El PSOE reclamó al Gobierno local que deje de lado el cemento y que trate a todos los melillenses por igual ante la posible “amnistía urbanística” en La Cañada. “El PGOU aprobado por el Gobierno local es insostenible en lo medioambiental, en lo económico y en lo social”. Este es el balance que hizo en la jornada de ayer el diputado socialista Dionisio Muñoz al concluir la sesión plenaria en la que se aprobó dicho documento y en la cual su formación política votó en contra. “No hace ciudad, ni es ambicioso”, aseveró.
Durante el debate, el socialista defendió que “no estamos en el tiempo en el que urge la construcción de las grandes promociones de viviendas ni infraestructuras, habida cuenta de que eso se ha hecho a lo largo de los últimos 25 años a través de diferentes gobiernos”, por lo que pidió voluntad política para que haya “menos cemento”.
“Es el momento de dejarlo en un segundo plano y de hacer un PGOU sostenible en todas sus facetas”, argumentó, al tiempo que lamentó que la propuesta del Gobierno autonómico “colmate todo el espacio disponible”.
Durante el Pleno, el diputado socialista apuntó que el nuevo Plan deja “sombras” en diversas zonas de Melilla, es decir, “lugares de la ciudad a los que no llega la disciplina urbanística”.
“Pedimos que todos los melillenses sean sometidos al mismo criterio, que sean tratados todos por igual”, exigió Muñoz. En este punto, se pronunció sobre el asunto más destacable de la mañana, la regularización urbanística de La Cañada de Hidum.
Muñoz consideró que el Ejecutivo local tiene intención de llevar a cabo una “amnistía” con aquellos propietarios que en el pasado construyeran de manera ilegal, algo que el consejero de Fomento, Miguel Marín, desmintió minutos después, afirmando que la intención es derribar varias edificaciones y que se está redactando un plan especial para dar solución a dicha problemática. “Este PGOU consagra la desigualdad de trato de los melillenses ante la disciplina urbanística”, indicó.
Por otro lado, Muñoz lamentó que el PGOU divida Melilla en norte y sur. “Hay una segregación espacial en función de la renta económica en la ciudad”, señaló y apuntó la ausencia de una política de comunicación entre ambas zonas de la ciudad o la carencia de cualquier plan de movilidad entre barrios. “No hay nada, ni peatonalización, ni carril bici, tan sólo transporte privado”, lamentó. Así pues, su voto, y en definitiva el de su formación, ya que su compañero de grupo, Gregorio Escobar, no acudió ayer al Pleno, fue en contra de la aprobación del PGOU. Sus criticas al documento le valieron duros reproches por parte del consejero de Fomento, quien llegó a señalar que sus planteamientos “eran para que los examinara un psicoanalista”.