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Que no cunda el pánico en la PEvAU

Muchos jóvenes comienzan esta semana las jornadas de exámenes más importantes de sus vidas, o así parece que se lo han dado a entender tras mencionarles las PEvAU a lo largo de todo el año en el instituto. Para muchos la presión y el estrés es real y los nervios también pueden jugar una mala pasada.

El Faro ha hablado con la psicóloga Paola Arrufat que ha contado algunas de las pautas para que los alumnos no se agobien y puedan afrontar estos exámenes de selectividad sin que cunda el pánico.

Todo depende del momento en el que uno se encuentre. Por ejemplo, los días previos a la prueba la psicóloga recomienda dejar el estudio intenso por un repaso. “Es decir, realmente no va a servir de nada ponerse a estudiar datos nuevos, Pero sin embargo, si le damos un repaso vamos a afianzar aquello que ya nos sabíamos y podemos ir incluso con más seguridad”, comenta.

Cena ligera y sueño reparador

El sueño y la alimentación también tienen un lugar privilegiado en estas recomendaciones. Lo mejor es tener una buena higiene del sueño y cenar algo ligero para que no afecte a la hora de dormir.

La principal recomendación es dormir las horas completas, entre seis y ocho como mínimo; e intentar que realmente sea reparador. “Hay que intentar que no nos despierten poniéndonos tapones o lo que haga falta para poder descansar e ir en plenas condiciones al examen”, indica.

Desconectar del móvil

Arrufat cuenta que en los últimos años ha surgido una pauta muy importante relacionada con las nuevas tecnologías: desconectar el teléfono móvil. No solo se recomienda por las posibles distracciones que pueda causar a la hora de ponerse a repasar, sino “por la ansiedad que nos transmiten todos los compañeros y los grupos de WhatsApp a través del móvil”. Ya no solo se trata de la inquietud que se pueda tener a la hora de afrontar la prueba, sino de la que transmiten los compañeros.

“Si en algún momento hemos conseguido tranquilizarnos, si estamos en un grupo de WhatsApp en el que están todos muy nerviosos, no nos va a servir de nada porque nos vamos a contagiar”, señala psicóloga que recomienda tener estos días y optar un entorno familiar y tranquilo.

“No nos lo jugamos todo”

Pero advierte también que es muy importante que todos entiendan la importancia que tiene la prueba ya que “no nos lo jugamos todo”. La psicóloga explica que quien tiene muy clara y delimitada su vocación encontrará una u otra vía para su futuro a pesar de los resultados alcanzados estos días.

Si partimos de ahí, todas las demás son pautas más fáciles: llegar con tiempo a la prueba para no ir agobiados, desayunar bien, llevar agua, algo sólido y con azúcar para tomar a la hora del examen.

Según la psicóloga es mejor evitar un repaso en profundidad justo antes de entrar al examen porque tampoco va a servir, ya que esa información ya está almacenada.

“Podemos estar relajados, pensando en otras cosas y no comentar el temario con los amigos porque van a salir las preguntas más difíciles del mundo y no son las reales”, asegura, refiriéndose a esas dudas que surgen cuando todo el mundo entra en pánico.

El día de la prueba

Durante las pruebas, Arrufat insiste en recomendar a todos que se lea las preguntas del examen del tirón. Si hay alguna que no se entienda, hay preguntarla al examinador en ese momento porque después puede quedar poco tiempo.

Además, también señala que es mejor comenzar por la pregunta que uno mejor se sepa: “porque esos puntos ya los va a tener seguros, lo que le va a dar motivación y seguridad para contestar el resto de preguntas”.

Una cosa típica de la que nadie puede olvidarse es del reloj para no agobiarse con el tiempo. “Y si es posible no tocar nada, ningún libro y ningún apunte entre examen y examen”, aconseja, aunque reconoce que hay gente que no podrá evitarlo, es mejor no tocar los apuntes.

Tras el examen

Una vez terminado todo, la recomendación de Arrufat no es otra que celebrarlo. “Todo el mundo ha finalizado el examen, que es una carga muy importante que ha costado mucho esfuerzo, y aunque no se haya aprobado, el esfuerzo está ahí por lo que hay que celebrar que se ha acabado esta prueba”, expresa la psicóloga. Además, recuerda que estos exámenes solo los suspende el 3% de la gente, así que es muy fácil aprobarla.

En caso de no formar parte de ese 97 o 95% de aprobados, cuenta que hay que pensar en que son unas pruebas que se pueden volver a repetir dos meses más tarde. Se tienen el mismo temario, la misma duración y más tiempo de repaso antes de esa nueva oportunidad.

Ya solo queda descansar tras los últimos repasos, porque la suerte está echada desde que sabían que se podían presentar, y como expresa la psicóloga: “no se va a acabar el mundo”.

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