El mar de Alborán fue ayer por la tarde testigo de la muerte de 13 inmigrantes de origen subsahariano que iban en dos embarcaciones con 93 personas a bordo, según informó la Delegación del Gobierno.
La Patrullera de Salvamento Marítimo ‘Guardamar Polimnia’ rescató ambas embarcaciones a unas 20 millas de la costa melillense: una de ellas fue localizada a 12 millas de la isla de Alborán, mientras que la otra fue encontrada a 18 millas al noreste del Cabo de Tres Forcas.
5 mujeres y 75 hombres
La Guardamar desembarcó en el puerto de Melilla a un total de 80 personas, siendo 75 de ellos varones y 5 mujeres. Sin embargo, los 13 restantes no corrieron la suerte de poder llegar a su destino. Nueve cuerpos sin vida, todos hombres, fueron recuperados mientras que otros 4 fallecieron en tierra tras las maniobras de reanimación realizadas por los facultativos de Cruz Roja y del 061.
Según fuentes consultadas por El Faro, se intentó reanimar a uno de ellos durante más de media hora, sin embargo, no se pudo hacer nada por salvar su vida. La Unidad Orgánica de la Policía Judicial, según la Delegación del Gobierno, se hará cargo de la investigación del fallecimiento de estas personas.
Por otra parte, las otras 80 personas fueron trasladadas al CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes), lugar en el que fueron atendidas y donde se les dio comida y nueva vestimenta. Finalmente, unos cargados con bolsas y otros con comida, fueron dirigidos a las estancias que les fueron asignadas y que, en los próximos días, será su nuevo hogar.
A pesar de contar, aparentemente, con un buen estado físico, varios de los inmigrantes que han sido acogidos en el CETI han pasado previamente por el hospital debido a problemas respiratorios. A uno de ellos se le detectó una neumonía, aunque recibió el alta de forma rápida. También fueron atendidas por los servicios médicos hasta bien entrada la noche dos de las cinco mujeres jóvenes que iban en la embarcación debido a problemas de índole respiratorio, aunque no revisten gravedad.
Mientras los 80 subsaharianos que llegaron a las costas de Melilla ayer ya forman parte del nuevo conjunto de nombres y apellidos que le tocará esperar a partir de ahora en el CETI, otros comenzaron a preparar sus pertenencias para una nueva oportunidad lejos de los diferentes motivos que los llevaron a abandonar sus países de origen. Entre vítores y silbidos de alegría, se escuchaba por megafonía la frase “bukra salida”, significando esta primera “mañana” en lengua árabe. Tras las indicaciones del megáfono, la persona encargada de hacer conocedores a los internos de las buenas nuevas pronunció una serie de nombres de variado origen. Son los afortunados del CETI, quienes día y noche han vivido esperando, por fin, oír esas ansiadas palabras.
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