Detalló cómo esta disciplina ha pasado de la recuperación de objetos del lecho marino por puro ánimo de lucro al eminente interés científico e histórico.
El Real Club Marítimo recibió ayer por la tarde a un invitado de lujo para participar en sus jornadas culturales. En esta ocasión, el conferenciante fue el director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, Xavi Nieto, quien ofreció en la sala de ponencias del club una charla sobre el pasado, presente y futuro de esta disciplina.
En manifestaciones realizadas a El Faro, destacó que el método más ilustrativo para explicar la arqueología submarina era tirar de los libros de historia y comprobar, a base de los ejemplos más relevantes, cómo ha evolucionado esta práctica con el paso de los siglos.
Así pues, señaló que los primeros indicios se encuentran en la Europa del siglo XV. No obstante, subrayó que en estos comienzos de la arqueología submarina, el principal objetivo era el ánimo de lucro. “Si se arriesgaba la vida para recuperar algún objeto del fondo del mar es porque tenía algún valor económico”, agregó Nieto.
Un fin muy diferente del que existe hoy en día, ya que desde principios del siglo XX ha adquirido unos motivos eminentemente científicos e históricos. “Los restos que encontramos en el lecho marino son testigos de cómo era la vida en tierra”, aseveró, “hay que tener en cuenta el enorme potencial que ha tenido el comercio por vía marítima desde hace siglos. Cada vez que se recupera algún objeto del fondo del mar, conocemos más sobre la sociedad y la economía de ese momento”, explicó.
Por otro lado, consideró que el futuro de la arqueología submarina reside en convertirse en una ciencia al servicio de la humanidad, que logre enriquecer por todo el planeta el patrimonio cultural e histórico del que se dispone.
En cuanto al hecho de que ofreciera su conferencia en la ciudad autónoma, destacó que la historia de Melilla no puede comprenderse sin mirar al mar, de cuyo fondo se han obtenido numerosos restos que son mudos testigos de cómo fue la vida en la vieja Rusadir, sobre todo de las civilizaciones fenicia, cartaginesa y romana.
“Es una disciplina que está en plena expansión y a la que le auguro un gran futuro”, añadió Nieto. Por último, no quiso despedirse sin mostrar su agradecimiento al Real Club Marítimo por haberle invitado a participar en sus jornadas culturales, y se mostró encantado de haber estado en Melilla.
El ‘caso del Odyssey’, un toque de atención.
Al hablar sobre arqueología submarina, era inevitable preguntar sobre el ‘caso del Odyssey’, empresa estadounidense que encontró un tesoro de monedas de oro en el pecio de Nuestra Señora de las Mercedes y que ha sido obligada a devolver a España todo lo extraído del fondo marino.
En opinión de Nieto, lo ocurrido con esta empresa sienta un precedente muy importante, pues supone un mensaje de advertencia para todas las empresas que se dedican a esta labor.
Asimismo, el director del Museo Nacional de Arqueología Submarina de Cartagena aseveró que debe ser una disciplina al servicio del conocimiento humano y no para lucrarse.
Al hilo de este comentario, reseñó que puede considerarse que la primera inmersión realizada con fines científicos fue la de Albenga, en Italia, de donde se sacaron del fondo del mar unas 10.000 ánforas en el año 1.950