El Centro de Aves Rapaces local nunca había conseguido un logro semejante
El Centro de Aves Rapaces de Melilla está de enhorabuena gracias a la llegada de Picky, la primera cría en cautividad de ‘parabuteo unicitus harrisi’, más conocida como ‘águila de harris’. Si todo marcha bien, este ejemplar será sólo el primero de otros que están por llegar, ya que según señaló uno de los responsables del centro, Javier Ramos, la intención es continuar con la reproducción de esta especie y otras en peligro de extinción.
Ramos destacó la importancia de las cría de aves rapaces en la ciudad, ya que su principal labor es la controlar a otras, como las palomas o las gaviotas, cuyo número es en ocasiones demasiado alto. Así, al estar en la cima de la cadena alimenticia, las rapaces se encargan de equilibrar el ecosistema a nivel local.
En la actualidad hay 33 ejemplares de distintas especies en el centro, algunos de los cuales se encuentran en proceso de cura o rehabilitación. No obstante, una vez sanos y tras ser identificados y anillados, vuelven a volar libres.
Fue precisamente lo que se hizo ayer con dos cernícalos y un mochuelo, que tras pasar una época en el centro fueron puestos en libertad.
Retos de futuro
Para el año que viene se espera lograr la reproducción de águilas ratoneras, según precisó Ramos. Además, tampoco se quiere dejar de lado la faceta docente del centro, ya que sólo durante el 2009 pasaron por sus instalaciones más de 9.000 personas, entre particulares y asociaciones, interesadas en este tipo de aves, por lo que el objetivo es que esta cifra no decrezca durante lo que resta de año.