La vacunación en Melilla ha ido bien desde que a finales del pasado mes de diciembre se comenzó a poner las dosis tanto a los mayores que se encuentran en las residencias, a los profesionales que están con ellos, al igual que los sanitarios que se trabajan en primera línea de lucha contra la pandemia del coronavirus. A partir de ahí se han ido cumpliendo con los restantes grupos que figuran en el Plan Nacional de Vacunación, con sus correspondientes reformas, pero todo ello en función del número de dosis que se han ido recibiendo.
Es verdad que cuando España recibió sus primeras dosis el optimismo se lanzó mucho más rápido de lo que luego ha sido la verdadera realidad. Doblaron las campanas demasiado pronto como luego se ha podido confirmar. Existen distintas versiones sobre si al final se podrá cumplir con los datos que ofreció en su día el Ministerio de Sanidad y que con la llegada del verano ya tendríamos al setenta por ciento de la población vacunada, lograndolo que se denomina la ‘inmunidad de rebaño’.
Durante estos meses, a medida que se iban conociendo los datos del retraso por parte de las farmacéuticas se han escuchado muchas voces que instaban a la Ciudad Autónoma a solicitar al Ministerio de Sanidad que envíen a Melilla un mayor número de dosis.
Por supuesto, que todos los que han levantado la voz a lo largo de estas fechas tienen el derecho de reclamar más vacunas, pero también si nos ponemos a pensar con frialdad nos daremos cuenta que por mucho que el consejero competente en materia de Salud Pública, Mohamed Mohamed Mohand, repita todas las semanas en el Consejo Interterritorial de Salud que envíen más dosis a la Ciudad Autónoma porque, de otra manera, no queda más remedio que paralizar la campaña de vacunación en determinados momentos porque se han quedado sin dosis, no servirá para nada. Seguramente lo repetirá una y otra vez, pero, desde luego, es como predicar en el desierto, no sirve para nada.
El Ministerio de Sanidad está repartiendo las dosis de vacunación, de acuerdo con el estudio que ya realizó hace unos meses y todo va en función del número que vaya recibiendo por parte de las farmacéuticas. Y el no tener más vacunas ni es culpa de la Ciudad Autónoma, ni del Ministerio de Sanidad, ni tampoco de la Unión Europea, sino de Pzifer, Moderna o de AstraZeneca, quienes no están cumpliendo con los contratos millonarios que firmaron en su día con Bruselas.
Lo que nadie se explica es que estas propias farmacéuticas, a medida que avanzaban sus pruebas para contar con las vacunas, no prepararon la logística necesaria para su producción. Tiempo tuvieron más que suficiente para conocer de sobra que la producción no quedaba más remedio que incrementarla si de verdad se deseaba que la vacunación fuera un éxito en los primeros meses. Son empresas con facturaciones millonarias que tienen fondos más que suficientes para preparar una logística adecuada y que respondiera a las necesidades de los distintos países.
No se puede entender que cuando firmaron esos contratos millonarios, donde se especificaban el número de vacunas que debían servir y el tiempo que tendrían para ello, no calcularan que era imposible. Pero vamos, bastante dinero ya están ganando con las vacunas como para que al final no sean capaces de cumplir y que continúen produciendo muertos y más muertos porque las dosis no llegaron a tiempo.
Pero volviendo a Melilla, por muchas voces que se grite pidiendo que por parte del Ministerio de Sanidad se envíen más dosis a la Ciudad Autónoma no servirá para nada, ya que todo dependerá del número de viales que vayan llegando a nuestro país. Lo demás es como decía antes, predicar en el desierto.
De todas maneras, lo que si hace falta es dar explicaciones a la población y no continuar por parte del Ministerio de Sanidad asegurando que para el verano tendremos al setenta por ciento de la población vacunada, cuando con los datos que tenemos ahora mismo en la mano es más que imposible.