o marcar los caminos para que aquellas situaciones que veíamos se les dé una solución. Ya era muy satisfactorio mi trabajo en la prensa y también es enriquecedor éste, porque continúo una senda que ya había iniciado.
–Uno de los proyectos de la Viceconsejería será el estudio de las familias de Melilla en colaboración con la UGR. ¿Cómo se está desarrollando?
–El proyecto de ‘Democratización familiar para prevenir la violencia de género’ está avalado por muchos años de investigación. Ahora en Melilla se realizará la fase de investigación en la que se analizará los índices de cooperación y de respeto en las familias. Son seis meses de estudio. Tras analizar los parámetros de las familias se darán las pautas para la siguiente parte,que será realizar un curso de formación de formadores. En este curso podrán participar todos los agentes que ya trabajan en la prevención de la violencia de género. Este proyecto es importante porque permite conocer la raíz de las relaciones de desigualdad entre géneros y poner medida para evitar la violencia machista. A partir de ahí se extenderán las clases de democratización familiar.
–¿Cuáles son los proyectos que más le hacen ilusión?
–En el tema de Mujer, me ilusiona mucho el proyecto de democratización familiar y el que hemos propuesto al Ministerio de Educación. Estamos esperando respuesta para introducir un plan de educación en igualdad en los centros escolares. Se trata de otro de los caballos de batalla por la igualdad social en las escuelas. Se ha presentado un proyecto de colaboración y nos gustaría ponerle en marcha.

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