La diputada del PSOE en el Congreso de los Diputados y portavoz en la comisión de Defensa, Zaida Cantera, visitó hace dos días por primera vez la ciudad autónoma de Melilla. El fin de este viaje fue hablar tanto con militares como civiles de diversas propuestas y medidas que se están llevando a cabo en materias de defensa. Cantera se especializó en Transmisiones en la Academia de Ingenieros del Ejército, y se graduó como cuarta de su promoción. Además, tiene un máster en Sistemas de Comunicación e Información para la Seguridad y la Defensa, entre otros cursos. En una entrevista a El Faro, la diputada del PSOE por Madrid explicó las principales medidas que se están estableciendo para una mejora en las condiciones laborales dentro de las Fuerzas Armadas.
–¿Qué ha tratado con las asociaciones militares de la ciudad?
–Se tratan los problemas que tienen ellos sobre la mesa. Ya me reuní con algunos de sus representantes en Madrid y lo que les he trasladado a los de aquí es lo mismo que a sus representantes. Este es el compromiso del PSOE con las Fuerzas Armadas, el cual es de lealtad, no uno de mentira. Han sido siete años y medio sin hacer nada y de repente se pide para al final no hacer nada. Algunos de los temas son las medidas de los integrantes de Tropa y Marinería a los 45 años, el por qué de unas medidas y no de otras, y les di la respuesta del acuerdo que hemos hecho entre varios partidos políticos. Otros asuntos son la conciliación familiar y las medidas de aplicación de las infraestructuras.
–¿El PSOE ya tenía algún plan sobre la finalización del compromiso de los militares de 45 años?
–Esto pertenece a la legislación del 2006 que preestablece diferentes compromisos con las Fuerzas Armadas. Uno de ellos es el del compromiso de larga duración que llega hasta los 45 años. Si a esta edad, salvo alguna excepcionalidad en la que se puede llegar a los 47, no has accedido a la condición de Tropa y Marinería de carácter permanente, se rescinde el compromiso que tienes y cuentas con la posibilidad de adherirte a una figura que se denomina reservista de especial disponibilidad, por la cual se pasa a cobrar unos 670 euros al mes. Lo que dice la ley es que son 7.200 euros al año, pero que se van revalorizando. Este dinero es compatible con cualquier tipo de percepción o retribución en el mundo laboral. Fue el PSOE que, con esta disyuntiva, planteó en la comisión de Defensa, la realización de una subcomisión porque yo tenía unas ideas de cómo se podía solucionar, pero algunas de mis propuestas, de hecho, no eran acertadas. Esta subcomisión que quería crear era para que viniese un conjunto de expertos de distintos ámbitos, desde el mundo militar hasta el civil. Desde el ámbito militar vinieron, desde Tropa y Marinería, es decir: cabos, cabos primeros, suboficiales, oficiales, representantes del Ministerio de Defensa, además de las asociaciones que nos plantearon cuáles eran, o cuáles no, sus soluciones. También vinieron militares de otros ejércitos, es decir, del extranjero, además de expertos como catedráticos, geopolíticos o estrategas. En definitiva, al finalizar la subcomisión, todos estos expertos que vinieron, a excepción de una de las asociaciones, plantearon que no era posible, puesto que era inviable tanto social, económica y de forma operativa, tener una base en las Fuerzas Armadas en la que toda ella fuera de carácter permanente, es decir, que todos los militares fueran permanentes. Por tanto, lo que se empezó a articular en ese momento fue buscar un conjunto de medidas que facilitaran, por un lado que aquellos militares que usaran rescisión del compromiso de los 45 años, tuvieran una incorporación en el mundo laboral de una manera mucho más fácil, mediante la obtención de certificados, facilitándole los estudios a costa del Estado, en especial a aquellos que no hubiesen obtenido anteriormente los estudios adecuados, incentivando a las empresas a la contratación de este personal, llegando a acuerdos con las administraciones locales y con las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado en el que se le abrirían plazas, facilitándoles certificados de seguridad privada, y demás. Se ha llegado a muchos acuerdos que se han puesto en marcha y hay como un centenar de medidas. De hecho, hace dos días se puso en marcha una junta interministerial de seguimiento de las medidas que se han aprobado en la subcomisión. En definitiva, se les ha facilitado los estudios, su incorporación, por ejemplo, en la oferta de empleo público en el Ministerio de Defensa para personal civil, que creo que ya ha salido, y en el que hay plazas para los reservistas de especial disponibilidad. Además, también se están revisando todas las plantillas orgánicas de las Fuerzas Armadas para aumentar el número de personal permanente.
–¿La reincorporación al mundo laboral sería tanto por la vía pública como por la privada?
–Sí, hay acuerdos con la SEPI y con empresas privadas. Una de las medidas que se aprobó en la subcomisión que cuando salen preinscripciones técnicas de cláusulas administrativas en un concurso, por ejemplo, de seguridad privada. La empresa que oferte, por una cantidad de dinero, una cantidad de empleados, y si cuentan con personal que es reservista de especial disponibilidad, en esos pliegos se vea la entidad beneficiada y tengan más puntos en la fase de concurso. También se plantearon medidas fiscales, pero no se han puesto en marcha porque esto también depende de otros ministerios como de la Función Pública, Hacienda, Educación, Trabajo y Defensa.
–¿Se ha reunido con las asociaciones en otras ciudades durante las últimas semanas?
–Sí, pero esto lo llevo haciendo desde que entré en el Congreso. Me he reunido con todas las asociaciones que tienen representación en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, incluidas algunas que no tienen representación en este. Hay otras existentes que no han pedido ninguna reunión, pero he estado en varias ciudades. Mi puerta está abierta a cualquier reunión.
–¿Ya se ha planteado en esas reuniones medidas para la conciliación laboral y familiar?
–Eso se planteó y ya está en marcha. Ya se han aprobado tres órdenes ministeriales, ya sean de manera transversal o directamente relacionada con la conciliación. Además, las medidas aprobadas están acordadas con las asociaciones. No hemos implantado lo que hemos querido desde el PSOE, sino lo que se ha hablado previamente con las asociaciones, tanto las que están en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas e inclusive las que no pertenecen a este. Aunque el camino no está totalmente recorrido, aún quedan medidas.
–¿Alguna petición en concreto de estas asociaciones?
–Una de ellas, es que los mandos no pudieran ejercer de manera arbitraria el uso de las necesidades de servicio para coartar o limitar el ejercicio de estos derechos. A nadie se le escapa, por ejemplo, el caso de una legionaria que teniendo un bebé, se le ordenó que tenía que ir a su base para un desfile por una patrona. Esta mujer dijo que no podía por el bebé y le habían dado el derecho de la conciliación, pero su mando le dijo que no, y que era su marido el que tenía que pedir el día para conciliar. Su pareja también es militar en la misma base. El caso es que ella acudió a su marido y a este también le denegaron el derecho. A esta pareja de militares se les puso en una situación que tenían que elegir una cosa u otra, y estamos hablando de asistir a un desfile, algo que no afecta a la seguridad nacional. No hubiese pasado absolutamente nada si a uno de los dos padres se les hubiese permitido quedarse con su hijo. Estamos hablando de un niño de dos años o menos. El jefe de ambos dijo que tenían que asistir por necesidad de servicio y esto no es coherente, ni siquiera es patria, ni España. Lo que hace una patria es la conciliación para cuidar a nuestros hijos, mientras defendemos nuestro país con el uniforme. Con el gobierno de Mariano Rajoy, y en el que estaba Cospedal de ministra de Defensa, se modificó la orden ministerial y se retiró el derecho de conciliación, bajando a los cuatro años de edad del menor, cuando estaba hasta los doce.
–¿También se han planteado medidas para garantizar la igualdad de género?
–Una de las medidas que el PSOE planteó es una revisión del protocolo de actuación para la protección de las víctimas en cuestión de acoso sexual o por razón de género. Esto se planteó porque ha habido quejas sobre cómo se ha estado llevando esa atención, y una queja ya basta para que se tenga que llevar a cabo una revisión. También se ha tenido en cuenta la modificación del observatorio de la vida militar para buscar esa igualdad. Se ha cambiado una de las órdenes ministeriales que hace alusión a cuando una mujer sufre violencia de género, independientemente que su pareja esté o no dentro de las Fuerzas Armadas. Con esta modificación se pretende que una mujer pueda tener protección presentando alguna orden del fiscal o un documento de orden de alejamiento, a la par que pueda seguir desarrollando su profesión. Esto es un tema muy sensible que está en la médula espinal del PSOE y es nuestra vicepresidenta la que tiene la cartera de la igualdad, esto está dentro de todos los ministerios de manera transversal. Por otro lado, consideramos que la presencia de un 12% de mujeres en las Fuerzas Armadas es poco, siendo el 50% de la población. Por tanto, se está elaborando un plan orientado a facilitar que la mujer vea en las Fuerzas Armadas un estímulo para poder entrar a estas y lo vea como un futuro profesional. No queremos que lo deseche como una alternativa secundaria, sino como una opción primaria para acceder una carrera profesional.
–¿Por qué cree que son tantas las mujeres que descartan esta profesión?
–Se debe a una cuestión histórica. Hasta los años 80, España no incorporó a las mujeres en las Fuerzas Armadas y hasta los años 90, esa incorporación no fue plena, es decir, había mujeres que entraban, pero optaban a especialidades “feminizadas”, como enfermeras o doctoras, además de en el ámbito jurídico, al fin y al cabo, en los cuerpos que no eran combatientes. También existían unidades que estaban restringidas a las mujeres, como en los submarinos. Todas estas barreras se han eliminado, pero si nos vamos al espacio-tiempo, estas se han erradicado recientemente, por tanto, la mujer no ha podido asentarse en las Fuerzas Armadas. Por otro lado, la propia conciliación familiar hace que las mujeres, cuando son madres, se vean en la necesidad de tener que hacerse cargo. Seguimos viviendo en una sociedad completamente patriarcal y se dificulta la permanencia de las mujeres en las Fuerzas Armadas. Hay que favorecer que puedan tener sus hijos y que haya una corresponsabilidad entre el hombre y la mujer, y esto permita que la mujer que quiera seguir en las Fuerzas Armadas, lo haga y no tenga que elegir entre sus hijos y su patria, porque sus hijos también son su patria.
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