“No hay división en CCOO. Concluídas las elecciones, todos remamos a una”

Francisco Veira toma las riendas del sindicato con el objetivo de “bajar a pie de obra para conocer de primera mano los problemas de los trabajadores” · Considera que  la decisión de Caridad Navarro de no presentarse a la reelección fue “ley de vida”. Comisiones Obreras (CCOO) comienza una nueva etapa en Melilla. Tras la celebración del VII Congreso Regional, Francisco Veira toma el relevo de Caridad Navarro al frente de la formación sindical después de varios meses de enfrentamientos internos y pulsos por el poder. Trabajador de Correos de profesión, tiene claro que hace falta dar un giro de 180 grados en la dirección del sindicato y bajar a pie de obra para escuchar a los trabajadores y dar solución a sus problemas, aunque sin desechar el trabajo realizado hasta la fecha. El nuevo líder de CCOO desgranó ayer en una entrevista a El Faro cuáles son sus planes para este nuevo periodo, así como el estado en el que se encuentra la formación después de su ajustada elección como secretario general el pasado sábado.
-Empecemos por los últimos acontecimientos. En el Congreso Regional del pasado sábado ganó los comicios aunque por un estrecho margen: 27 votos a favor de 50 posibles y el resto de papeletas en blanco. ¿Significa eso que el sindicato está dividido?
-No lo creo, en absoluto. CCOO ha salido reforzada de este Congreso Provincial. Sobre los apoyos que recibí y las papeletas en blanco, hubo gente que  votó por cuestiones personales no en base a un criterio real. Eso no quiere decir que haya una brecha interna en el sindicato, sino que hubo gente cuya decisión estaba sujeta a un compromiso.
-¿El pulso con la ex secretaria general de CCOO, Caridad Navarro, ha provocado un cisma en el sindicato?
-No. Ni siquiera creo que hubiera una guerra interna, tal vez se hayan malinterpretado algunas cosas. Con Navarro he tenido mis discrepancias dentro del sindicato, pero siempre me he llevado bien con ella. En cuanto a los afiliados, no hay división, están inmersos en la realización del nuevo proyecto.  Estoy convencido de que dentro de cuatro años podremos decir sin género de duda que CCOO es el sindicato más cohesionado y fuerte de la ciudad.
-Ahondando en su relación con Caridad Navarro. ¿Cómo se fraguó el acuerdo para que hubiera un único candidato?
-Creo que la ex secretaria general no dio un paso atrás con su decisión, sino que, sencillamente, se hizo a un lado para dejar pasar a un nuevo equipo de trabajo que pudiera darle mayor empuje al sindicato. Es algo que no he hablado directamente con ella, pero creo que sopesó sus posibilidades y consideró que otros cuatro años al frente de CCOO podrían suponerle un duro desgaste, tal vez tuviera algo de cansancio. La decisión de pasar el relevo ha sido pura ley de vida. Repito, no creo que Navarro haya dado un paso atrás con su decisión.

Golpe de timón

-Habla de un nuevo proyecto del sindicato. ¿Va a introducir algún cambio radical en la gestión de CCOO?
-Todo tiene que girar en torno a una cuestión fundamental: Dar soluciones a los trabajadores. La estrategia que quiero poner en práctica consiste en que los delegados de CCOO se empapen de los problemas que sufren los trabajadores de la ciudad autónoma y les trasmitan confianza. En pocas palabras, se trata de devolver el sindicato a sus raíces elementales.
-¿Cree que hasta ahora no se estaba llegando de manera adecuada a los trabajadores?
-No hay que desechar lo realizado hasta la fecha, pero sí dar un paso al frente y mejorar. Pienso que debemos ir a pie de obra para comprobar de primera mano cómo está la situación, buscar el cara a cara, escuchar y dar voz mediante la celebración de asambleas. Así trasmitiremos seguridad a los trabajadores y seremos más fuertes defendiendo sus derechos.
- ¿Los delegados y afiliados de CCOO pedían un cambio de este tipo?
-Querían un cambio de política, de dirección, no sólo de persona al frente del sindicato. Los propios trabajadores me han comentado en otras ocasiones que la comunicación debería ser más fluida. No sé si en el pasado nos costaba más llegar a las raíces de los problemas, pero es lo que deseo para el futuro.
-¿Con este nuevo rumbo CCOO vira hacia una política basada en el diálogo o más bien fundamentada en la protesta y la movilización como principales armas?
-Tenemos que encaminarnos a solucionar problemas. Criticar es muy sencillo, pero las palabras deben acompañarse siempre de alternativas e ideas. Lo que necesitan los trabajadores son soluciones, no reproches vacíos. Esa debe ser nuestra hoja de ruta a la hora de actuar. Yo siempre abogo por el diálogo con la empresa para intentar buscar puntos en común. Uno debe salir a la calle a protestar cuando ya no le quedan más salidas.
-¿Se ve con fuerzas para lograr poner en práctica esta estrategia?
Totalmente. Cuento con un equipo muy bueno y que tiene ganas de llegar más lejos que nunca con el sindicato. La anterior directiva comenzaba a hacer notar su desgaste y un poco de cansancio. Hay moral de sobra para materializar este proyecto. Una vez concluídas las elecciones, todos remamos en la misma dirección.

Las primeras gestiones

-Desde hoy mismo tiene cuatro años por delante para gestionar el sindicato. ¿Cuáles van a ser sus primeros movimientos como nuevo líder de CCOO?
-Esta semana tengo previsto iniciar una ronda de contactos a nivel interno para explicar a los delegados cómo podemos poner en práctica lo comentado anteriormente. Ya he hablado sobre el tema con algunos dirigentes de CCOO, como Ricardo Jimeno, Manolo Moreno o Rosendo Quero. Van a ser días de reuniones y puestas en común.
-¿Confía en que los delegados puedan poner en práctica el proyecto que defiende?
-Absolutamente. Antes he dicho que hay que escuchar a los trabajadores y ofrecer soluciones, pero ello no quiere decir que debamos ser rígidos en nuestros planteamientos a la hora de tratar con los distintos colectivos laborales de la ciudad autónoma. Cada sector tiene sus problemas, sus peculiaridades y una vía de actuación propicia para mejorar sus condiciones laborales. Se trata de exportar una idea y de ajustarla a la realidad de los trabajadores, no podemos conformarnos con actuar de manera lineal.
-A nadie se le escapa que son tiempos de crisis y que los sindicatos juegan un papel importante en la defensa de los trabajadores. ¿Ha hablado ya con el resto de formaciones de Melilla de esta cuestión?
-Todavía no he tenido tiempo de reunirme con ellos, tengo previsto hacerlo la próxima semana, una vez haya concluido la ronda de encuentros con los delegados de CCOO. He cruzado unas breves palabras con Alonso Díaz (UGT) y no he tenido la oportunidad de hacerlo con José Silvestre (CSI-F). Espero que todas las fuerzas sindicales estén unidas para luchar por los derechos de los trabajadores, esa es la meta.

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