“Tanto Muface como Isfas deben de disponer de dos servicios de radiología”

-¿Cómo se encuentra ahora mismo la Sanidad privada en Melilla?

En algunos aspectos mal, porque está en manos de la Clínica Rusadir y es sabido la cantidad de quejas que surgen de sus usuarios, en relación probablemente por la falta de médicos de presencia, ya que suelen venir de la península con diferentes ritmos.

Este tema ya fue tocado recientemente por un lector del periódico El Faro que con gran amplitud cuestionó la eficiencia sanitaria de este centro.

-¿Cómo es la relación con la sanidad pública?

En estos momentos no tenemos ninguna relación. La hemos tenido y muy estrecha desde hace muchísimos años.

En este proceso tuvo una gran influencia el gerente de la cínica Rusadir que llegó a utilizar a detectives privados con cuyos informes se basó la Consejera Paz Velázquez.

Es bien conocida la relación estrecha que tiene la Consejera con el gerente de la clínica Rusadir siendo público y notorio los múltiples acontecimientos sociales donde se les ven compartiendo mesa y mantel.

-Hubo un informe del Tribunal de Cuenta donde aparecía su empresa. ¿Nos puede explicar que sucedió?

Todo esto comienza cuando el anterior gerente del Hospital Comarcal Villarroel, probablemente suministró datos al gerente de la clínica Rusadir que motivó una denuncia de este al juzgado por sobrefacturación de Tac y Resonancia Magnética de Melilla, que fue archivada. Consecuentemente el gerente del Hospital Comarcal, inició un expediente por sobrefacturación que ha motivado que el Tribunal de Cuentas exija una aclaración que ha sido satisfecha recientemente por alegaciones que yo mismo he facilitado al Hospital Comarcal donde se está estudiando por tres médicos especialistas en el momento actual.

Debo decir que la facturación que se efectuó durante el año 2014 es la misma que se viene efectuando durante muchísimos años y siempre con la aprobación del gerente que supervisaba cada factura. Nunca fueron devueltas por sobrefacturación. La supuesta sobrefacturación sobreviene como consecuencia de toma de decisiones por nuestra parte que coinciden con los protocolos habituales y que son los mismos que utiliza el Hospital Comarcal en servicio de radiología.

Espero que esto quede aclarado y solucionado definitivamente.

-Por otro lado, entendemos que ustedes están fuera de ser un centro de referencia para Muface e Isfas. ¿Están luchando para que se soluciones esta discriminación?

En efecto, tanto Muface como Isfas deben de disponer de dos servicios de radiología en relación con el número de mutualistas. Por este motivo recientemente he solicitado a los directores provinciales correspondientes que eleven a la superioridad mi deseo de prestar servicio tanto a Isfas como a Muface. El motivo de no prestar servicio creo que parte de un error al contemplar ambas mutualidades que eran necesarios dos facultativos en vez de dos servicios de atención radiológica. En efecto la clínica Rusadir manifiesta que dispone de varios médicos que casualmente son los mismos que figuran en su clínica de Ceuta y que curiosamente residen y prestan sus servicios actualmente en la provincia de Málaga por lo que nunca se encuentran de presencia en las correspondientes instalaciones radiológicas de la cínica Rusadir. Por supuesto que estos médicos especialistas no poseen el don de la ubicuidad que solamente lo posee el Dios de las religiones monoteístas.

Todo esto ha sido motivo de información a las direcciones provinciales de Isfas y Muface para que a su vez lo remitan a las direcciones generales y se actúe en consecuencia.

Queda pues bien claro que es un error de interpretación al referirse en las disposiciones legales a más de un médico especialista cuando en el servicio de radiología debería referir a clínicas radiológicas y no a facultativos.

-¿Entienden que esta discriminación es ilegal?

Yo no diría que es ilegal sino sencillamente injusta e ilegítima ya que en Ceuta figuran dos clínicas radiológicas para dar servicio a Isfas y a Muface. Hemos servido a estas mutualidades durante muchísimos años y sorpresivamente fuimos separados por las aseguradoras Asisa y Adeslas sin una motivación que lo justifique.

-¿Hay alguna mano negra que les está perjudicando a ustedes?

Por supuesto, que esa mano negra nos ha ido dejando fuera de la asistencia radiológica a la ciudad de Melilla, siendo conocido el prestigio de nuestras clínicas y que ha sido avalado por más de cinco mil firmas de adhesión y continuos múltiples halagos en las redes sociales.

-¿Se siente satisfecho de la respuesta que encuentran entre la población melillense?

Indudablemente. Como he dicho anteriormente son miles las adhesiones y múltiples manifestaciones en las redes sociales. De hecho prácticamente el 80% de nuestra clientela provienen de huidos de las clínicas radiológicas Rusadir donde no encuentran una satisfacción tanto en la asistencia como en los informes emitidos por sus radiólogos. Los pacientes huidos abonan en nuestras consultas los servicios que les facilitamos, pero desafortunadamente no todo el mundo puede sufragar los gastos que esta asistencia les supone. Por este motivo es cierto que estamos muy satisfechos con la buena acogida que la población melillense tiene con respecto a nuestros servicios. Y por lo mismo muy agradecidos por la enorme confianza que depositan en nosotros.

-¿Siempre han apostado por estar en primera línea de medios para la atención del paciente?

Por supuesto. Nuestros equipos radiológicos han sido renovados continuamente y siempre con tecnología punta. Hemos renovados tres equipos de Resonancia Magnética y hasta seis equipos de Tomografía Computarizada. De nuestro último equipo de Tomografía Computarizada solo existen cuatro en toda España, dos en Barcelona uno en Madrid y el nuestro. El hecho de que existan tan pocos es por su alto coste de inversión y de mantenimiento que supera los 6.000 euros mensuales.

-¿Cuáles son las principales novedades que su empresa ofrece a la ciudadanía de Melilla?

Esta respuesta queda explicada en la pregunta anterior y que como he manifestado es de muy alta tecnología.