Editorial

No en Melilla

  • Es difícil entender a los vecinos que ayer alentaron a una persona acusada de financiar a los yihadistas

Una vez más hemos asistido en Melilla al lamentable espectáculo de ver cómo vecinos, en este caso del Rastro, abuchean, increpan e incluso apedrean a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante la detención de una persona acusada de financiar, captar y enviar a diez yihadistas a la guerra.

Después de ver de todo lo que han sufrido ciudades masacradas por el terrorismo como Londres, París o Bruselas es inexplicable e injustificable la reacción de unos pocos vecinos que, ayer en Cuesta la Viña, despidieron al detenido al grito de ‘Alá es grande’, como si fuera un héroe.

No vamos a saltarnos la presunción de inocencia, pero en estos momentos, al menos en Melilla, no planea en el aire ninguna sospecha de que estemos ante una ‘operación-espectáculo’.

La Guardia Civil lleva cinco años investigando, en coordinación con las autoridades danesas, un complejo entramado de 24 sociedades que habrían burlado al fisco al menos 8 millones de euros. Ese dinero habría servido para financiar el desplazamiento de terroristas a zonas en conflicto.

Casi 14 horas tardaron los agentes de la Benemérita en registrar la casa de M.E.M., un ciudadano danés de origen marroquí, que vivía con discreción y apariencia de normalidad en el barrio del Rastro. A algún vecino se le escuchó decir que al parecer actuaba “de puertas para adentro”.

Hasta el día de hoy, casi todos los melillenses detenidos por yihadismo siguen en la cárcel. Sólo ha quedado en libertad Mohamed Said Mohamed, hermano del terrorista que se hacía llamar Abu Al Nur Andalusí, muerto el año pasado en un bombardeo de las tropas francesas en Malí. Mohamed entró en prisión, a petición del país vecino, acusado de liderar una célula terrorista en Marruecos. Rabat no pudo aportar las pruebas que se exigen en un Estado de Derecho como el nuestro para meter a alguien en la cárcel y finalmente fue puesto en libertad.

Es difícil entender a los vecinos que ayer alentaron a una persona acusada de financiar a los yihadistas. En estos momentos en que la organización Estado Islámico está golpeando a Occidente sin compasión el ánimo debe estar con las víctimas y con los que nos protegen de la barbarie.

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