‘Med Ziani y Amazigh Groove’ compartieron el escenario en la playa de los Cárabos con los alumnos de la Escuela de Flamenco. Ayer finalizaron los talleres infantiles de manualidades.
Compositor, músico, productor, activista de los derechos humanos y ecologista. Etiquetas que ni por separado ni juntas son capaces de describir a Mohamed Ziani, ‘Med Ziani’. Nació en Alhucemas, pero es un hombre de mundo. Sin perder de vista sus raíces, se ha globalizado. Ha dejado que otros músicos y artistas le ‘contaminen’ con sus sonidos y sus conocimientos.
Mezcla y fusión son las palabras que mejor definen a este rifeño y a su música. Ayer ofreció un concierto en la playa de los Cárabos frente a un público melillense que descubrió cómo los sonidos que en un principio parecen no encajar acaban desatando palmas, toques con los pies en el suelo y finalmente, el baile.
La actuación de Melilla se enmarca en una gira de cuatro conciertos en las que Med Ziani no está solo. Tres músicos tan apasionados por la fusión como él se suben al escenario para crear buenas sintonías. ‘Amazigh Groove’ es como ha titulado a su acompañamiento. Esto significa que sus sonidos no van a estar medidos por la métrica musical, sino que surgen de los instrumentos de una forma natural. Sin corchetes.
Med Ziani asegura a El Faro que suelen tocar en lugares donde se acogen conciertos de jazz o soul. Afirma que el público que les va a ver es una mezcla, al igual que su música, de europeos y personas inmigrantes de Argelia, Marruecos y otros países africanos. Resalta que todo el mundo tiene una cara “como de haber comido limones” cuando empiezan a tocar. Pero apunta que cuando se van haciendo con esos sonidos, cuya fusión parece imposible, acaban todos bailando e improvisando pasos.
En el concierto de ayer se escuchó jazz, soul, reggae y matices flamencos. Asegura que no tocan flamenco puro, que ese tipo de música es muy seria para este grupo, pero eso no implica que no puedan colar algunos toques de este estilo en sus canciones.
Apostó por las letras populares bereberes y por otras escritas de su puño y letra para la actuación de ayer. Todas hablan de temas sociales, de la inmigración, de los derechos humanos, de la libertad de expresión y de la unión entre culturas. Señala que nunca ha escrito ni de amor ni de desamor. Prefiere que su música sea tan activista como él.
Música solidaria 54 veces
Lleva 20 años en este mundo. Participó en el ‘Plan B’ proyecto de Carlos Jean y en muchas otras iniciativas musicales. En los últimos tres años se ha centrado en la grabación de un disco. Todos los beneficios de su venta irán a parar a una ONG que trabaja con niños de familias desfavorecidas de la zona de Alhucemas. El dinero que recaude irá a parar a programas de sensibilización para los padres, para que permitan que los hijos vayan a la escuela en vez de trabajar en el campo, a la compra de material escolar y a organizar actividades culturales para esta zona.
Ha conseguido que 54 músicos colaboren en este proyecto. El disco se ha grabado en Canarias, Granada, Marruecos, Barcelona, Islandia y la India. Y con tanta mezcla de países el resultado es que hay canciones de soul, jazz, hip-hop y sonidos electrónicos, entre otros. Ahora lo está remasterizando. Su idea es presentar poco a poco este disco. Quizás pueda organizar un concierto en Melilla una vez que esté finalizado.
Los flamencos melillenses
Pero ‘Med Ziani and Amazigh Groove’ no fueron los únicos que se subieron ayer al escenario de la playa de los Cárabos. La Escuela de Flamenco de Melilla agarró los cajones y las guitarras y ofrecieron una actuación ‘con mucho arte’.
Adaptaron un tango árabe al amazigh, gracias a la colaboración de un familiar de una alumna, y lo acompañaron con los toques del tango flamenco y un violín. Ésta fue su carta de presentación.
Los alumnos ofrecieron una mezcla de sonidos para que los melillenses disfrutaran del flamenco y de otros ritmos más rifeños, fruto de muchas horas de ensayos.
De esta forma, Med Ziani y los flamencos melillenses demostraron ayer sobre un escenario y de cara a todo el público que la música es universal y no bereber o gitana o de una sola cultura.
Fin de talleres infantiles
También enmarcados en el programa de actividades por el mes sagrado de Ramadán se organizaron ayer juegos y manualidades para los niños en la plaza de las Culturas. Participó en esta iniciativa un grupo de pequeños del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Para dar comienzo a esta tarde de juegos y diversión, los niños disfrutaron de un cuentacuentos en amazigh y castellano. Fue muy interactivo, ya que tenían que participar en la historia.
Una vez que terminó esta narración, los pequeños se repartieron entre las mesas para comenzar con las manualidades. Les entregaron cuadernillos con diferentes dibujos sobre el Ramadán. De esta forma, mientras coloreaban a los personajes, aprendían qué significa el mes sagrado del ayuno.
Los talleres infantiles finalizaron ayer, pero aún quedan dos actividades organizadas por el Instituto de las Culturas, como la actuación del grupo ‘Chichas’s Band’.
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