Al menos 26 yihadistas marroquíes han muerto y decenas han resultado heridos de gravedad en los últimos dos días en una cruenta batalla en las cercanías de la ciudad siria de Latakia, según “fuentes yihadistas” citadas ayer por el diario Ajbar al Yawm.
Los fallecidos proceden de varias ciudades de Marruecos, pero sobre todo del norte cercano a las ciudades de Melilla y Ceuta, como son las regiones de Nador, Tetuán y Tánger, además de Fez y Casablanca. La batalla de Latakia, especialmente encarnizada en los alrededores de un punto llamado Observatorio 45, se ha cobrado ya la vida de dos prominentes salafistas marroquíes, el considerado líder de los marroquíes, Ibrahim Bencheqrun, y el que ha ejercido durante varios años de portavoz oficioso de los presos y expresos salafistas marroquíes, Anás Halui.
Marruecos está especialmente preocupado con el “efecto llamada” que ejerce la guerra de Siria para sus propios salafistas. El Gobierno de Rabat cree que hay un millar de nacionales combatiendo como voluntarios en ese país. De hecho, está preparando un proyecto de ley para criminalizar específicamente el delito del yihadismo exterior.