La viceconsejera Nasera Al-Lal declaró la semana pasada en el Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla. Lo hizo en calidad de perjudicada por un presunto delito de calumnias. La responsable de la Viceconsejería de Integración Cultural denunció a un individuo después de que este la acusara en televisión de pagar a vecinos de La Cañada para que votaran al Partido Popular en las elecciones autonómicas de 2011.
El reportaje en el que el encausado realizó estas declaraciones, identificando a la viceconsejera con su nombre, se emitió por primera vez en noviembre 2014, pero se ha reproducido en varias ocasiones. Según relató Al-Lal ante el tribunal, tras la emisión de las acusaciones por el procesado, tanto ella como su familia vivieron “un auténtico infierno”.
“Me han dicho de todo”
Según apuntó, “nada de lo que dijo” el acusado en televisión era cierto, pero sí tuvo consecuencias para ella y los suyos. “A mi hija la han escupido, mi padre tenía miedo de salir de casa y a mí me han dicho de todo: ladrona, traidora de los musulmanes... No le deseo lo que hemos pasado ni a mi peor enemigo”, sostuvo la viceconsejera en el juicio.
La viceconsejera aseguró que no conocía de nada al encausado. “La primera vez que lo vi fue cuando me pusieron el vídeo en Youtube en el que él decía que yo había pagado 50 euros a él y a otras personas para comprar votos”, rememoró Al-Lal. “Cuando vi el vídeo, en el que se puso mi imagen, mi nombre y apellidos, me sentí fatal”.
La persona que realizó estas declaraciones no se presentó al juicio, a pesar de que había sido correctamente citado.
“Otros afirmaron lo mismo”
La que compareció, aunque en calidad de testigo, fue la periodista que realizó el reportaje. Según explicó, en la pieza se trataba de hacer una radiografía social del barrio de La Cañada. “Yo hice mi labor de reportera”, defendió.
Según apuntó, no conoció al acusado hasta que lo encontró en la calle y accedió a ser entrevistado. “Él y otros muchos afirmaron lo mismo” sobre la viceconsejera, apuntó en la vista la periodista. Según aclaró, se llamó a la denunciante por si quería desmentir las declaraciones del entrevistado, pero ella no contestó.
Persecución
Por otro lado, un miembro de la Comunidad Musulmana de Melilla explicó al juez que las acusaciones vertidas por televisión no sólo repercutieron a la viceconsejera. “A los que estábamos cerca de ella también nos afectó”, sostuvo.
Según sostuvo, Al-Lal vivió “cierta persecución” a consecuencia de lo emitido por televisión. “Yo he llegado a perder amistades por este tema. Se estuvo hablando durante muchos meses de esto en la calle, causó mucho impacto”.
La Fiscalía reclamó una sentencia condenatoria para el acusado de un delito de calumnias, que implica la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad. Solicitó una multa de 1.440 euros por estos hechos.
El letrado se adhirió a la petición de la fiscalía. Queda que el juez dicte la sentencia.
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