El Carrillo | Jesús Castejón: “No me falta un chaquetón para bajar a la calle a mojarme un día de lluvia”

Jesús Castejón Martínez (27 de diciembre de 1985) Es el payaso Sarapín y reparte magia y humor por todos lados. Afirma que su familia “es inigualable”. En cuanto a su filosofía de vida afirma: “sonríe hoy, el pasado pasó y el futuro es incierto, por lo tanto, hoy, ahora es el momento”.

–¿Cómo se describiría a nivel personal?

–Gruñón, desastre, pero organizado, fiel, sincero, aunque me traiga problemas, cristiano y, en ocasiones, solo en ocasiones, amable.

–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?

–Un chaquetón para bajar a la calle a mojarme un día de lluvia.

–¿Le gusta llevar alguna joya? ¿Tiene algún significado especial?

–Una cruz en una cadena. Sí tiene un significado especial, pues me recuerda el norte cada día.

–Expresión melillense que más use o que le llame la atención.

–Vamos a ‘entanarnos’. Me parece graciosa y la he usado muchísimo.

–Un rincón de Melilla del que nunca se aburre de visitar.

–La cafetería Brisamar. Ahí he pasado horas y horas hablando con amigos y lo seguiría haciendo toda la vida.

–Su libro favorito. ¿Cuándo leyó el último?

–Mi libro favorito es ‘El libro de Oro de los Payasos’. Ahora me estoy leyendo uno de Jorge Bucay, ‘Cuenta Conmigo’.

–¿Películas o series? ¿Alguna favorita?

–Ambas, la verdad, pues Netflix ha sido una revolución. Como serie ‘Perdidos’ y una película ‘Transporter 1’, aunque cualquiera de leñazos me vale.

–Mi tiempo libre lo dedico a...

–Visitar a los amigos, pues soy muuuuuy de estar con amigos y charlar y ponernos al día. Y bueno, ir a misa, me ayuda, me calma y me enseña.

–Un recuerdo de la infancia.

–Esta pregunta puede ser cruel según la respuesta (risas), pero si, recuerdo jugar horas y horas en el patio con mis vecinos, montar obras de teatro e incluso un show de magia con 9 años. Si, me quedo con esa parte de mi infancia que me hace feliz.

–Un juguete.

– ‘Nono el robot’, nunca conseguí que los Reyes me lo trajeran aún pidiéndolo cuatro años seguidos, los camellos se extraviaban siempre.

–Su fiesta favorita.

–Navidad. Ver a los míos cerca, celebrando el significado de la Navidad, sin duda, no hay fiesta mejor que comience rezando antes de cenar el 24 por la noche.

–¿Cocina? ¿Se le da bien?

–Sí y podría decir que se me da bien cocinar, aunque sería una ofensa para cualquiera que realmente sabe cocinar (risas). Le pongo entrega eso sí.

–No puede resistirse a un plato de...

–Alitas de pollo fritas solo con sal.

–¿Qué tarea del hogar no soporta?

–Limpiar el wc. Es algo que no puedo hacer ni de broma. Es solo pensarlo y ya tengo la primera papilla a punto de vomitar.

–¿Personaje histórico que le llame la atención?

–Aunque sea mas reciente, para mí es historia Santa Teresa de Calcuta. Por toda su labor humana y religiosa, una señora inagotable con una fuerza extrema de voluntad para servir a los demás.

–Si pudiera viajar al pasado, ¿a qué época le gustaría ir?

–¿Al pasado? (Risas). Me quedo en el presente, lo pasado es lo que me forma el ser de hoy y hoy para mí es lo que importa. Por tanto, me quedo en hoy que me parece más creativo.

–¿Viajaría al futuro?

–No, pues como ya he dicho, soy del presente, me encanta luchar para vivir al día, aunque obvio que el mundo empuja siempre a mirar con vista a un futuro mejor, solo que no nos damos cuenta que el futuro es ahora y ahora y ahora. Vamos, cada segundo cuenta.

–¿Es supersticioso?

–Ni un poco. Me sorprenden las personas que sí lo son, aunque lo respeto. Me parece curioso eso de la superstición.

–¿Se arrepiente de algo?

–¿Queda feo decir que no me arrepiento de nada? A ver, cuando he tenido que pedir perdón, pues ya es un arrepentimiento, pero así de situaciones duras de mi vida no me arrepiento de haber hecho o no algo, como dije antes todo eso es pasado y sirve para ser quien soy hoy y para recordar de donde vengo.

–¿Cuál es su principal miedo?

– Pasa palabra. Mi miedo es perder la poca fe que pueda tener en Dios, así, sin más.

–Algo que deteste de usted mismo.

–Mi brusquedad hablando a veces y mi claridad en otras, pues doy demasiada información a personas que luego pueden usarla para hacer daño.

–Un lugar de ensueño para ir de vacaciones.

–Las playas de Melilla, pues puedo estar tranquilo y rodeado de familia y amigos. Aunque cierto que soy de los de: “No importa dónde, sino con quien”.

–Si le tocara la lotería…

–Sería un milagro muuuuuy interesante, pues no juego.

–Un chiste.

–El chiste es dedicarme ha hacer reír con la mala leche y lo gruñón que soy (risas). Eso sí que me parece un chiste.