El próximo lunes comenzará una de las etapas más difíciles de esta pandemia, la desescalada. Después de seis semanas de confinamiento en los hogares, cualquier error podría llevarnos a una situación indeseable, a retroceder en alguno de los pasos avanzados. Por eso es importante que la ciudadanía melillense tenga las directrices claras, las normas a seguir y los tiempos internalizados.
La etapa de desescalada así como el tránsito para enfrentar el COVID-19 es una tarea de todos. La responsabilidad ciudadana cobra mayor relevancia cuando se trata de una enfermedad de tan fácil contagio y propagación. En Melilla afortunadamente las cifras son esperanzadoras. Día tras día son más las personas curadas y, en menor escala, los infectados. Es evidente que, por ahora, hay una contención de la enfermedad. Esto no solo reviste en el confinamiento, también en la condición de aislamiento en la que se encuentra Melilla desde la declaración del estado de alarma, donde se limitaron las salidas por barco para pasajeros al igual que la conexión aérea, sin dejar de lado el cierre de la frontera con Marruecos. Ayer el consejero de Salud Pública, Mohamed Mohamed Mohand, defendía esta medida y por “ahora” desaconseja abrir la ciudad por avión o barco. Esta semana será se analizará la situación de Melilla para iniciar la desescalada.
Es tiempo de sumar, de ser conscientes y responsables, de ir juntos en una misma dirección por la vida de Melilla, por la salud de sus ciudadanos y por el futuro que está por venir.