“Los melillenses pueden estar tranquilos”, destacó el máximo responsable de la Unidad Militar de Emergencias. El teniente general se desplazó a la ciudad para supervisar el simulacro de seísmo que finaliza hoy.
El máximo responsable de la Unidad Militar de Emergencias (UME), el teniente general César Muro Benayas, se desplazó ayer hasta Melilla para supervisar personalmente el trabajo de sus efectivos durante el simulacro multiriesgo que se está desarrollando en la ciudad. En el día de ayer la UME realizó, en colaboración con los Cuerpos de emergencias de la Ciudad de Melilla, diversos ejercicios. Muro Benayas valoró el Plan Territorial de Emergencias de Melilla (Platerme) que contempla las medidas a tomar frente a una catástrofe o emergencia. El teniente general aseguró que el Platerme es “muy completo” y, por ello, “los melillenses pueden estar tranquilos”.
Una vez finalice el simulacro de un seísmo en el mar de Alborán que provoca un tsunami que llega a Melilla, serán las autoridades locales las que evalúen la ejecución del Platerme e introduzcan las mejoras que consideren pertinentes, explicó Muro Benayas en un breve encuentro que mantuvo con los medios de comunicación.
De los ejercicios que se están desarrollando estos días en el marco del simulacro organizado por la Ciudad Autónoma, el teniente general destacó que abarcan diversas incidencias que se pueden dar tras un tsunami, como inundaciones, vertidos tóxicos y derrumbes de edificios. Todo ello supondrá, subrayó Muro Benayas, “un ejercicio muy completo” para el entrenamiento de los efectivos de la UME y de los Servicios de Emergencias de Melilla.
La “limitación” de Melilla
Una de las dificultades, por no decir la única, que la UME encuentra en Melilla a la hora de desplegar sus efectivos en la ciudad en caso de una emergencia real es la distancia que la separa de la península. El principal hándicap, por tanto, es “llegar”. “Evidentemente, se consume un tiempo en llegar a Melilla en el caso de una emergencia real”, indicó el máximo responsable de la UME. El II Batallón tiene su base en Sevilla y para el simulacro la llegada de los efectivos ha sido escalonada. En un caso real, explicó Muro Benayas, “una buena parte llegaría en avión y otra en barco”. En el segundo caso, “viajaríamos de Morón de la Frontera hasta Algeciras y allí cogeríamos cualquier barco mercante de los que cubren la línea con Ceuta para venir a Melilla”. “La única limitación es la situación geográfica de Melilla”, concluyó el teniente general.
Durante la jornada de ayer, los efectivos de la UME y los servicios de emergencias de la Ciudad realizaron varios ejercicios de entrenamiento en materia de rescate de víctimas en el amerizaje de un avión en Horcas Coloradas, el desprendimiento de parte del vallado fronterizo, la estabilización del pantano de las Adelfas, que podría sufrir una fuga a consecuencia del seísmo y el control y rescate de víctimas en un vertido contaminante en las instalaciones del puerto de Melilla.
Un Platerme “resolutivo”
Durante la jornada de hoy, se ensayará la respuesta ante otras incidencias, como la evacuación de la Torre Sur del V Centenario y el rescate en vertical de víctimas por un posible derrumbe del edificio, el reestablecimiento de las comunicaciones en el aeropuerto de Melilla y el montaje de un hospital de campaña. Muro Benayas destacó que estos ejercicios servirán para que la UME y los Servicios de Emergencias realicen “un entrenamiento muy completo” al amparo de un Platerme “muy resolutivo”.
El máximo responsable de la UME destacó la alta preparación de los Servicios de emergencias de Melilla ante una incidencia así como la experiencia existente, por ejemplo, en materia de inundaciones. “Los melillenses son expertos cuando la climatología se pone mal, como en inundaciones. Además, Melilla se encuentra en una zona con cierto riesgo sísmico. Su plan es muy completo, es absolutamente resolutivo para hacer frente a cualquier tipo de incidencia. No hay ningún problema”, concluyó Muro Benayas.
Edificios declarados Bien de Interés Cultural
Uno de los ejercicios novedosos este año en el simulacro de terremoto en Melilla es el apuntalamiento de un edificio declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Los efectivos del equipo de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR del inglés Urban Search & Rescue) de la UME se concentraron ayer en estabilizar uno de los inmuebles ubicados en el antiguo acuartelamiento de Santiago. Allí el teniente Francos explicó a El Faro que el objetivo de la unidad es el rescate de personas que puedan haber quedado atrapadas bajo los escombros de un edificio tras un seísmo. El rescate se debe efectuar también velando por “la vida del rescatador”. Por ello, esta unidad está especializada en la estabilización de las estructuras que quedan en pie para permitir y facilitar el acceso de los rescatadores y, en su caso, del personal sanitario para asistir a la víctima antes de ser evacuada del lugar. En el ejercicio de ayer, los efectivos de la USAR apuntalaron un pequeño edificio con un pórtico arcado, mientras sus compañeros cortaban los listones para ‘sujetar’ las columnas y arcos del inmueble para evitar su desplome.
Vertido de combustible en el puerto comercial con una víctima en el agua
En las instalaciones del puerto de Melilla, el seísmo registrado en el mar de Alborán provocó un vertido de combustible en el agua. Los Bomberos fueron los primeros en actuar para controlar el derrame, mientras que el personal de la Autoridad Portuaria desplegó sus materiales para proceder a la extracción del combustible del agua marina. Los buzos de la UME fueron los encargados después de rescatar a una víctima en el agua contaminada. Cabe destacar el excelente trabajo de los figurantes, que pusieron a prueba las habilidades de los buzos, el personal sanitario y equipo psicológico de la UME. Una actuación tan auténtica como la que se puede dar en la realidad.
Reencuentro con Imbroda y El Barkani
El máximo responsable de la UME, el teniente general César Muro Benayas, supervisó ayer los ejercicios del simulacro de terremoto que se está desarrollando en Melilla, pero también tuvo la oportunidad de saludar a viejas amistades. A primera hora de la mañana, el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, recibió a Muro Benayas, acompañado del comandante general, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu. Más tarde el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, se reunió con el teniente general en su despacho.
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