Natalia Plaza Reyes, Alba Morales Sebastián y María Angustias Carrillo Montero llegan juntas a la sesión de fotos que ilustran este reportaje. Y es que, las tres mejores notas de la EBAU, (la prueba de acceso a la universidad, antes llamada Selectividad) de este año en Melilla, se conocen desde hace mucho, pero que muchísimo tiempo. Exactamente, desde los tres años.
Estas tres jóvenes de 17 (Alba) y 18 años han estudiado desde los tres años en el CEIP Pintor Eduardo Morillas. “Siempre juntas, en la B, hasta los 12 años”, apunta Natalia.
Del colegio no se fueron muy lejos ya que de allí pasaron al IES Enrique Nieto, donde solo el tipo de Bachillerato elegido por cada una de ellas hizo que no continuaran en la misma clase.
Así, mientras que Alba y María Angustias optaron por cursar un Bachillerato de Humanidades, Natalia se decantó por el de Ciencias Sociales.
Natalia Plaza es precisamente quien ha obtenido la primera mejor calificación en la EBAU. Roza la perfección, ya que sobre los diez puntos que se podían obtener en la denominada fase general, ha sacado un 9,9. Solo pinchó, si a eso se le puede llamar pinchar, en Lengua Castellana, donde obtuvo un 9.
Explica que es la asignatura en la que resulta más difícil conseguir un 10, ya que “hay ejercicios diferentes y te pueden ir quitando puntos por cualquier cosilla”. En su caso, el próximo curso estudiará Psicología en la Universidad de Granada. Por su parte, tanto Alba como María Angustias quieren estudiar Traducción e Interpretación.
María Angustias -quien casualmente no pudo tener mejor regalo, ya que cumplió la mayoría de edad el día que se hicieron públicas las notas - coincidirá casi con toda seguridad en Granada con Natalia, mientras que Alba está pendiente de la prueba de acceso en algunas universidades.
“Mi primera opción es la Universidad de Salamanca y, en segundo lugar, la Universidad Complutense, en Madrid. He hecho un examen para entrar y ahora tengo que esperar”, indica.
Alba Morales ha sacado la segunda mejor nota de toda Melilla, a apenas unas décimas de Natalia Plaza: su media en la fase general es de 9,885. En su caso, obtuvo un 9,25 en Lengua y un 9,60 en Latín.
Y María Angustias Carrillo logró un 9,850. Al igual que Natalia y que Alba, no sacó un 10 en Lengua sino un 9,5; y un 9 en Inglés. “Es gracioso, porque justo yo quiero estudiar una carrera de idiomas. Pero creo que un 9 tampoco es realmente una mala nota en Inglés”, comenta divertida.
Al ser preguntadas sobre cómo se han organizado durante este curso para sacar semejantes notas, responden al unísono que “hay tiempo para todo”. “Yo no he dejado de salir un día o de quedar con mis amigos por tener un examen. Creo que la clave es organizarse bien”, apunta Alba.
Igualmente, sus sentimientos son encontrados cuando piensan en que pronto tendrán que dejar Melilla, a la familia y a los amigos, para irse a estudiar fuera. “Por una parte lo vivo con mucha ilusión porque es algo nuevo y distinto. Es una oportunidad para aprender cosas y manejarme sola. Pero también me da un poco de miedo eso de estar lejos y de no saber qué te vas a a encontrar”, resume María Angustias.
Las tres tienen muchos planes para este verano pero, eso sí, dicen que apurarán en Melilla hasta el último momento: quieren disfrutar de la Feria al menos unos días.
Esta joven de expediente realmente brillante no tenía nada claro qué estudiar tras el Bachillerato. Asegura que nunca ha tenido una vocación definida Finalmente ha elegido Psicología en la Universidad de Granada. “Sé que no es una carrera muy solicitada ni que tiene una nota muy alta, pero es lo que a mí más me llama la atención y creo que eso es lo más importante”, explica.
A pesar de tener una media de diez en el Bachillerato, se muestra cauta y hasta sorprendida al preguntarle si se esperaba sus calificaciones en la EBAU: “Que va, que va. Ha sido súper inesperado para mí y para mis padres. Eso sí, mi madre siempre decía que yo iba a sacar muy buena nota”.
Recuerda que las notas salían a las ocho de la mañana y allí estaba ella, junto a sus padres, en el salón, intentando entrar en la página que, debido al volumen de visitas, se iba bloqueando. Las buenas nuevas se resistieron, hasta que… :“Mi padre consiguió ver las notas, me pasó el ordenador y me dijo: ‘Madre mía, mejor imposible’.
Yo miré las notas y me quedé flipando. Empecé a temblar, a gritar como una loca... no sabía ni qué hacía”, relata emocionada.
A partir de ahí, llegaron también las felicitaciones por parte del profesorado de su instituto y la llamada del director del centro, para indicarles que, posiblemente, era la nota más alta de Melilla.
“Sabía que mi nota era muy alta pero no me esperaba ser la mejor. Estaba todo el mundo súper contento. Y que las tres mejores notas de toda Melilla entera hayan sido de nuestro instituto, pues yo creo que es un motivo de orgullo para todos nosotros”.
Natalia piensa que, desde pequeñita, ha sido muy buena estudiante, pero explica que tampoco tiene un método claro a la hora de estudiar. En su caso, opta por la constancia y la organización.
"Los días de estudio para la Selectividad me organizaba por horas lo que tenía que estudiar en cada momento, para ponerme unas pautas y seguirlas, porque si no… Puede que el día no te cunda nada. Pero si te marcas unos pasos a seguir, como que estás en la obligación de hacerlo”.
Y también recalca como elementos imprescindibles para el éxito académico el ir tranquila a los exámenes y confiar en uno mismo porque “ si no las cosas nunca te van a salir bien”, concluye.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…