Nacho Romero: “Es una decisión que tenía tomada desde hace tiempo”

El jugador cordobés anunció oficialmente que se retira como jugador de baloncesto al final de esta temporada.

Se ha despedido a lo grande, no había otra forma posible para el mejor jugador en la historia del Melilla Baloncesto y que más veces ha vestido su camiseta. Nacho Romero, en una sala de prensa abarrotada, acompañado de amigos y varios jugadores y el cuerpo técnico del equipo, dijo adiós a la afición de forma pública.
“Después de pensarlo y reflexionar mucho he decidido retirarme del baloncesto una vez concluya la temporada. Ha sido toda una vida dedicada a ello. El baloncesto me ha dado mucho. Me ha dado la oportunidad de disfrutar al máximo de la vida y me lo he pasado muy bien durante todos estos años", señaló el cordobés nada más comenzar su comparecencia.
Una decisión que Romero explicó ya tenía tomada hace tiempo y que tras comunicárselo a su círculo más cercano quiso hacerlo público en el día de ayer. “Esta es una decisión que tenía tomada hace ya tiempo. Ya se lo había comunicado tanto a mi mujer como a mi representante, amigos y al gerente del club hace algunas semanas. Mi idea era retirarme al final de temporada, pero como soy tan cabezón y me gusta tanto esto, quizás me relajaba un poco y a lo mejor pensaba que podría seguir algún año más jugando. Por eso he decidido tomar la decisión antes y hacerlo público”.
Después llegó el turno de los agradecimientos, el todavía capitán del Club Melilla Baloncesto, se mostró enormemente agradecido a su familia y con el agradecimiento a su mujer, Maite, se vivió el momento más emotivo de la rueda de prensa. “Me parecería injusto decir nombres a la hora de agradecer porque estoy seguro que me dejaría bastantes. Poco a poco iré haciendo este agradecimiento en privado a muchas personas, pero ahora quiero empezar dando gracias a mis hermanos por enseñarme lo que es el deporte del baloncesto, a mis padres por dejarme salir con 16 años del pueblo para cumplir mi sueño, a mis hermanas que siempre me han cuidado mucho y sobre todo a mi mujer. Estaba mirando y de los 24 años jugando al baloncesto, ella ha estado a mi lado en 17 de ellos. A mi mujer se lo agradezco todo”.
Con más de 24 años a sus espaldas también tuvo palabras a los clubes en los que ha jugado. “Quiero agradecer a todos los equipos por los que he pasado: a Villalba, Real Madrid, Caja San Fernando, Lleida, Tarragona, Algeciras y Melilla Baloncesto. Todos estos equipo han estado siempre conmigo. También agradezco a los jugadores, aficiones, directivos, prensa y muchísimas personas que han estado siempre a mi lado durante todo este tiempo".
Tampoco quiso olvidarse del Melilla Baloncesto, quien le dio la oportunidad de volver a ser jugador, así como a todos los melillenses. “Si algún equipo tengo que destacar sobre otros es al Club Melilla Baloncesto. Han sido nueve años. Me dieron la oportunidad de alargar mi carrera deportiva cuando yo estaba pasando mis peores momentos y me ha dado muchas alegrías. He podido volver a sentirme jugador cuando parecía que todo se iba acabar. Tampoco puedo olvidarme de la ciudad de Melilla, de todos los ciudadanos que se han portado siempre muy bien conmigo, me han tratado con mucho cariño y han hecho que me sintiera un melillense más. Cuando una persona que es de fuera viene y se portan tan bien contigo, no puedo más que dar las gracias”.
“Por último doy gracias a la ciudad autónoma de Melilla por ese apoyo constante que tiene con el deporte melillense, en especial con el baloncesto. Sin ese apoyo yo no hubiese podido disfrutar de esta ciudad”, así concluyó el turno de agradecimientos el de Pedroche.
En otro orden de cosas, Romero señaló que, una vez pase un tiempo que le permita desconectar, no le importaría regresar al Melilla Baloncesto con algún puesto dentro del club: “Me retiro como jugador y todo lo que pueda venir de aquí a unos meses lo tendré que pensar y hablar con mi mujer, pero no cierro puertas con nada. Lo que si tengo muy claro es que como jugador de baloncesto no puedo seguir. Todavía quedan un par de meses y ahora por mi cabeza sólo pienso en seguir trabajando para salvar la situación a la que nos estamos enfrentando con el equipo. Cuando acabe la temporada será momento de reflexionar y ver lo que pasará en el futuro”.
Habló Romero de buenos recuerdos que son muchos y, más que con un título en sí, se quedó el subcampeonato de Copa del Rey que consiguió con el Caja San Fernando. "He tenido muchos buenos momentos. He podido disputar muchas finales, de copas del rey, copas de Europa, europeos con las selección y sinceramente no puedo decir uno en concreto. Pero dentro de mis peores momentos es verdad que tengo uno grabado y que no se me olvidará nunca que es la Copa del Rey que jugábamos con el Caja San Fernando en Valencia. Una final que teníamos ganada con un equipo muy humilde y por tema de lesiones se nos escapó en los últimos minutos”.
La rueda de prensa del capitán concluyó con la proyección de un video realizado por el club dando las gracias a Romero por sus nueve temporadas defendiendo la camiseta del Melilla Baloncesto y el anuncio de que al final de temporada el club retirará el número 14. A esto siguió un fuerte aplauso por parte de todos los presentes a Nacho, con el que se cerró una emotiva comparecencia.

Nacho Romero, capitán del Club Melilla Baloncesto, hizo un repaso a su trayectoria deportiva, marcada por los subcampeonatos conseguidos, quedándose en varias ocasiones a las puertas de lograr el título, y no tuvo reparos en reconocer que en estos años como jugador en Melilla, si alguna espina se le ha quedado clavada ha sido el no poder ascender con el equipo a la ACB y aseguró además que con el crecimiento que está llevando el club, algún día tiene que llegar. “Soy experto en subcampeonatos. No solamente aquí en Melilla, sino durante toda mi carrera deportiva. Me hubiese gustado mucho conseguir el ascenso con el Melilla Baloncesto. Creo que más de una vez nos lo hemos merecido, pero hay que estar también contentos de haber llegado a esa posibilidad. Cuando yo llegué a este equipo, Melilla Baloncesto era un club muy familiar y donde hacía falta mucha infraestructura. A lo largo de estos años se ha ido mejorando y hemos estado a punto de hacer grandes cosas. Este es el camino a seguir. La gente que siga aquí debe seguir luchando porque este club siga para adelante y poder llegar de nuevo a una final. Mientras el baloncesto siga vivo en la ciudad habrá más oportunidad para poder conseguirlo”.

Romero dio los motivo por los que decidió colgar la camiseta al final de esta temporada. “No puedo seguir más. Tengo otras prioridades en la vida. El principal motivo de mi retirada es familiar. Necesito tiempo, necesito energía para estar con mi familia y poder cuidarlos y disfrutar de ellos. El baloncesto ahora no me permitía tener ese tiempo y esa energía. Yo siempre decía que cuando acabase la temporada, si me veía con ilusión y que fuese útil para todos pues seguiría. Este año he visto que mi nivel físico ha bajado, es cierto que la ilusión la mantengo intacta, pero sin físico no puedo ser útil. También necesito cambiar un poco de vida y después de muchísimos años estaba un poco estancado y quiero hacer otro tipo de cosas”. Reconociendo que estos días han sido muy duros para él. “Ahora me siento aliviado porque se que al final de temporada podre hacer otras cosas, pero he de reconocer que estos días anteriores han sido muy malos para mí”.

Poco se puede decir que no se haya dicho ya de Nacho Romero. Hombre récord absoluto en cuanto a partidos jugados con la camiseta melillense, casi 250 encuentros oficiales entre liga, play-offs y copa, y con estilo de juego que habrá podido gustar más o menos, pero no ha dejado indiferente nunca a nadie y que sorprendió por ser el precursor de los que muchos llaman ahora el ‘cuatro abierto’. Que se haya hecho popular entre el público melillense no es gratuito y se lo ha ganado durante las últimas nueve temporadas con su esfuerzo y trabajo en la pista.
Nació el 30 de julio de 1973 en Pedroche, provincia de Córdoba. Allí comenzó a jugar con familiares y amigos simplemente por placer. Sin entrenar, sin competiciones oficiales, tan sólo algunos partidos en la época estival contra los pueblos de los alrededores para saber quien era el mejor. Pero Romero veía que tenía un talento innato para esto del baloncesto y poco a poco en su interior crecía el sueño de ser jugador profesional.
Con 16 años y tras ver un anuncio del diario Marca para realizar unas pruebas en Villalba, el bueno de Nacho Romero hizo su maleta y se marchó a la localidad madrileña para comprobar su valía. Allí no lo dudaron ni un minuto nada más ver a ese espigado y joven cordobés, y rápidamente pasó a ser parte del equipo. Tras un año formándose en Villalba, Romero cumplía el deseo de muchos, entrenar con el Real Madrid.
Fue una época muy dura. Todos los días era una lucha por mejorar, haciendo entrenamientos dobles con el Real Madrid y el equipo de Las Rozas. Pero tanto trabajo y esfuerzo iba a tener a su premio. En la temporada 93/94, aquel chico de Pedroche, pasaría a formar parte de la primera plantilla del Real Madrid y compartir vestuarios de la talla de Arvydas Sabonis o Joe Arlaukas. Con la camiseta blanca lograría esa misma temporada el campeonato de liga y un año más tarde poder disfrutar de una Final Four, con la Copa de Europa que ganó el conjunto madrileño en Zaragoza.
Eran días felices, pero las oportunidades no llegaban y el sueño que desde pequeño había tenido de jugar en el Real Madrid, se esfumaban. Incluso se llegó a hablar de una posible cesión al Melilla Baloncesto por entonces en liga EBA a cambio del traspaso del norteamericano Joe Wallace. Por eso en la temporada 96/97, Romero decidió dar un giro a su carrera y fichar por el Caja San Fernando.
Más maduro y con mayor conocimiento del juego comenzó a plasmar con el conjunto sevillano todo lo aprendido durante su formación. El fruto de ese trabajo se vería recompensado con varias finales de liga, de Copa del Rey y llamadas a la selección nacional. El otro gran sueño de Nacho Romero.
Un años después de quedarse fuera de la lista definitiva para acudir al mundial del año 98 disputado en Grecia, Lolo Sainz no tuvo dudas en convocar a Nacho Romero para disputar el Europeo que se disputó en París. En ese campeonato Romero se consagró y fue una de las piezas claves para que el combinado nacional logrará un medalla de plata por la que nadie hubiese apostado.
La etapa sevillana concluyó y en 2001, un recién ascendido como era Lleida, se fijó en el de Pedroche para su aventura en la ACB. La temporada no pudo marchar mejor y el equipo catalán se colocaba contra todo pronóstico en los play-offs por el título. Incomprensiblemente la directiva ilerdense decidió no continuar la campaña siguiente con Romero y este comenzó una etapa donde la ilusión por el baloncesto se iba apagando.
Tras un efímero paso por Portugal y descubrir las ligas LEB de la mano de Tarragona y Algeciras, en el verano de 2004 fichó por el Club Melilla Baloncesto. Como el propio Romero ha explicado en varias ocasiones, su fichaje por el conjunto melillense era su última oportunidad para demostrarse a si mismo que podía seguir jugando.
Esa temporada las cosas no salieron mal para el equipo y Romero recuperó la ilusión por el baloncesto. Buena culpa de ello la tuvo el vestuario de ese equipo y en el que el cordobés encontró grandes amigos, que aún conserva, y una ciudad que lo recibió con los brazos abiertos.
Lo que en principio era un año de prueba se convirtieron en nueve temporadas de éxitos. Durante estos nueve año en los que Nacho Romero ha vestido la camiseta del Club Melilla Baloncesto se han vivido las temporadas más gloriosas de su historia.
En su haber quedarán casi 250 partidos, más de 1.900 puntos, el hombre con más temporadas en la historia del club, varias actuaciones épicas, un subcampeonato de copa en 2009, dos finales de ascenso a la ACB en los años 2009 y 2012 y la Copa Príncipe conseguida en el año 2010, último titulo del club y que Romero levantó ante un Pabellón de los Deportes Javier Imbroda Ortiz hasta la bandera y entregado a su capitán.