El próximo 22 de diciembre se celebra el sorteo de lotería del Gordo de Navidad. A pocos días para que se conozca el número ganador nos acercamos hasta la administración de lotería número 6, en la calle Mar Chica para saber cómo están viviendo estos días los loteros y sus clientes.
Raquel Gómez regenta este puesto en el Barrio del Real y nos comenta que “hasta la fecha, las ventas van muy bien. Se ha vendido prácticamente todo. En esta administración quedan ya pocos números”.
Cada maestrillo tiene su librillo y cada comprador su número favorito. Los más vendidos en esta administración todos los años son los décimos terminados en 25, 95, 17 y cómo no, el número 13. Desde esta administración se han entregado muchos premios, el último sin ir más lejos el pasado mes con una segunda categoría de la BonoLoto.
En contra de lo que muchos puedan pensar “nos llaman de muchas zonas de la península para comprar décimos en Melilla. Precisamente, como nunca ha tocado el Gordo las personas se animan más. Además intercambiamos números con Barcelona como tradición”, indica Raquel quien reconoce que “si en esta administración tocase el primer premio sería fantástico y estaría muy repartido entre toda España”.
Toque o no toque lo que está claro es que los melillenses mantienen la esperanza y no pierden la costumbre de comprar sus décimos. Uno de ellos es Hasan, “me da igual el número porque todos están en el bombo, pero mi número preferido es el 14. Todas las semanas suelo gastar entre 20 ó 30 euros en lotería. Ahora, un poco más. Sobre tres o cinco décimos”. Los clientes son previsores ya tienen el décimo en casa como Antonio, “ya he comprado mi décimo y acaba en 78. Casi siempre juego al mismo número y suelo comprar entre ocho o diez décimos”. Antonio, al igual que muchos de nosotros tiene muy claro qué haría si le tocase el Gordo, “disfrutar de la vida”.
Manuela tiene a buen recaudo su décimo de lotería, “siempre compro el número en esta administración. Le he comprado muchos. A mí me encanta el número 94. Si me tocase el Gordo, destinaría el premio a ayudar a mis hijos, pero como estoy jubilada viviría la vida”.
Salvador también tiene esperanzas depositadas en el próximo día 22, “he comprado tres o cuatro décimos en la península y en el trabajo. Tampoco está la vida como gastar mucho más. A ver si toca en Melilla porque tengo 57 años y nunca ha caído ningún premio. Suelo comprar décimos que terminan en 99, 66 ó 31, coincidiendo con las fechas de nacimiento de mis suegros…”.
Ya ven, la ilusión une a todas estas personas que el día del sorteo de Navidad estarán cruzando los dedos para que este 2023, Melilla sea la afortunada.
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