"No hay ninguna posibilidad para las personas subsaharianas de acceder por la oficina asilo de Melilla de manera legal y segura"

Amnistía Internacional es una de las organizaciones más conocidas en materia de defensa de derechos humanos. Con motivo del Día de los Derechos Huamanos, El Faro ha entrevistado al presidente de la sección española de la ONG, Esteban Beltrán, quien explicará las preocupaciones de la entidad en esta materia en Melilla.

¿Cuáles son las preocupaciones de Amnistía Internacional respecto a Melilla?

En Melilla y en Ceuta Amnistía Internacional tiene varias preocupaciones en materia de derechos humanos. El primero tiene que ver con las dificultades de acceder al asilo. En el caso de Melilla, solo recibe el 5% de solicitudes del todo el estado español siendo la única frontera terrestre de acceso directo para todas las personas que huyen de conflictos en África ¿Cuál es el motivo de que haya tan pocas solicitudes de asilo? Fundamentalmente de que hay mucha dificultad de pedirlo en Melilla. Por ejemplo, las salas que existen en frontera, donde la Policía lleva a cabo las entrevistas para la solicitud de asilo, los que vienen de la África subsahariana apenas tienen acceso a esas salas. Solo tienen acceso, por ejemplo, los sirios; pero no las personas que llegan vía Marruecos. En segundo lugar, las personas que logran pasar y estar en Melilla, no tienen derecho a moverse libremente por el territorio español, sino que tienen que quedarse en Melilla hasta que se les permita el ingreso a la Península. Eso ocurre a pesar de que hay varias sentencias de tribunales españoles que indican que tienen todo el derecho a moverse por España como quieran. El tercer elemento tiene que ver con las devoluciones en caliente, por ejemplo, en 2018 hubo 658 devoluciones en caliente entre Ceuta y Melilla. Esto es muy serio porque significa que son gente que se encontraban entre las vallas y fueron devueltas a Marruecos sin ningún tipo de trámite y en Marruecos las personas migrantes que solicitan asilo son maltratadas por la policía marroquí y son llevadas a lugares remotos dentro de Marruecos, por tanto son actos ilegales y se cometieron durante el 2018 en Ceuta y en Melilla. Por tanto, estas son algunas de las preocupaciones que tiene Amnistía Internacional sobre Melilla, que es un lugar donde es difícil acceder a pedir asilo, donde se devuelve a la gente en caliente y donde también se han mostrado varias preocupaciones en relación con el centro de menores Fuerte de la Purísima de Melilla, sobre todo por parte del Defensor del Pueblo. Entonces, los tres centros que tiene una capacidad máxima de 280 personas y generalmente están cubiertas y muchos están afinados y las condiciones, aunque hayan mejorado, siguen siendo muy complicadas. Melilla es un lugar especialmente sensible y con unas características particulares, donde ocurren abusos de derechos humanos en España.

Entonces, ¿el papel de Melilla en las solicitudes de asilo debería ser más importante?

Hay muy poca gente que solicita asilo en Melilla. En el año 2018 habían solicitado asilo unas 93.400 personas más o menos. Solo unas 3.585 lo habían solicitado en Melilla. Este año han llegado 27.524 inmigrantes a España hasta mediados de noviembre, que es un 50% menos. De estos 27.000 solo han llegado a Melilla 485 por vía marítima y unos 4.000 por vía terrestre. Esto muestra que Melilla es un lugar muy poco amistoso para pedir asilo. Es muy difícil pedirlo y esto provoca que mucha gente se juegue la vida saltando la valla o metiéndose por el mar, por lo que hay un riesgo enorme. Lo que debería ocurrir es que Melilla fuera un lugar donde cualquier persona puede solicitar asilo, es decir, en esas salas de la frontera donde se les pueda atender sin necesidad de que se jueguen la vida.

No hay ninguna posibilidad de acceder por estos puestos para las personas subsaharianas de manera legal y segura y esto es consecuencia de la colaboración entre España y Marruecos

¿Qué valoración hace Amnistía sobre el acuerdo entre España y Marruecos? ¿Cree que se respetan los derechos humanos?

Nosotros pensamos que el acuerdo entre España y Marruecos debería suspenderse antes de que los derechos humanos estén en el acuerdo. Hay un gran cantidad de recursos que se dan a Marruecos por parte de la Unión Europea; uno, para controlar la inmigración; dos, para que las personas que consiguen llegar a España, sean devueltas a Marruecos. A los inmigrantes de otros países, que no son de Marruecos, sino de lugares como Mali, se violan sus derechos cuando se devuelven de España a Marruecos los inmigrantes subsaharianos, sufren esas violaciones de derechos humanos. Por lo tanto el acuerdo no se basa en derecho humanos, en un acuerdo de inmigración que no los tiene en cuenta.

En Melilla hay unos mil menores extranjeros no acompañados ¿Cómo les puede afectar se un foco de atención mediático como lo están siendo ahora?

Los menores extranjeros no acompañados son niños y niñas. En el caso de Melilla, hay también preocupaciones relacionadas, que tanto al Defensor del Pueblo, como a Amnistía Internacional ha mencionado. El menor es menor porque el interés superior es el del menor, no el del Estado, el de sus padres… Lo que debe prevalecer ante todo es el interés del menor. En Melilla y en otros lugares de España, se deja que estos niños cumplan la mayoría de edad sin contar con la autorización de residencia y sin que se les haya expedido la tarjeta de identificación de extranjeros, que es la obligación legal. Cuando estos son todavía menores, hay que darles esta tarjeta, porque sino, al cumplir los 18 años se les expulsa a la marginación y a la desintegración. Por tanto, en Melilla deben darles la autorización de residencia y la tarjeta de extranjero para que al menos, cuando salgan de los centros de menores, tengan la oportunidad de comenzar una nueva vida. Por otra parte, ha habido varias visitas de la Consejería y el Defensor del Pueblo que han derivado en recomendaciones a la fiscalía, a la Consejería de Bienestar Social, a la Delegación del Gobierno sobre la demora en determinar la edad de los menores no documentados, la falta de escolarización de los niños internos, la masificación que sufren los centros, los desperfectos del baño… En fin, hay varias preocupaciones sobre el trato a los menores que se da en Melilla y en otras partes del Estado. Son niños y por tanto el papel del Estado debe ser cuidar de esos niños. Si este no está tan si quiera para cumplir ese papel ¿Para qué está el Estado? Hay varias preocupaciones por la situación de los menores.

¿Y por qué hay tantas dificultades para acoger a menores y extranjeros?

Porque la razón fundamental de los Gobiernos europeos es tener cuanto más lejos la gente, mejor. Por eso, en el Mediterráneo central, no en la parte de España en la que colabora de forma muy destacada Salvamento Marítimo, son las OGNs las que salvan vidas. Por eso no hay una flota de barcos europeos dedicados al salvamento marítimo, por eso se mantienen a los refugiados de las islas Grecia en situaciones espantosas durante años, por eso no se permite a las personas subsaharianas solicitar asilo en las salas de las fronteras y tienen que saltar la valla o meterse por el mar. La razón fundamental es que incluso, las personas refugiadas o que pueden llegar a serlo, se las intenta mantener lejos de Europa.

Entonces, ¿Europa tiene una doble moral en cuestión de derechos humanos?

No es una cuestión de moral, es una cuestión de legalidad. Desde el año 51 del siglo pasado, cualquier persona que huye de un conflicto tiene que obtener refugio o al menos que se le analice su caso para ver si merece el refugio. Las personas refugiadas que huyen que huyen de Siria, de la República Democrática del Congo, que huyen de determinadas zonas de Burkina Faso en el norte y que escapan a veces de grupos terroristas, de grupos armados o de Gobiernos que violan los derechos humanos; al menos tienen que llegar legalmente a un país donde se pueda estudiar su derecho a asilo. Además, los que llegan a Europa son solo el 10% de los refugiados, la mayoría de los refugiados del mundo se quedan en países limítrofes o empobrecidos, no llegan a Europa. Por tanto, esta podría manejar perfectamente la gestión entre los 28 países sin ningún problema. El problema es que hay países que ni tan siquiera quieren salvar a las personas de ahogarse del mar y otros que no quieren ni recibir a un solo refugiado en sus países. Entonces, hay un problema muy grave de cumplimiento de leyes internacionales

¿No hay consecuencia para estos países que no cumplen la ley?

Uno puede cuestionar a los tribunales, pero si 28 países no quieren ¿Quién se va a enfrentar a ellos? La gente bastante tiene con intentar salvar su vida, tener que estar en manos de las mafias que te llevan a otro lugar, endeudarse en un viaje…. Lo que deberíamos que ser capaces la sociedades civiles es poder convencer a los Gobiernos, y nadie mejor que nosotros, es que se necesitan personas refugiadas porque envejecemos en población, necesitamos personas en trabajos que los europeos no quieren hacer y pedir un discurso de reflexión para que los inmigrantes para lleguen de forma ordenada, legal y por vías seguras. Es sobre los que nos deberíamos coordinar todas las personas, pero hasta ahora no es posible.

Hay un gran auge de la extrema derecha en Europa y ahora en España. Si depende de la sociedad acoger a estas personas ¿Vamos por mal camino?

No, los últimos estudios realizados indican que las personas quieren acoger a refugiados incluso en sus casas, por lo que no es el problema. El problema es que en determinados países de Europa y del mundo empiezan a calar los discursos del odio o los discursos demonizadores de los inmigrantes, que consideran que los inmigrantes son los culpables de todos nuestros problemas y eso es algo que hace Trump en Estados Unidos, Bolsonaro en Brasil, Orbán en Hungría o es lo que hace el presidente de Polonia, Andrzej Duda, que es inculpar a los extranjeros de todos los males. Es un discurso del odio; un discurso, además, falso; pero que tiene cierto peso social y puede ser apoyado por una parte de la población. Hay que intentar que esos discursos del odio y demonizadores no calen porque son mentira y pueden traer gravísimas violaciones de derechos humanos.

¿Y los inmigrantes tienen vías legales para llegar a Europa u otros destinos?

No hay vías legales. Antes se podía solicitar asilo en las embajadas en los países donde se podían cometer violaciones de derechos humanos y ahora no. Hay muy pocos refugiados que se traigan de forma ordenada a los países de acogida, con lo cual, se tienen que enfrentar primero salvar tu vida en países que están en conflicto como Siria o en la República Democrática del Congo; dos, enfrentarte a una travesía muy peligrosa con tu familia para intentar escapar; tres, a veces puedes caer en manos de las mafias arruinándote para poder llegar a otro país. En vez de hacer un trabajo conjunto todos los países europeos, es decir, pensando en que se necesitan inmigrantes, personas refugiadas, vamos a organizarnos de una manera correcta entre los 25 para hacer que lleguen de una manera consensuada, vamos a hacer que no se tengan que jugar la vida en el mar y luego traerlos de la mejor manera posible para cumplir con la ley internacional y que también cumplan con nuestras sociedades. Es lo que no se hace y al final ocasiona que la gente se ahogue en el mar o que la gente muera intentando escapar de sus países.

¿Hay otro tipo de violaciones de derechos humanos en España?

En España, Amnistía Internacional tiene varias preocupaciones. En primer lugar, la libertad de expresión y reunión. Todavía tenemos en vigor la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana, lo que se conoce como la ley mordaza; esto hace que cada año miles de personas reciban multas muy onerosas por participar en manifestaciones pacíficas y esto es un problema muy serio. También, esa libertad de expresión y de reunión tiene que ver con otras partes como, por ejemplo, el enaltecimiento al terrorismo, es decir, palabras y frases muy provocativas, pero que están dentro de la libertad de expresión y pueder llevarte a la cárcel. En relación con la violencia hacia las mujeres, en España hubo en 2018 casi 10.000 denuncias por violencia sexual y ha habido un incremento de enero a junio de unas 17.000 denuncias de violencia sexual en España. Esto son 40 denuncias de abuso al día. Además, las víctimas se enfrentan a todo tipo de obstáculos, no se las cree, no hay un centro de emergencia 24 horas para las mujeres víctimas de la violecia sexual. Solo hay cuatro teléfonos en todo el Estado para atender a todas las víctimas. También estamos con el derecho a la vivienda. El año pasado se produjeron más de 40.000 desahucios y la vivienda pública en España es solo 2% de todo el parque inmobiliario del páis. En países como Francia o Alemania son un 17% y un 32%. Esto provoca que la gente se quede en la calle; hay algunos problemas serios de derechos humanos que todavía quedan por resolver aquí.

Volviendo a la mujer y la inmigración ¿Hay dificultades añadidas por ser inmigrante y mujer tras lo que ha contado?

Las mujeres inmigrantes se enfrentan a una triple discriminación: por ser mujer, por ser migrante y por no tener papeles. Esto hace que se encuentren en una situacion de desamparo. España es uno de los países europeos donde hay mayor número de víctimas de trata, por lo tanto, esto añade una violación de derechos humanos todavía peor por la tripe condición de estas mujeres.

¿Cómo pueden colaborar los ciudadanos de a pie con la defensa de los derechos humanos?

Esa es la gran esperanza. Ahora estamos viendo en todo el mundo que la gente no se resigna: desde Chile, hasta Irán, hasta Colombia, Turquía y España con las manifestaciones del 25N. Estamos viendo como la gente no se resigna a sufrir las violaciones de derechos humanos y es muy importante seguir esas movilizaciones callejeras. Por otro lado, también se puede participar con Amnistía. Tenemos casi 150 grupos de voluntarios en todo el Estado y casi 90.000 miembros y es una forma de colaborar y hacer tu vida, tu sociedad mejor y también la sociedad de fuera de tu país mejor. Ahora que hay tantos Gobiernos que no defienden con convicción los derechos humanos, necesitamos más que nunca la sociedad civil movilizada.

¿Tenéis planeado venir a Melilla?

Melilla es siempre es un motivo de observación para Amnistía Internacional. Hay varias investigaciones que se van a hacer en el año 2020 que aún no puedo adelantar, pero Melilla sigue siendo un lugar importante para observar y denunciar las violaciones de derechos humanos.