“No entendemos a los funcionarios que no apuestan por esta ciudad”

Enrique Alcoba. Presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome) lleva 20 años en su cargo y critica a los empleados públicos que trabajan en la ciudad, pero se van a la península a gastarse el sueldo. Anima a hacer las compras aquí estas navidades.

La Navidad está a la vuelta de la esquina y los melillenses ya están preparando sus compras. Este año, según la agencia Deloitte, los españoles somos más optimistas que el resto de europeos y la ­sensación de estabilidad económica se asienta en nuestro país. FaroTV Melilla entrevista a Enrique Alcoba, presidente de la Asociación de Comerciantes de la ciudad (Acome), para conocer las expectativas con que el sector local comienza la campaña más importante del año.

–¿Qué sensación tienen los comerciantes de cara a las ventas de esta Navidad?

–La Navidad para los comerciantes es muy importante. Es la fecha en la que muchos comercios de muchos sectores hacen casi el 50% de la venta, como juguetería, joyería, perfumería y alimentación. Siempre estamos esperanzados en que cada año se supere lo del año anterior. Todos sabemos que pasamos de un ciclo económico, de los más difíciles que ha conocido España en la últimas décadas y pensamos que se está superando poco a poco. Ahí están los síntomas de que se ha recuperado el empleo, la Seguridad Social... En teoría son sensaciones de que la economía está mejorando.

–Hay estadísticas que hablan de que cada español se va a gastar una media de 682 euros, que es un poco más que el año pasado, y que van a apartar también un poco más de dinero, sobre todo, para regalos y alimentación. Esto da alegría al sector ¿no?

–Pues sí. Siempre es difícil hacer un promedio. Cada uno depende de su economía, de la familia que tenga, de los ingresos... y pueden hacer unos cálculos u otros. Pero sí es cierto que en Navidades, Papá Noel y Reyes, todas estas fiestas que empiezan el 20 de diciembre hasta principios de rebajas son bastante importantes porque a todo el mundo le regalan y a todo el mundo le gusta que le regalen y ahí hay un intercambio en la economía en el que todo el mundo recibe regalos... Son tradiciones de hace muchos años y así esperamos que sigan.

–Los comerciantes consiguieron que se frenaran un poco las compras en la península cuando se dio marcha atrás y aumentó el impuesto que se paga por importar mercancía en Melilla. ¿Cree que un puente antes de Navidad afecta al comercio local porque la gente sale a comprar en la península?

–Aquí en Melilla lo tenemos asumido. Sabemos que en los puentes, Semana Santa... cuando hay dos o tres días de vacaciones de cualquier tipo por ser una ciudad cerrada, que la gente necesita salir, coger el coche... Lo tenemos asumido. Hay una evasión total y se nota porque en el centro de la ciudad no se queda casi nadie y da sensación de desierto. A partir de ahí, entendemos que en la ciudad se han implantado franquicias de todos los sectores. En la alimentación hay desde pequeñas a medianas y grandes superficies. Hay bastante de todo. Es absurdo comprar productos de esos sectores en la península porque están aquí al mismo precio e incluso más baratos. Estamos esperanzados en que artículos que no hay en la ciudad, porque hay que tener en cuenta que en Málaga con más de un millón de habitantes, más todos los turistas que hay y todos los pueblos de alrededor, pues no podemos compararnos con ellos. Al ser lo más próximo es con lo que nos comparamos: la calle Larios con la Avenida. Es la noche y el día... totalmente distinto. Yo he estado unos días ahora fuera en Málaga y la calle estaba a reventar de gente. Aquí, quitando la víspera de Reyes y la Cabalgata de Reyes hay una sensación de haber poca gente. Lo tenemos asumido.

–¿Qué nos falta, luces, ilusión?

–Nos falta un poquito de todo. En casi todas las ciudades las calles están alumbradas a finales de noviembre. Eso da una sensación de alegría, que anima a la gente a salir a la calle y a comprar. Eso, psicológicamente es así. Está estudiado. Es importante que esté la iluminación en la calle en todo el centro, que haya esa sensación de alegría. Ya el año pasado el consumo aumentó un poco y estamos esperanzados en que este año sea igual. Lo que nos hace falta es población y eso es más difícil. Se nos va de las manos puesto que hay muchísima gente que se va fuera, pero no compensa con los que vienen. Ahí es donde tenemos que luchar, trabajar entre todos con las instituciones para intentar atraer gente, turistas, ya sean familiares o que cada uno venga porque sea muy atractiva la ciudad. Lo que tenemos que intentar es ‘venderlo’ en todas las ferias donde se pueda ‘vender’ la ciudad de Melilla.

–¿Qué está pasando en el centro de Melilla, por qué no sale la gente a la calle?

–Quizás tengamos un poco la culpa todos: las instituciones, los comerciantes, la mentalidad del funcionario. Muchos funcionarios no apuestan por esta ciudad. No entendemos a quienes vienen a Melilla a trabajar y no intentan invertir en esta ciudad también para generar riqueza y puestos de trabajo. Al final esto es una cadena. Viene de la península a trabajar, cobrando una nómina más elevada que en la península por el plus de residencia y porque es lo atractivo que tenemos, pues también podía invertir aquí y comprar en la ciudad. Me consta y lo sé de primera mano que hay muchos funcionarios que trabajan de lunes a viernes, se van el viernes a mediodía y hasta el lunes por la mañana o el domingo por la noche no vuelven. Y eso es uno, otro y muchos. Eso se nota. Antes todos esos funcionarios eran de aquí de Melilla: trabajaban en Melilla, vivían en Melilla y gastaban en Melilla. Todo ese perfil de funcionarios que ahora vienen aquí por el sueldo, pero el sueldo no lo gastan aquí, es lo que se nota y es negativo para la ciudad. Llega el viernes por la tarde y desaparecen y se compran la ropa, los zapatos y la alimentación: todo lo compran fuera. ¿Y qué pasa? Pues que los comercios de aquí no tienen el ­público suficiente, pero por mucho que queramos adornarlo y convertir el centro en una calle peatonal y decir que es una gran superficie: falta lo principal, el público y si no hay gente no nos sirve de nada.

–¿Hay muchos centros comerciales de Málaga que están haciendo el agosto con la pujante clase media marroquí, de las ciudades fronterizas con Melilla y Ceuta, que se caracterizan por un consumo muy alto. ¿Por qué no vienen a Melilla?

– No vienen a Melilla por lo que pasa en la frontera. Yo llevo veinte años en el cargo, que no es poco y hemos hablado con muchos delegados del Gobierno, muchos presidentes y la frontera, entendemos la dificultad que tiene por la seguridad, la fluidez, la droga, el islamismo... Compaginar todo eso es muy difícil. Lo entendemos. Para intentar que sea esa frontera que todos queremos, fluida y segura tenemos que trabajar mucho e invertir mucho en recursos, en personal, en todo. Al final cuando quiere venir alguna familia con su coche y los hijos, les ponen problemas. Después nos dicen que no es así, pero cuando vienen los clientes nos explican que al niño no lo dejan pasar, que el visado... Y claro, a muchos les viene más fácil o más rápido ir a la península que pasar la frontera de Ceuta y Melilla. Hay aviones y barcos que van desde diferentes puntos de Marrakech, Rabat o Nador a Málaga y tardan menos y es más económico que pasar la frontera. Hay que tener en cuenta que el turista más cercano es de Marruecos y tenemos una población bastante importante y todo el norte está desarrollándose cada vez más. En Nador hay cerca de un millón de habitantes: son potenciales clientes que los podíamos tener aquí, en la ciudad, pero con tantas dificultades muchos se están yendo a la península a comprar, como los de aquí, pero no nos compensa con los que puedan venir de visita. De ahí el deterioro del comercio en los últimos años y la cantidad de comercios pequeños, tradicionales y familiares que han cerrado en los últimos años. Solamente hay que ver el listado de comercios que han desaparecido por una causa o por otra.

–¿Los comerciantes van a crear empleo esta Navidad o van a aguantar con lo que tienen?

–Es un mes difícil. Muchas veces, en algún sector por los días de Navidad o rebajas, pero al no haber esa avalancha de público, que normalmente pasa en algunas ciudades, pues aguantamos con las plantillas que tenemos.

–Usted que es comerciante, ¿ha comprado un poco más de mercancía que el año pasado o ha sido cauto?

–Intentamos siempre comprar un poco más para estar abastecidos y que los clientes, que son exigentes, tengan todas las marcas, ­todos los colores, todas las tallas, ­toda la moda. Lo que ven en ­cualquier sitio, revista o centro comercial es lo que quieren ver aquí y nosotros intentamos que lo tengan.

–¿Enrique, qué podemos decirle al cliente que está indeciso y no sabe si hacer las compras en la península?

–Insisto, aquí en la ciudad hay de casi todo para la población que tenemos. Tanto en moda, como en alimentación, en cualquier sector de ordenadores, de teléfonos... Estamos bastante abastecidos. Es solamente tener la voluntad y las ganas de comprar aquí en la ciudad. Hay que tener en cuenta que aquí no se paga el IVA y los precios en muchos sitios son menores. Es difícil que ahora mismo haya algún producto que sea más caro aquí que en la península. Tiene que ser una cosa excepcional, que por el coste del transporte, de traerlo, por su volumen, sea más caro. Los productos normales, cotidianos, que se regalan en Navidad aquí los pueden encontrar con un surtido de casi todas las marcas. Me gustaría animar y concienciar un poquito a la gente: la ciudad la hacemos grande entre todos. Y tenemos que apostar todos por esta ciudad. Y si estamos viviendo aquí y queremos tener un futuro y que nuestros hijos se queden aquí, hay que fomentar esto y también crear un campus universitario para que aquí haya más población y para que nuestros hijos no se vayan, ­para que vengan los de fuera ­también a vivir y a convivir y a hacer una Melilla más grande. Entre todos tenemos que trabajar para hacer de esta ciudad lo que era hace 20 años: un lugar totalmente diferente.